LONDRES 2012
Ray Davies, vocalista de The Kinks, durante la actuación en la ceremonia de clausura de Londres 2012. / REUTERS
Como ocurriera hace 13 días en la ceremonia de inauguración, los Juegos Olímpicos de Londres volvieron a utilizar en la clausura la música británica como eje del espectáculo. Más musical y con menos interpretación, más de una veintena de artistas aparecieron en los distintos escenarios dispuestos en el estadio de Stratford para participar en el final del acontecimiento deportivo.
Sobre un camión descapotable apareció Madness, que deleitó al público con su incombustible ‘Our house’; y casi sin tiempo para respirar, los Pet Shop Boys enlazaron con su ‘West End Girls’. A continuación, la música ochentera dio paso a la más actual con Emeli Sandé y One Direction. A estos últimos les queda un camino infinito por recorrer para volver a tocar en la misma celebración con los grupos que vendrían después.
The Beatles, protagonistas en la ceremonia de inauguración en la voz de Paul McCartney, tampoco faltaron en el cierre y su ‘A Day In The Life’ sonó mientras un numeroso grupo de bailarines llevaban a cabo una coreografía.
En ese momento se abrió un nuevo apartado dentro del espectáculo y Ray Davies, vocalista de The Kinks, quiso dejar huella en los Juegos con su ‘Waterloo Sunset’. ‘Imagine’, de John Lennon, sencillamente cautivó a los espectadores al ser interpretado por un coro de niños al principio, y la segunda parte de la canción por el propio Lennon a través del vídeoclip del tema. Fue en ese momento cuando en el centro del estadio, un conjunto de piezas sueltas se unieron formando el rostro del beatle. George Michael, justo después, también tuvo su par de canciones donde ‘Freedom’ fue la más aclamada.
Kaiser Chiefs vaticinaron lo que llegaría después versionando el ‘Pinball Wizars’ de The Who, mientras que David Bowie tuvo su homenaje al ritmo de ‘Fashion’, con desfile de modelos incluido. Nick Mason, batería de los Pink Floyd, fue el único miembro original de la banda británica que en el grupo que interpretó ‘Wish You Were Here’, a dúo con los cerca de 90.000 espectadores que se congregaron en el estadio.
Tras esto, tiempo para la música británica más actual con Jessie J, Tinie Tempah y Taio Cruz que versionaron a los Bee Gees con la ayuda del Dj Norman Cook. Fue entonces cuando los rumores se confirmaron con la aparición en cinco taxis de las Spice Girls que entonaron su ‘Wannabe’, después de años sin juntarse.
La mitad de Oasis, Liam Gallagher, y su nueva banda, Beady Eye, cantaron la que posiblemente es la mejor canción británica de la década de los 90 y la más representativa del brit-pop: 'Wonderwall'. Muse retumbó a continuación, sacudiendo a los espectadores con ‘Survival’, la canción oficial de los Juegos Olímpicos.
Como ocurrió en Barcelona’92, Freddie Mercury apareció en un vídeo correspondiente al concierto de Queen en Wembley de 1986. Brian May, en carne y hueso, tocó un solo de guitarra antes de que otro de los miembros originales de Queen, el batería Roger Taylor, y Jessie J, de nuevo, le acompañase para cantar, con mejor o menor suerte, el ‘We will rock you’.
Después, tiempo para la parte protocolaria, que a su término dio paso a Take That, donde la adolescencia de las treintañeras de medio mundo volvió a florecer.
Con la presentación de Rio de Janeiro 2016, todo indicaba que la fiesta había terminado. Pero entonces, de repente, el inicio de ‘Baba O´Riley’ de The Who comenzó a sonar con una fuerza que ya quisieran para sí otras canciones. El grupo, o lo que queda de él, actuó sobre el escenario cuando prácticamente nadie los esperaba ya. Lágrimas ‘mods’ resbalaron entonces sobre vespas y lambrettas. La ceremonia se cerró con todo un himno, ‘My Generation’, que coincidía además con el lema de los Juegos Olímpicos, ‘Inspire a generation’. Si Londres 2012 consigue inspirar a toda una generación la mitad de lo que la música británica ha hecho durante los últimos 50 años, sí que habrán sido un éxito.
