LONDRES 2012
Lebron James y Kevin Durant descansan en un entrenamiento. / EFE
Palmarés
Hace veinte años, Barcelona gozó con las andanzas del primer ‘Dream Team’, el mejor equipo que ha pisado una cancha. La irrupción de la NBA en el baloncesto FIBA se inició con una puesta en escena que nadie ha vuelto a repetir. Los dioses de la canasta se dignaron a bajar a la tierra para enfrentarse a unos incrédulos y alucinados mortales que buscaban la foto con sus ídolos antes de caer machacados sin compasión sobre la pista.
Los inaccesibles Michael Jordan, Larry Bird, ‘Magic’ Jonhson, Pat Ewing, Karl Malone o Charles Barkley pasaron por los Juegos Olímpicos como estrellas de rock, y ofrecieron un recital afinadísimo en el que los rivales actuaron como teloneros sin canción. Sus números tras ocho partidos no dejaron lugar a la duda razonable: 117 puntos anotados y 73 recibidos de media por partido.
Las comparaciones con los siguientes ‘Dream Team’ se han sucedido, con la inevitable derrota del nuevo aspirante por el original. En Londres no parece que esto vaya a cambiar.
Pese a la bravuconada de Kobe Bryant, que se ha atrevido a decir que la selección que encabeza sería capaz de batir al equipo primigenio, con la correspondiente respuesta en tono más bien jocoso de los supuestos ofendidos, los de Mike Krzyzewski no tienen el aura -ni la calidad- de la plantilla del 92.
Aunque cuentan con los dos jugadores que más se han acercado al inalcanzable ‘Air’ Jordan -el propio Bryant y LeBron James-, los pupilos de ‘Coach K’ se van a ver las caras con rivales que han naturalizado sus enfrentamientos con los otrora ídolos inabordables. Argentina, Brasil, Francia, Rusia, Lituania y, sobre todo, España, están capacitados para competir de tú a tú contra Estados Unidos, y las posibilidades de dar una sorpresa han aumentado exponencialmente dos décadas después.
Para renovar el oro de Pekín, los norteamericanos han decidido apostar todas sus cartas a la polivalencia. Las bajas de Dwight Howard, Crish Bosh, Andrew Bynum y Blake Griffin, fundamentalmente la del primero, han limitado al máximo su fortaleza en la pintura y Krzyzewski no ha dudado en reconocer que el juego interior de ‘La Roja’ será el más poderoso del torneo. Solo el impresionante físico del efectivo aunque poco estético Tyson Chandler podría hacer frente a Ibaka, Pau y Marc Gasol.
Sin otro cinco claro, el técnico de Duke se lleva a la capital británica a una pléyade de estrellas con un talento exterior inigualable, que pueden ocupar cuatro posiciones sobre la pista y que plantearán un juego a campo abierto difícil de soportar para sus adversarios durante cuarenta minutos.
Lanzados por Deron Williams, Russell Westbrook y Chris Paul en la posición de base, Bryant, James, Kevin Durant y Carmelo Anthony se combinarán para asaltar el aro rival desde cualquier distancia, con la colaboración del afiladísimo aguijón de la bala James Harden y del explosivo Iguolada, capaz de atacar como un cuatro y defender como un habilidoso escolta.
El polifacético Kevin Love y la calidad del novato Davis sumarán desde posiciones más cercanas a la canasta, aunque con la amenaza constante desde la línea de tres puntos.
Además, esta última versión del ‘Dream Team’ tiene algo con la que no contaban las otras. Es lo más parecido a un equipo que se ha conocido desde que los NBA comenzaron a vestir su camiseta nacional.
Krzyzewski, que ha decidido poner punto y final a su ciclo como seleccionador tras Londres, ha aportado sentido común a las convocatorias y ha dado estabilidad a las sucesivas listas que ha ido confeccionando desde que asumió el mando en 2005. De hecho, cinco de los que competirán en los Juegos Olímpicos ya fueron campeones en la pasada edición, y solo Harden y Davis se estrenan con Estados Unidos.
