Aitor Ocio: «La mujer de mi vida es mi hija Naia»

Dicen que la política hace extraños compañeros de viaje, pero mucho más curiosa ha sido la pareja formada por el futbolista Aitor Ocio y la exmujer de José Bono, Ana Rodríguez. El pasado fin de semana, ambos se trasladaron a Andorra y no precisamente para esquiar.

Antes de que cualquiera piense mal, explicaré que fueron los elegidos para probar los nuevos modelos de Jaguar XF y XJ, la versión lujo y la deportiva de este vehículo, y explotar al máximo sus habilidades al volante por carretera y montaña, con hielo y nieve. «Antes creía que ir en Jaguar suponía tener un chófer y ahora he comprobado que son coches para disfrutar conduciéndolos», confesaba Ana Rodríguez, empresaria (tiene siete tiendas Tous) y autora del libro «El club de las perfectas divorciadas», que saldrá el próximo mayo.

Con los veteranos

Tan en forma como cuando estaba en activo, Ocio hoy está centrado en los dos establecimientos que ha abierto en su Bilbao natal: Oriental Spa, un espacio de relajación de cuerpo y mente, donde destacan los masajes tailandeses; y la Clínica Henao, para tratamientos médico-estéticos. «Practico todos los deportes salvo el fútbol, pero ahora resulta que mi hija Naia quiere ser futbolista, así que he vuelto a entrenar para jugar con los veteranos», confiesa.

Asegura que desde que nació la niña, fruto de su relación con la modelo Laura Sánchez, «cambió mi escala de prioridades. Nadie te puede devolver el tiempo que no pasas con tu hija, por eso, cuando pude irme a un equipo extranjero, rechacé esa oferta para no separarme de ella», recuerda.

Fue durante su estancia en el Sevilla F. C. donde conoció a la modelo Laura Sánchez, de quien se enamoró. «Siempre me llamó la atención su belleza y el destino quiso que nuestras vidas se cruzaran», asegura. Aitor habla sin rencor de su ex: «Tengo una relación de absoluto respeto. Me merece toda la consideración como persona, como profesional y, por supuesto, como madre de mi hija». A pesar de los procesos judiciales que les han enfrentado por la custodia –la última sentencia ratifica que Naia seguirá viviendo en Bilbao, con el tiempo repartido entre sus padres–, asegura que «hemos podido cerrar filas en torno a ella y protegerla. Es una niña normal. Con 8 años es tremendamente feliz, entusiasta, alegre, a la vez independiente, solidaria y muy generosa. Estoy encantado. Quien la conoce sabe que lo que digo es cierto», cuenta orgulloso.

Aunque tener otro hijo es algo que hoy por hoy no se plantea, Aitor tiene una relación desde hace dos años y tanto su actual pareja como Laura Sánchez saben que «la mujer más importante de mi vida es mi hija», como bien demuestra.