con 'c' de cádiz

«La forma de vivir del gaditano es muy parecida a la mía y a la de mi tierra»

claudia gerbino. hostelera

Un rincón del sur de Italia anda suelto por una ciudad en la que se ha hecho fuerte 'Infarina', un bar de comida italiana que comanda una cocinera con una vida hecha a fuego fuerte salpicada siempre con una risa

La siempre sonriente Claudia vende una de sus famosas pizzas. francis jiménez
Alfonso Carbonell

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Al leer esta entrevista procure hacer el beneficioso esfuerzo de imaginarse que la que responde lo hace con un deje italiano del sur y que lo hace, además, con esa gracia innata en cualquier guiri que habla en gaditano con su acento particular. Claudia Gerbino (Poggiardo, Italia. 5 de septiembre de 1979) es vida y hace de la suya un arte, especialmente, de la comida, pero también de la conversación. Indomable emprendedora, cuenta con una experiencia de vida tan valiente y admirable como envidiable. Alemania, Francia y España son los países en los que ha vivido una cocinera que echa a sus platos la misma pizca de gracia y picante que le echa en su día a día. Un terremoto.

Mientras el mundo se confinaba por una pandemia que lo asoló, Claudia trabajaba en los planos de su Infarina, un bar de comida italiana que se ha hecho fuerte a base de risas y pizzas en la calle Alcalá de Guadaira, junto a la gasolinera África. En plenas restricciones, nacía una trattoria en una popular barriada gaditana que acogía con los brazos abiertos a una italiana «de culo inquieto» que ya siendo una mocosa volvía loca a su madre mientras ponía patas arriba y de harina hasta las paredes de la cocina familiar donde se inició más en el alboroto que en el noble arte de la gastronomía.

Estudió Periodismo en Lecce pero no pudo ejercerlo por circunstancias de la vida que le han hecho ponerse el mundo por montera y cabalgarlo desde una visión 'cocinita'. Porque no hay país que visite que no se interese por sus fogones. Claudia es capaz y capataz de detener un viaje de novios, de amigos o familiar solo para meterse unas horas dentro de un espacio en el que se impartan cursos de cocina; eso hizo, por ejemplo, en Jamaica, Tailandia o Marruecos. Y los que están por venir. Desde hace unos años ha hecho parada en Cádiz, y dice que esta ya es la redefinitiva. Ojalá. Sería maravilloso para los paladares de esta ciudad y también para los que, como un servidor, gozan filosofando de la vida en torno a un ambiente sano, extrovertido y disfrutón. Ah, y recuerde darle el soniquete italianos a todas sus palabras.

-¿Cómo era de pequeña?

-Era hiperactiva; hacía mucho deporte. Jejeje. He tenido una infancia feliz porque me he criado en un sitio costero como Salento, provincia de Lecce. Yo iba a la playa casi todo el año y cuando no iba jugaba a tenis, voley; eso sí, en invierno hace más frío que aquí, entonces no se puede ir a la playa tanto.

-Ya que estamos, qué tiene Lecce. Es que voy en junio. Y, lo primero, dónde comer. Aconséjeme.

-Trattoria Da Angiulino tienes que visitarla, seguro, porque es una de las más antiguas y además es muy barata, pero allí tú comes toda la comida tradicional; aparte, dentro, arquitectónicamente te va a encantar porque es como para vosotros la 'piera' ostionera. Es espectacular. La zona está por Porta Napoli. También tienes que ir al Café Literario, que está entrando por la Puerta San Biagio; también hay muchos sitios nuevos que no conozco. En Lecce se come muy bien la combinación de carne y verdura y hay sitios donde te hacen la pasta con el pescado y el marisco que son espectaculares. A la ciudad de Lecce le llaman la pequeña Florencia; es una ciudad toda barroca y todo el entorno hay que visitarlo. Te conviene alquilar un coche.

-Alquilado está.

-Sí, es lo mejor. La ciudad tiene mucha vida pero todos los pueblos de la provincia son muy bonitos.

-No podremos ir a todos así que dígame algunos que no nos podamos perder.

-Pues todos los que dan a la costa; Gallipoli, por ejemplo.

-Hombre, la que se parece a Cádiz, ¿no?

-Esa, esa.

-También se libró allí una batalla de la I Guerra Mundial.

-No. Te pasa como a mucha gente que se cree que es la italiana, pero es la Galípoli turca. Hay una película de esa batalla que se llama Galípoli.

-Ahhh, ok ok. Gracias por la aclaración. ¿Y de Bari?

-Por allí está muy bien Monopoli, pero sobre todo Polignano.

-Oído cocina, nunca mejor dicho. Bueno, ¿y qué estudió? ¿Era buena estudiante?

-Sí. He estudiado, no sé cómo se dice en español, técnico comercial; lo hice antes de entrar en la universidad. Algo así como para hacer de asesor comercial. No me gustaba, pero me han obligado entre comillas. Y después he estudiado Ciencias de la Comunicación.

-¡Andá, una colega!

-¡Sí!

-¿Dónde la estudió?

-En Lecce. Fue el 'primero' año que han metido Ciencias de la Comunicación en Lecce porque antes solo había en Roma.

-¿A cuánto está Lecce de Roma?

-Cuatro horas y media, cinco en coche.

-No sabía yo que era periodista, joe. Con la de veces que hemos hablado.

-Puede que te lo haya dicho pero tampoco me acuerdo, Jajajaja

-Jajajajajaja Bueno, por suerte, esto está grabándose. ¡Espero! [y reviso si el REC está funcionando sobre la mesa]

-Y nada, solo que 'no conseguido trabajare de'eso'.

-¿Nunca, ni prácticas ni nada? ¿Terminó la carrera?

-Sí, pero no he hecho prácticas ni nada porque necesitaba trabajar en otra cosa.

-¿No tiene esa pena de no haber trabajado en el periodismo?

-Sí, obvio que le tengo..., pero tampoco mucho. Jajaja.

-Jajajajajaja. Tampoco se pierde demasiado.

-Jajajaja Tampoco 'musho' ; no lo sé, cada decisión que tomo la tomo con conciencia. Siempre que se decide hacer algo hay que denunciar a otra.

-¿Denunciar?

-No, no, perdona; renunciar. Me expreso mal.

-Para nada, se expresa maravillosamente bien y, además, con mucha gracia. Sigamos.

-He tenido la necesidad de trabajar y entonces me he metido en la hostelería, donde tengo experiencia desde hace mucho.

-¿Qué tipo de periodismo le habría gustado hacer?

-Me hubiera gustado mucho haber trabajado para la radio, en música.

-¿Qué tipo de música?

-'Reeegue'. Música reggae, de toda la vida. Jejejeje.

-Qué bueno, muy vinculada a la playa.

-Sí, sí. Aparte que a mi tierra le llaman la Jamaica de Europa. Y 'morggológicamente' es muy parecida a Jamaica, de verdad.

-¿Lecce?

-Salento, que está en la punta de la bota, el taco de la bota. Mi pueblo es Poggiardo, que está dentro de Salento.

-¿Y dónde estudió Primaria?

-La universidad la hice en Lecce, pero los estudios obligatorios y la secundaria en Casarano, que es otro pueblo cercano a Poggiardo; allí hay muchos pueblos pequeños y lo que hacen es agrupar una escuela en el pueblo más grande, en este caso, Casarano.

-Entendido. ¿Cuántos años está en Lecce haciendo Periodismo?

-Cuatro.

-¿Y por qué no lo intentó?

-He tenido la mala suerte que mientras yo estaba terminando la carrera, la 'condichione' de 'salute' de mi padre empeoró (tiene esclerosis múltiple desde los 46 años); yo sabía que quería terminar la carrera, pero tenía que pensar también un plan B.

-Y el plan B era ganar dinero cuanto antes.

-Sobre todo, independizarme para no pesar sobre la familia y poder estar echándole un cable.

-¿Cuántos hermanos tiene?

-Dos; un hermano mayor que se lleva once años conmigo y otra que se lleva seis y yo, que soy la pequeña. Así que nada más terminar la carrera pienso 'tengo que buscar un trabajo; cualquier sea'.

-¿En qué año termina la carrera?

-2005, 2006.

-Vale, y ahí dice 'qué bonito es el Periodismo pero yo necesito resultados ya'.

-Sí.

-¿Y dónde los busca?

-En mi tierra, que es como esta más o menos. Ofrece mucho turismo y en invierno, si tú 'ere capacce' de meterte de por lo menos en una tienda con una nómina fija, bien; hay mucha tienda, mucho comercio. La ciudad de Lecce, por ejemplo, es conocida también por tener mucha tienda de moda, de deporte, ¿sabes? Italia tiene mucho de todo eso. Entonces, he empezado a hacer eso; tenía 'doe trabaggo. Trabagaba' toda la semana en una tienda de deporte y por el finde siempre en hostelería; discotecas, lo que sea. He hecho de todo hasta encontrar un restaurante que me ha contratado bien, fija, que ya he pasado a ser camarera, cocinera... He hecho de todo ahí dentro.

-¿Y qué le gustaba más de todas esas facetas?

-Cocinar. Empecé como camarera pero la 'pasione' de la cocina la tenía ya desde pequeña, que me metía desde siempre en la cocina de mi madre a imitarla.

-Acabáramos, así que su vocación siempre fue la cocina incluso antes que las letras.

-La 'intenccione' mía de tener un negocio siempre la tuve, pero también la 'pasione' de cocinar la desarrollaba ya de pequeña. Mi hermano y mi hermana 'uando' con los 'güetes' en casa y yo en la cocina imitando a mi madre. 'Mamma, dame el huevo, dame la harina, dame le otro'. Levantaba todo, todo. Obviamente, no sabía hacer nada. Era más el daño, jajaja, pero me encantaba. Me acuerdo bien que con 18 años, cuando organizábamos los días entero de playa.

-Aquí le llamamos mariada.

-¡Eeee', pues todos ellos llevaban el bocadillo de la madre, pero yo en casa me levantaba y me hacía como una tortilla, que es distinta a la de aquí; no es tanto de patata.

-¿Cómo es?

-Está la patata, pero también 'echamo' la verdura; calabacín, pimiento... La preparaba, la 'troseaba', preparaba 'lo bocadillo' y cuando lo abría en la playa mis amigos olían a hierbabuena y se acercaban. '-¿Y tú qué tiene? -¡Mi bocadillo!' [y hace como el que lo esconde con su cuerpo]. Jajjajajajaja

-Jajajajajajajajajajaja

-Yo siempre llevaba bocadillos preparados; de jamón cocido, de 'chicharrone', de lo que fuera...

-¿Qué cocina es mejor, la española o la italiana? Primer compromiso.

-[Hace un receso, aparta la copa de cerveza y se toma un par de segundos para pensar antes de responder con decisión]. La italiana. 'Ma'no' porque soy italiana, sino porque nosotros trabajamos más la materia prima. Aquí hay un método de 'freidura' que yo..., lo digo irónico, eh.

-No se preocupe. Hablaba de la fritura.

-Sí. Yo digo que aquí se fríe también la rueda del coche.

-Jajajaja ¡Gran verdad! Aquí nos gusta que trabaje el cocinero. Tengo un amigo que suele decir 'vamos a un bar donde echen en la freidora hasta la escoba de barrer'. Jajaja

-Exactamente.

-Y nos la comemos, eh. Jajaja

-Aaaro. Lo sé, lo sé. Y es una cosa 'buenísssima', pero la manera de trabajar la carne, el pescado, la verdura; no sé, hacer un risotto, 'mantecarlo', no sé cómo decirlo.

-La entiendo, eh. Pero créame cuando le digo que la peor pizza me la he tomado en Italia.

-Te creo, claro que te creo. En Roma.

-Ahí fue, sí.

-Pero también en Nápoles, donde la inventaron, también te 'puede' comer la peor pizza de tu vida. Se ha vuelto todo tan turístico que si tú no sabes dónde ir te dan pizza congelada que no tiene nada que ver con una buena pizza. Te entiendo perfectamente.

-¿Cuántos años se pega trabajando en la tienda de deportes?

-Cuatro años compaginándolo con el trabajo en la noche.

-¿Le gustaba trabajar poniendo copas en la noche?

-No.

-Lo mejor, el dinero rápido.

-Y era mucho también. Cuando me pagaban por dar copas, yo llegaba a las diez de la noche y salía a las siete de la mañana, era mucho más que un día de camarera en un restaurante.

-Al menos, siendo joven lo pasaría además mejor que en un restaurante.

-Sí, lo pasaba bien, pero nunca tenía un sábado para irme yo a bailar, ¿sabes? Jajaja.

-Lo malo de la noche es que cuando se termina de trabajar, se comienza a gastar todo lo que se ha ganado. Eso me pasaba a mí. Y claro, las cuentas no salían.

-Lo que pasa es que nosotros terminábamos totalmente de día que lo máximo que tomábamos era el 'croasant con cornetto-capuccino' al ser lo único abierto ya.

-¿Por qué deja de vender ropa de deporte?

-Porque quería montar un negocio mientras seguía trabajando en la noche.

-Bien. ¿Seguía viviendo en Lecce?

-Sí, sí, sí. Yo tenía hecha mi idea de abrir una tienda de accesorios; todavía no de hostelería.

-¿Y eso?

-Porque no me sentía segura. Tenía siempre la curiosidad, pero no me sentía segura; abrir un restaurante era complejo, una empresa muy compleja. Y 'demás' tenía 25, 27 años. Me sentía muy 'jgoven toavía'.

-Y lo era, lo era. Muy valiente, pero joven.

-No me sentía segura de hacerlo. Y nada, pasa que voy a asesoría para informarme de cómo funciona; había un préstamo para mujeres emprendedoras y todo eso. Mientras tanto, trabajaba en un restaurante la que iba a ser mi última temporada, lo 'giusto' para esperar que me dieran el ok, el visto bueno para montar la tienda.

-¿Ya había dejado la noche?

-En ese tiempo, sí. Ya estaba en un restaurante en nómina. Ahí conocí a mi marido; mi exmarido jeje.

-Ah, ¿duró poco o qué?

-No, no, no. Quince años.

-Es que como ha dicho mi marido, mi ex marido he pensado que duró cero coma.

-Ah, no, no no. Jajajajaja. No, no. Jajajaja. [Y aplaude por cómo lo había entendido en su frase]

-Es mi marido porque todavía no hemos firmado nada, pero bueno, estamos divididos ya. Mi vida es un libro, prácticamente. Jejeje.

-¿Y a qué se dedicaba él? ¿También del gremio?

-No, no. A nada. Jaja. Había venido de vacaciones al sur de Italia con una novia que tenía y con ella había venido al restaurante donde yo trabajaba a comer. Él es de Turín, del norte. Bueno, alrededor del restaurante, había bungalows, donde él estaba alquilado con este chica durante sus vacaciones. Y 'naaada', no lo he visto más. Pasa una semana y vuelve solo a cenar. Mi jefe, el dueño del restaurante, era de nuestra misma edad; esto es curioso de saber. Y le dice: 'Hoy viene solo. ¿Dónde le ha metido a la novia? Jajajajaja

-Jajajajaja Bien jugado. No seré yo quien haga humor negro ahora. jajaja

-Jajaja. Claro, claro. No toca. Y nada, él mismo le ha dicho 'no, nada. Hemos peleado; se ha metido en el tren de vuelta. Nada, que se vaya. Perfecto'. Pero a él le quedaban un par de semanas de vacaciones. Y nada, allí empezamos ya a conocernos.

-Bonita historia.

-Una larga historia, digamos.

-Jejejeje Seguro que buena.

-Claro que sí. Todo, todo fue bien. Después de conocer a mi familia me fui a vivir a Turín con él.

-Empezamos a viajar. ¿En qué año se va a Turín?

-2009. Y estamos allí tres años.

-¿Qué tal el norte y el sur de Italia? ¿Son tan, tan, tan opuestos como se dice?

-Tan, tan, tan como se dice, sí. Muchísimo.

-¿Con cuál se queda?

-Con el sur, obvio. Porque yo estaba segura que allí (en Turín) habría construidos amistades y nada de nada. ¡Una sola persona en tres años! Y casualmente de Sicilia. Jajaja.

-Bueno, hacerse un amigo de Sicilia siempre es bueno en zona hostil.

-Jajajajaja. Era una amigo que conocí trabajando en un 'call center'; todavía somos amigas. Y nada, después de tres años en Turín, él hace una entrevista para Airbus, que estaba haciendo un 'recruiting day' (técnicas de reclutamiento y selección de personal).

-¿Qué es él?

-'Inyeniero aeroespaciale'. Y nada, vuelve y me dice. 'Mira, he hecho la entrevista, pero como Airbus no tiene sede en Italia'. Y le digo. 'Pues nada, si te dicen que sí, pues nos vamos'.

-¿Y hasta ese momento estaba trabajando en algo allí en Turín?

-Allí tenía un contrato indefinido en una tienda de óptica, de una cadena.

-Ah. ¿Bien, no?

-Sí, bueno.

-Bien, pero aburrido me da.

-Sí, sí. Exacto. Jejeje. Me gustaba, eh; me quería apuntar para hacer incluso el curso de 'aftalmoloyía' para progresar y todo eso; yo nunca me he parado en la vida, jamás. Y nada, la casualidad fue que Airbus le llamó la segunda vez para ofrecerle un buen en trabajo.

-[Interrumpo] En Cádiz.

-No, en Hamburgo, en el norte de Alemania.

-¡Andá, de norte a norte y tiro porque me toca! ¿Y qué tal con los norteños alemanes?

-Pues allí me lo he pasado súper bien.

-¡Los alemanes son top!

-Top, top. y Hamburgo es una ciudad im-pre-sio-nan-te. Yo he vivido los tres años más 'guapo' de mi vida.

-Y al carajo la oftalmología, claro.

-Al 'caragjo', sí. Allí me tuve que dedicar a estudiar alemán.

-¿Alemán?

-Claaaro. Tengo 'bedocce' (B2) de alemán.

-Olé. Y allí con el idioma ya tenía bastante. Entiendo que no trabajó en nada, ¿no?

-'Primero' año solo estudiando; después he empezado a mandar currículums para restaurantes, ópticas.., pero nada, no lo conseguía cuando me llamaban para hacer la entrevista. He trabajado unos meses en una tienda de vinos italianos; los dueños eran de allí y vendían vinos de toda Italia. Entonces querían una italiana ahí dentro.

-Segundo compromiso. ¿Con qué vino se queda, el español o el italiano?

-Con los dos, jejeje.

-No se moja.

-Hombre, claro. Jajaja.

-¿Qué zona de Italia tiene los mejores?

-Piamonte y Toscana.

-Vale, seguimos. Trabaja en esta tienda de vinos y...

-Y nada, me estaba aburriendo demasiado y.

-(Interrumpo) Y le dio por beber.

-No, no. Jaja. No se podía beber trabajando por suerte porque si no lo hubiera hecho. jajaja. Menos mal que por lo 'meno' había ese límite. Y nada. ¿Qué pasa? Pues que empiezo a buscar algo para ser independiente. Otra vez empiezo a pensar en abrir un negocio mío. Cada noche me inventaba algo, me pasaba algo nuevo por la cabeza. Pensé darme de alta con una 'food truck'; hago pizzas, algo.

-Qué chulo.

-Voy también a la 'Handelskammer'

-¿?

-Como si fuera la Cámara de Comercio aquí. Allí tampoco se entiende nada cuando hablan, tranquilo.

-Jajajajajajajaja

-Ni entre ellos se entienden.

-Jajajajajajajajaja Vengaaa, siga.

-Jajajajajajajajajajaja Al final, meto un anuncio en el 'Milanuncios' de allí, digamos. Quería hacer un tándem de comida italiano-alemán de buen nivel dirigido a gente que quisiera aprender a cocinar estas dos cocinas al tiempo que hablaban italiano.

-Buena idea. Dos en uno.

-Y me llega una 'avalanga' de emails.

-Una avalancha. Qué bueno, ¿no?

-No sabía a quién contestar. De verdad, ¿Tanta gente me estaba esperando a mí? [y pone una cara de sorprendida aún en su recuerdo]. Pensaba: '¿Ninguno otro tonto italiano se ha prestado a esta cosa!' Jajajaja

-Eso serían sus dos hermanos, que se harían pasar por una legión de seguidores con tal de que no volviera a casa. Jajaja. Bueno, y qué.

-Jajaja. Nada, empecé a seleccionar gente porque había personas que no me fiaba, ¿sabes?

-¿Y dónde iba a dar esas clases?

-Eso era en Hamburgo, en casa de la persona que lo contratase. Y nada, empecé en casa de una pareja de personas mayores; tampoco muy mayores. Él era profesor de Música en la Universidad de Hamburgo y su mujer hacía la gráfica de los compact disc de música; fue la creadora del compact disc de 'Café del mar', la que hizo el dibujito del CD. No sabía nada yo, pero esta gente tenía 'musho' contactos. Tenían un 'loft' enorme donde hacíamos la clase. Allí hacían cenas con amigos; tenían el horno de piedra y todo muy organizado; ellos no habían hecho nunca algo así y me dijeron: '¿Tú estás dispuesta a hacerlo una vez a la semana?'. Y venían sus amistades y allí cocinábamos todos juntos. También me llevaba discursos en italianos para ellos.

-¿Ha ido al Foddie Cádiz?

-No.

-Pues se lo recomiendo porque hacen algo parecido a lo que hacía en Alemania.

-Como el Gastrológico de aquí, de la calle Parlamento. ¿Un sitio donde se hacen cursos de cocina, no?

-Eso es.

-Pues nada, después de un mes, dos me tuve que dar de alta porque comencé a ganar mucho dinero solo por hacer dos veces a la semana.

-¿Y la vida allí?

-Lo hemos pasado muy bien; la cantidad de conciertos que me he visto en Alemania no lo he visto nunca en mi vida. Impresionante.

-Tres años en Alemania y con el alemán bien aprendido...

-Sí, sí. Hasta 2014.

-Joe, pues qué bien. Dos idiomas y varios trabajos. Vaya máquina. Y luego me vende que es un desastre...

-Jajajajajaja Gracias. Es que yo no soy la que aparento. Jajajaja ¡Te lo prometo!

-Jajajaja Ya veo, ya.

-Fue todo perfecto. Además, yo seguía con mis amistades que hacía en el curso de alemán, que era intensivo. Humanamente, ha sido una experiencia maravillosa.

-Y la pregunta es: ¿Por qué se pone fin a aquello?

-'Eeee' ¿por qué? Porque somos culo de mal asiento. Porque un jefe suyo de Airbus le ofrece una 'posicione' en Toulouse, en Francia. Y nosotros teníamos la curiosidad de ver cómo funcionaba otro país; estábamos súper bien, el dinero no faltaba para nada, pero creíamos que era otra oportunidad caer en otro sitio y con trabajo ya. Yo soy la que tengo que matarme otra vez a buscar trabajo jajaja.

-Y ahora a por el francés.

-Francés lo conocía ya porque lo había estudiado ya bien en la escuela. De toda forma, ¿qué pasa? Que vamos a visitar Toulouse un par de veces y nos ha gustado porque Toulouse es chiquitita; no tiene nada que ver con Hamburgo. Toulouse tiene una 'misura d'uomo', una medida muy buena para el hombre porque se puede llegar a todos sitios andando, como Cádiz. Y también tiene mucha cultural musical. Le llaman la 'vie en rose', la ciudad rosa por sus ladrillos. Llegamos contentos aunque el 'adaptamiento' fue desastroso.

-¿Por?

-Culturalmente fue difícil; tampoco él se encontraba muy bien con los compañeros y yo también he tenido dificultades para encontrar amistades. Muchos dolores de cabeza al principio, con tanta maleta de Hamburgo, la mudanza...

-Y a todo esto, con franceses... ¿Qué tal los franceses?

-Uff... [y frunce el ceño como pidiendo otra pregunta]

-Jajajajajajajajajajajajajaja

-¡Uuuuuuuah! Mucho mejor los alemanes, vamos. Odio 'yeneralizar' y a mí no me gusta, pero muchas cosas comunes la tienen; se sienten superiores. Pero no pasa nada; hemos tenido amistades allí también. Y yo, después de un añito, he abierto Infarina Toulouse.

-Olé.

-Allí, no tenía miedo de nada. No he tanteado, ¿cómo se 'dise'? ¿Se 'dise' tantear?

-Bien, bien, Me vale. Tantear el mercado, estudiarlo y eso. Ok, ok. 'Va benne'.

-Pues eso; no he tanteado. Después de un poco allí dije, pues aquí va a ser. Y abrir el negocio me ha ayudado también a crear amistades.

-¿Y qué tal le fue?

-Súper bien. Todavía tengo la foto; yo quería enseñártela.

Imagen principal - Claudia abrió una trattoria en su casa para vender comida italiana de recoger y llevar, aunque la ambientó para que sus clientes pudieran tomar algo mientras esperaban sus pedidos. Llamó tanto la atención su negocio que hasta fue motivo de un reportaje en la prensa local.
Imagen secundaria 1 - Claudia abrió una trattoria en su casa para vender comida italiana de recoger y llevar, aunque la ambientó para que sus clientes pudieran tomar algo mientras esperaban sus pedidos. Llamó tanto la atención su negocio que hasta fue motivo de un reportaje en la prensa local.
Imagen secundaria 2 - Claudia abrió una trattoria en su casa para vender comida italiana de recoger y llevar, aunque la ambientó para que sus clientes pudieran tomar algo mientras esperaban sus pedidos. Llamó tanto la atención su negocio que hasta fue motivo de un reportaje en la prensa local.
Infarina en Toulouse. Claudia abrió una trattoria en su casa para vender comida italiana de recoger y llevar, aunque la ambientó para que sus clientes pudieran tomar algo mientras esperaban sus pedidos. Llamó tanto la atención su negocio que hasta fue motivo de un reportaje en la prensa local. L. V.

-¿Cuánto tiempo en Toulouse?

-Cuatro años.

-¿Y dónde montó el restaurante?

-En mi casa.

-¿En su casa?

-Sí. Era una casa independiente, por eso lo monté. 'Ma' no era un restaurante, era solo comida para llevar. Yo cocinaba para la calle. Tú mira qué bonita. La puerta de caaaaasa, con la 'lusecita', con el menú ahí puesto, con el banquito; era espectacular. Se parecía a la casa de Walt Disney [y va enseñándome foto por foto encantada con los recuerdos de su creación].

-Qué bueno. ¿Y la gente iba a recoger su comida o era a domicilio?

-Sí, venían a casa a recoger. Era solo por encargo, pero yo, fuera, he metido un menú como si fuera un restaurante; he decorado, he invertido, he arreglado la cocina, he comprado plantitas, he comprado en un mercadillo una banca, la he pintado, la he raspado; una banca para sentarse, que era negra y la he pintado de blanco y el azul porque me ha gustado de siempre 'ese colore'; tú pasabas por fuera con un perrito y te quedabas observando la entrada porque con las luces era muy bonito.

-Tan bonito que hasta apetecería entrar y cenar dentro. ¿Se podía?

-'Eee', no porque yo no tenía la licencia para dar comida, solo para llevar.

-¿Qué año lo montó?

-En 2018, dos años después más o menos de llegar.

-¿Y cómo lo acogió el barrio?

-Fue muy gracioso. Primero venían los vecinos y más tarde los vecinos de los vecinos, los primos de los vecinos, los primos de los primos de los otros vecinos... Jajaja. Fue una cosa estupenda. Allí organizamos, como un restaurante, un domingo al mes un aperitivo en mi 'yardín' en la que se pagaba una cuota. Me daban tipo 20 euros por persona y, qué sé yo, llegaban a las cuatro y se iban después de comer.

-Sin que se enterase Hacienda.

-'Eeeeeesacto'.

-Jajajaja. Bueno, como el que hace una paella en su chalet y se hace una vaquita entre el personal.

-Claro, claro. Además, lo hacía más por tener una parte social de la cosa y fue una cosa maravillosa. Además, la casa se prestaba mucho porque el 'yardín' era enorme.

-¿Buen tiempo en Toulouse?

-Sí. Toulouse tiene todas las cuatro temporadas. Está en el 'sud' de Francia.

-¿Con quiénes se queda en Francia, con los del norte o con los del sur?

-Sur, sur, siempre sur. En eso no hay dudas nunca. Y nada, lo del restaurante fue una experiencia preciosa. Un día me tocan el timbre y era una periodista de 'La Depeche du Midi' , lo que sería como el Diario de Cádiz.

-Venga, hasta luego, Mari Carmen.

-Jajajajajajajajaja Bueno, tú 'ma entendio'. Bueno, y se presenta; una loca, vamos. Jajaja. Y se presenta. '-Quería entrevistarte. -¿Por qué? -Porque aunque no lo sepas, tú estás dando grande contribuchione al barrio...' Porque nosotros vivíamos en un barrio deprimido y allí la gente, con el hecho de que había abierto yo comenzó como a moverse más por el barrio; había señoras mayores que sabían que yo compraba en el Makro y se interesaban por los ingredientes para comprarlos; iban unas a casas de otras; me preguntaban, hablaba con ellas... De hecho, después de tres o cuatro meses yo abierto, me toca el timbre un chico que quería abrir una panadería y me pedía consejos y me preguntaba si funcionaba o no funcionaba. 'Tú ábrela; haz el pan bueno, el pan tiene que estar bueno y si está bueno poco a poco va a funcionar'. Y todavía lo tiene abierto; me manda correos con las fotos de él trabajando; ha tenido una niña. ¡Una cosa estupenda! Otra chica ha abierto una copistería. Allí no había nada, prácticamente, Se abrió un circuito comenzando por mi restaurante. Y salió un artículo en 'La Depeche du Midi' contando todo eso. Hasta el alcalde me mandó un correo para agradecerme. Jajaja. ¿Qué pasa? Que nos venimos de Toulouse a Cádiz de vacaciones, lo que solíamos hacer muchas veces, y le sale una oferta a mi marido en Airbus aquí.

-¿Cómo, cómo, cómo? ¿Justo cuando comienza a tener en éxito en Toulouse?

-Eso es. Y no sólo eso. También Antonio había comenzado a llevarse bien con los franceses de su trabajo. Jajajaja. Y en esa de que estamos en Cádiz de vacaciones, donde ya habíamos venido cinco o seis veces, pasa eso.

-¿Por qué Cádiz? ¿Cómo fue esa primera decisión de vacacionar en Cádiz?

-La primera vez que vinimos fue en 2016 y fue porque en Toulouse había compañeros de trabajo de Antonio que son de Cádiz y los hemos conocido. Y nos decían. 'Ah, vosotros. ¿Os gusta viajar? Pues tenéis que visitar Cádiz'. Y de ahí que empezamos a visitarlo. ¿Qué pasa? Que se presenta un perfil, estaba abierta una 'posicione pa él' y nos vamos. Total, mudanza. Otra vez. Jajaja.

-Se da la circunstancia que siempre que está bien en su sitio se viene su marcha. Espero que esté mal en Cádiz.

-Jajaja Yo estoy bien, estoy bien. Jajaja.

-Entonces ya toca irse.

-Jajaja No, no creo que me vaya,

-Es verdad que a diferencia de otros destinos, Cádiz ya lo conocían y os gustaba.

-Sí, mucho. La comida, el ambiente, la gente; aparte de que se parece mucho a mi tierra,

-¿El mismo paro?

-Bueno, aquí también se está bien con el paro. Allí no hay paro, allí trabajan los amigos de los amigos. ¿Tú fumas?

-Yo no.

-Yo sí.

-'Po' fume. Soy un firme defensor de las libertades de los fumadores siempre y cuando sean educados, como es el caso.

-Jeje. Pues me voy a echar un cigarrito a pesar de mi bronquitis [Es cierto que lleva buena parte de la entrevista tosiendo y riendo]. Mira que yo he llevado más de diez años sin fumar y ahora estoy fumando otra vez. [Y arroja con desprecio y cabreo el paquete de tabacos sobre la mesa una vez encendido el piti]

-Si no fuma mucho, yo le apoyo.

-No fumo mucho, pero con la bronquitis que tengo no debería fumar. Bueno, no pasa nada.

-Bueeeeeno.

-Bueeeenoooo. Jajaja. [Y tose]

-Sigamos. ¿Cuándo me ha dicho que se vienen a Cádiz?

-2019.

-¿Sabía español?

-No.

-¿Noooo? Y eso que dicen que el español y el italiano se parecen.

-Muchísimo. Pero antes de saber que veníamos aquí había hablado en la Maison de quartier, una asociación cultural que había en cada barrio de Toulouse. Quartier es barrio.

-Ahh, para mí que me estaba hablando de la joyería Cartier y ya había pensado yo 'joder, con el barrio deprimido'.

-Jajajajaja No, no. Allí, ¿qué pasa? Pues que a un 'prezo' reducido tú puedes hacer un curso de danza; yo hacía uno de danza africana y llegaba a casa chorreando de sudar. También hice otro de idiomas 'eeee' y yo iba cada miércoles a aprender español. Mi marido me decía: -'¿Por qué después del alemán, el francés, el inglés lo conoces...? -¡Eee... me falta el español!' Jajajaja

-Sin saber que iba a acabar en España.

-Sin saberlo. Claro que el curso apenas me ha ayudado, cuando verdaderamente he aprendido ha sido estando aquí, que me ha entrenado más.

-Claro, porque aquí español, español...

-Ya, ya. Aquí es gaditano. 'A a aaaaaro, pi pi pi piiisha'.

-Jajajaja Y no es fácil de coger.

-Ahora sí, más o menos, cojo todo.

-Bueno, ¿y cómo fue el aterrizaje en Cádiz?

-2019 junio. Nos han confinado en marzo de 2020. Pues mira, recuerdo que el día que salió el artículo estábamos ya esperando el taxi para ir al aeropuerto y coger el avión Toulouse - Sevilla cuando me llama una amiga: 'Claudia! C'est toi dans La Depeche? Y pourquoi tu te vas?' Jajajaja. Me preguntaba si era yo la del periódico. -Sí, yo creo que si. Jajajaja -¿Y por qué te vas ahora que ha salido este artículo hablando tan bien de ti. ¿Cómo que tú te vas?' Jajajajaja. Las casualidades de la vida, ¿qué quieres que te diga? Pero así fue. Jajajajajaja

-Jajajajaja Y dice que llegan a Cádiz poco antes de la pandemia.

-Sí. Y me encuentro súper bien desde el inicio. Más o menos esto lo conocíamos, pero teníamos que buscar piso todavía. Me acuerdo de entrar en un 'barro' y empezar la gente '¡eh, qué pasa!, venga usted pa'ca, uehhh, ¡una ronda de cervezas pa esta gente!'

-¿Dónde fue eso?

-Por Santo Tomás; así empezó la aventura. Recuerdo que dije: 'Aquí no puedo pararme'. Jajaja.

-¿Pero conocían a toda esa gente?

-No. Toda gente desconocida, toda nueva gente.

-¿Y cómo se fue acoplando al día a día de la ciudad? ¿Por dónde vivían?

-Vivíamos por la avenida, cerca del hotel Barceló, donde sigo viviendo. Y nada, mi marido siempre con su trabajo y yo en casa. Y qué pasa, me pregunto. Si yo en Toulouse abrí el negocio en un año aquí tengo que abrirlo en seis meses. Jajaja. Así que empiezo a buscar un sitio donde abrir un restaurante porque ya sí, aquí, quería abrir algo al público. Y lo he hecho. Solo que firmo el 'alquile' del local donde estoy ahora (frente a la gasolinera África) justo un mes antes que nos confinan.

-Ohhhhhhhhhhhhhhhhh

-Pero yo estaba con la reforma; lo he reformado todo.

-O sea, que no le afectó apenas.

-No, porque al final le he dado la fianza cuando estábamos cerrados. Durante la pandemia, mucha gente 'aburida'. Mi ...logo [Y baja la voz al mismo tiempo que veo que se esconde un poco usándome como pantalla como para esconderse de alguien]

-¿Qué pasa?

-[Y sigue con la voz baja] El señor que ha entrado ahora en el edificio es el edificio es mi neumonólogo, el de los pulmones. Jajajajajaja [Y tose riéndose y al mismo tiempo avergonzada] Aurelio.

-Jajajajajajajajajajajajajaja A ver, que después los médicos son los primeros en cagarse en todo lo que dicen, tranquila.

-No pasa nada. Jajaja. Te decía que la gente se aburría mucho durante la pandemia, yo nunca; yo me levantaba a las nueve, me hacía mi yoga, me ponía con el ordenador, con el plano del local; aparte, yo he comprado el mobiliario a mitad de la mitad del precio porque en la pandemia han 'calado' todos los precios 'pabajo'. Entonces, compré cosas buenas, decidí los colores y lo reformé todo enteramente; electrodomésticos, todo.

-Acaba la pandemia y cuando abre.

-27 de agosto de 2020 inauguramos. Ese es nuestro 'primero' día abierto. Ha sido una locura; restricciones, no se podía hacer la cena... Entonces, yo he abierto una pizzería pero he decidido dar desayunos, que es de la mañana hasta las cuatro.

-¿Qué se desayuna en un italiano?

-Normalmente los italianos comen dulce; cruasán, que sé, con una mermelada, o la nutella; también sacaba la tarta de manzana, pero venía siempre gente que quería salado y al final he dicho 'sí, vale, dame el salado, lo mejor que hay'. También sacaba la pizza en bandeja, al corte.

-Hábleme un poco de la carta de Infarina, el nombre de su bar de comida italiana. ¿Por qué ese nombre?

-Infarinar, en italiano, significa echar harina en la masa. Infarinare, por eso se llama Infarina. Después, tenemos una carta dedicada a la pizza y otra carta, que es la que cambiamos casi diariamente, que va según mercado y según me dé la gana jejejeje. Si voy a la pescadería y veo la cosa fresca, pues cojo lo más fresco que haya. ¿Que hay almejas? Pues hoy espaguetis con almejas; qué sé, por ejemplo, 'pech' espada al horno con su contorno de verdura, patatas o lo que sea... Cocinamos la lasaña, sacamos varios tipos de pasta; espagueti carbonara es el plato estrella porque lo hacemos auténtico, con el guanciale, que sería la parte del cerdo que viene de Roma.

-Hace no mucho que vi que no llevan nata. Ojo que también es mi plato estrella gracias a un tutorial. ¿Cuál es el mejor queso que le pega?

-No lleva nada, echársela es un 'sacrileyo', un pecado total. El mejor queso es el pecorino.

-Exacto. Sabio este pueblo italiano. ¡Pura Ambrosía y qué viva la cocina! Eso dice el nota del que yo copio recetas de su canal. Bueno, ¿y dónde se encuentra Claudia en Infarina, en la cocina?

-En 'todo lado', yo estoy en todo lados. Jejeje

-¿Cuántos son en el restaurante?

-Cuatro, ahora. Tengo un cocinero, una camarera y un futuro socio, que ahora está conmigo como colaborador digamos.

-¿Dónde se encuentra Infarina?

-En la Segunda Aguada, muy cerca de la gasolinera África. El barrio es colorado jajajajajajaja.

-¿Cómo que colorado? ¿Rojo? Jajajajajaja No me haga hablar de política que me va a hacer preguntarle por la Meloni en Italia.

-No, no, no. Política no. A mí se me ha caducado el DNI italiano y después ha salido la derecha en Italia y ya no lo he renovado.

-Jajajajajaja ¿No lo ha renovado?

-Estoy con el pasaporte; está bien así.

-Vale, vale.

-Podemos cerrar el discurso político jajajaja.

-Sí, sí, mejor porque si opino veo que me puede tirar la cerveza y no es plan. Jajajaja Lo cerramos, lo cerramos ya.

-Cerrado. No creo que haya que añadir nada, jajajaja.

-¿Qué le gusta más de Cádiz?

-La forma de vivir del gaditano es muy parecida a mi forma de vivir y la de mi tierra. Verás que cuando vayas de vacaciones a mi tierra no te hace falta hablar perfectamente italiano para integrarte rápidamente. Es la misma cosa que me ha pasado a mí aquí. Y se come muy bien igualmente, que eso para mí es fundamental.

-¿Ha hecho amigos en Cádiz?

-Mucho, muchísimos.

-Pues en el sur no somos muy de abrirnos de verdad a los de fuera. ¿Cómo los ha hecho?

-Por el restaurante, sobre todo. Allí, en la barriada, hay muchísimos bares pero son bares de toda la vida, ¿sabe? Yo he creado un hogar para la gente un poco más joven; la comida está buena pero la musiquita también es bonita.

-¿Reggae?

-Sí. También son muchas las mujeres que vienen solas y charlamos; yo me dedico mucho a eso también, me gusta. He abierto la puerta a muchas personas que por ejemplo en un bar cualquiera no van a sentarse porque o no se relacionan, o todos son hombres. En mi local pasa al revés, tú entras y a veces puedes preguntarte '¿esto qué es, un local feminista o qué? Jejeje.

-¿Puede que eso le salga hacerlo debido a de dónde viene, Italia, un país muy machista, no?

-Es muy machista. Exactamente, y esa cosa siempre me ha dolido; me pasaba también con mi madre, a la que le decía. '¡Mamma, vamos a comprar y después hacemos un aperitivo! -No, es que no sé qué...'. Ya sabes, la mentalidad que había con las mujeres y que aún queda. Yo siempre he ido sola a todos lados, pero en Italia hay un ojo malo en el sentido de que las mujeres como que si no pueden hacer lo que les dé la gana.

-¿Todavía?

-Sí, sobre todo al sur. Hay ciudades grandes donde todo el mundo hace lo que le dé la gana. Yo, aquí, lo tenía claro; el negocio tenía que funcionar bien por la comida, porque los productos que compro son los 'mejore', todos son importados con 'denominacione'; la gente come como se come en Italia.

-¿Todos los productos le llegan de Italia?

-Sí, sí. Son 'todo' más caros pero tú comes como se come en Italia. Todos los productos son importados con 'denominacione' de origen; en eso no hemos fallado. Y al margen de eso, también quería crear un hogar para la persona. Tengo una flute, una copa de prosecco, de cava enorme de alta con la bandera arcoíris; lógica e independientemente de eso, mi bar acepta a cualquiera. Pero sí, tenemos una cantidad de clientes que son lesbianas, gays, heteros, homosexuales; no se hacen distinciones. Y nada, eso también era un traguardo, ¿se dice traguardo en español?; cuando tú llegas al final de una 'maratona'.

-Línea de meta.

-Eso, meta. Esa era una de mis metas, mi objetivo; crear un ambiente abierto, tranquilo.

-Sobre todo es importante para que el sitio de su trabajo sea también el de su recreo.

-Sí, sí. 'Esacto'. Me canso seguro, obvio que me canso trabajando, pero estoy feliz allí.

Claudia, en un momento de la entrevista disfrutada en La Bocatería.

-No se canse de Cádiz.

-No, no. De hecho, planteo quedarme y me salen hasta más cosas. Gracias al restaurante he conocido hace un 'mesito' a una chica que tiene una ruta que se llama 'Cádiz tiene nombre de mujer'; también tiene un grupo de escuela que estudian italiano y estaban buscando a una persona que lo hablase nativo. Y me dice: '-Tú que tiene mucha cara, ¿tú te siente capace? Si tú libras un lunes me echas un cable y lo hacemos'. Me dieron todos los papeles y me los estudié, todo en español, encima. La ruta parte de la calle Plocia y va hasta el Pópulo, el PayPay, el ayuntamiento y yo tengo que explicar todo lo que ha pasado por ahí. Ya lo he hecho dos veces; hablando de lo que han hecho las mujeres en la historia de Cádiz. Por qué se llama calle Plocia y esas cosas. Ha sido una experiencia estupenda, magnífica.

-¿Qué tiene Cádiz que no tenga otro lugar?

-Sobre todo, no se me ha quitado la curiosidad de saber cómo se vive en otro lado, pero he pensado que si me voy de aquí voy a sufrir mucho. ¿Me entiendes? Voy a extrañar mucho lo que he creado aquí, las personas que tengo aquí, este viento, todo. Es que me creo que he metido muchas de mis raíces aquí. Jejejeje.

-¿Cómo es un día gaditano de los suyos cuando no trabaja? Aparte de sacar el perro, ¿qué es lo que más le gusta hacer un día libre?

-¿A mí? Jejejejejejejejeje. Un día tipo es... Son dos las opciones; o me dedico a mi casa y después me voy a cenar con una amiga con la que me voy de marcha o salgo, me siento en La Bocatería a las dos de la tarde y me voy a las dos de la noche.

-Jajjajajajajajajajajajajajajajajaja

-Básicamente es eso. Jejejejejeje.

-Vaya pregunta la mía. Jajajajajajajajaja

-¿Has visto? Jajaja. Puede ser que tiene la duda, yo se la quito. Jajaja.

-Bueno, ya son las tres y estamos en La Bocatería. Piano, piano si va lontano. Jajajaja Un 'placcere'.

-Jajjaja Lo mismo digo.

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