Nadal impacta una bola durante su participación en el torneo de Pekín
Nadal impacta una bola durante su participación en el torneo de Pekín - AFP
Tenis

Nadal, volver a empezar otra vez

El balear, con sólo siete partidos desde Wimbledon, apura la preparación a una semana de su vuelta a las pistas y con Australia como objetivo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No hay imagen de Rafael Nadal en una pista desde el 24 de octubre, eliminado ese día por el juvenil Borna Coric (17 años) en los cuartos de final de Basilea porque su cuerpo no estaba para muchos trotes.

Desde entonces, se sabe de él que pasó por el quirófano para ser intervenido de apendicitis y que posteriormente recibió un tratamiento de células madre para tratar los problemas de espalda que le persiguen desde la final el Abierto de Australia. También puso la primera piedra de la academia que llevará su nombre (verá la luz a mediados de 2016 en Manacor), cumplió con varios de sus patrocinadores y regresó a los entrenamientos el primero de este mes que ya agoniza.

A la vuelta de la esquina está una nueva temporada y Nadal asume el desafío, expuesto otra vez a la opinión pública porque todo el mundo se pregunta algo evidente.

¿Cómo volverá esta vez?

«De momento, las cosas marchan bien», responde Toni Nadal a ABC en conversación telefónica. «Ahora falta que estos buenos entrenamientos se reflejen en las pistas», sostiene el tío y entrenador, atento a la evolución de su sobrino. Parece que todo responde y que el campeón de 14 grandes estará en condiciones de competir, a partir del 2 de enero, en la exhibición de Abu Dabi, una rutina que repite año tras año y que le sirve para calibrar su estado y coger carrerilla.

Su primer encuentro será contra Gael Monfils o Andy Murray, en las semifinales, y a partir del 5 de enero empezará el curso oficial con el Open 250 de Doha, en donde defiende título y que este año cuenta con la presencia de Novak Djokovic.

En su puesta a punto, Nadal ha ido subiendo la exigencia después de unos días de precaución. «Los doctores nos dijeron al principio que fuéramos con más cuidado en el saque», relata el técnico, satisfecho porque dice que ahora todo está en su sitio. «Hemos estado una semana entrenando con Pablo Carreño (51 del mundo), otra con Richard Gasquet (26) y estos últimos días con Jaume Munar (da el salto al circuito profesional, finalista en el último Roland Garros júnior). Son entrenamientos de mucha intensidad», añade.

En cierto modo, es lo que necesita Nadal. Su 2014, algo irregular y con más contratiempos médicos de los esperados, queda marcado por esa lesión de muñeca que le dejó fuera de la gira americana (se perdió los Masters 1.000 de Toronto y Cincinnati, además del US Open), entregado un botín de 4.000 puntos sin poder defenderlos y desbancado del número uno por Djokovic.

Luego, ya en los torneos asiáticos, sufrió ese principio de apendicitis que le dejó sin fuerzas y Basilea fue su último torneo, descartando incluso su presencia en la Copa de Maestros. Fueron 49 encuentros hasta Wimbledon y sólo siete después, de ahí las dudas. «Ese es el principal problema que podemos tener al principio. Hay que pensar en que hemos tenido muy poca actividad y competición después de Wimbledon, y eso nos puede lastrar».

Objetivo, Australia

Pero se habla de Rafa Nadal, imperativo el optimismo porque siempre ha vuelto con más fuerzas. «Hombre, igualar lo que hizo en 2013 después de la lesión de rodilla (más de siete meses) es muy difícil –acepta su tío–, pero no imposible. Pasan los años y cada día es más difícil estar arriba, aunque la ilusión sigue intacta y eso nos motiva».

Australia, primer grande de 2015, está a la vuelta de la esquina (19 de enero a 1 de febrero) y el propio Toni concede opciones a su sobrino. «Necesitamos un poco de suerte en los sorteos porque nos falta ritmo, falta rodaje. Pero si está bien, seguro que tendrá sus opciones, sin olvidar que volver siempre cuesta. Sabemos lo que tenemos que hacer’».

Misma idea y mismos enemigos. «Espero a los de siempre», apunta el entrenador. Y ahí incluye a su chico. Porque Nadal siempre vuelve.

Ver los comentarios