Cádiz - Elche
La pizarra del Cádiz 3-0 Elche
La clasificación atenaza por momentos al equipo de Sergio que da un paso adelante en la segunda parte y se come al rival a raíz de la expulsión ilicitana
Tierra a la vista
Se ve la orilla ahí en el horizonte. Todavía hay que dar varias brazadas largas para alcanzar la tierra prometida, pero al menos ya se vislumbra ese pedazo de isla llamada permanencia. Ante el Elche solo valía nadar más que el rival para seguir vivos , y lo consiguió el equipo de Sergio no sin un gran esfuerzo y una dosis de tesón muy necesaria en los equipos que están peleando por sobrevivir en Primera División.
Cierto es que por momentos se vio un Cádiz atenazado por la clasificación. La victoria del Granada dejaba momentáneamente al cuadro cadista en descenso y eso se notó ante un rival que jugaba cómodo y suelto. La insistencia, la expulsión de Ponce y la aparición de los que deben hacerlo, fueron las claves para lograr una victoria que acerca mucho a la orilla de la salvación.
1. Responder a los malos inicios
Negredo e Idrissi eran las novedades en un once de Sergio que seguía apostando por la dupla José Mari - Alex, también mermada por las bajas. No obstante, los dos centrocampistas respondieron al reto haciendo un gran trabajo durante todo el partido.
Viendo lo que había sucedido ante Athletic y Sevilla, el Cádiz salió muy despierto al partido , con ímpetu y fuerza desde el minuto uno para no verse por detrás en el marcador, como le pasó ante vascos y sevillanos. Sin que hubiera ocasiones claras, el cuadro gaditano pisaba el área de Badía con las internadas de Alejo y algún que otro robo en el centro del campo. La disposición del Elche, con una defensa de circunstancias por las bajas, era la de prácticamente jugar con un 4-3-3 que fue cambiando en la segunda parte.
2. Paciencia ante la desesperación
El Cádiz quería pero salvo un par de jugadas, las ocasiones no llegaban. Enfrente el Elche estaba cómodo, sabiendo que todo el peso del partido debía ser gaditano. Tuvo Gumbau el gol con un gran disparo que salvó Conan y en la reta final de la primera parte se adueñó del partido ante un Cádiz temeroso de cometer fallos atrás y sabeedor de que debía ganar el partido como fuera ante el cuadro ilicitano.
Lo mismo le pasó al equipo gaditano en el comienzo de la segunda mitad. El conjunto de Francisco dominaba a placer, tocaba y tocaba durante muchos minutos ante un Cádiz que estaba perdido y que solo funcionaba a base de arreones.
3. La expulsión abre los goles
Pasado el tiempo de zozobra cadista, el equipo de Sergio daba un paso adelante y comenzaba a crear ocasiones de verdad. Las internadas de Alejo, siempre incisivo en la primera mitad, no encontraban rematador, mientras que en la otra banda Idrissi lo intentaba desbordando a su par. Por el centro, Álex buscaba al mejor compañero sin que se viera mucho entendimiento entre Lucas Pérez y Negredo.
Con ese paso adelante, la expulsión de Ponce terminaba de dar el empuje necesario a los amarillos. Chust y Alarcón entraban en ese momento por Fali y José Mari, mientras que contra diez Sergio optaba por una defensa de tres quitando a Akapo, para darle toda la banda derecha a Iván Alejo y a Rubén Sobrino.
Con esa premisa llegaba el gol de Negredo, gracias a un Lucas Pérez que si no marca puede iniciar la jugada como hizo con el gran centro a la cabeza del vallecano. Con el gol el Cádiz respiraba y se liberaba y de ahí el tanto de fe de Rubén Sobrino y el posterior de Choco Lozano que entraba en los minutos finales junto a Iza para de nuevo recomponer la defensa de cuatro.
Un partido de tesón, paciencia y sobre todo de eliminar cualquier tipo de desesperación por la clasificación. El Cádiz sigue dando muestras de estar vivo, a falta de tres nuevas finales para conseguir el objetivo.
