Opinión| Cádiz CF

Idus de marzo

Pudiera ser que estos idus de marzo, de tan fatídica tradición clásica, vengan a proclamar el esperado cambio de suerte para los gaditanos y constituyan el punto de partida para alcanzar el final de temporada que todos deseamos

Momento en el que Alvaro Negredo cabecea a gol ante el Eibar. EFE
Pepe Reyes

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Siete jornadas después, el Cádiz volvía a sonreír con esa relajada mueca que da la victoria. Importante triunfo frente al Eibar que ha de servir de bálsamo reparador de tantas dudas acumuladas y como definitivo pespunte que cierre ese descomunal boquete por donde tantos goles nos han colado.

Faena que ha de completarse con un nuevo triunfo ante el segundo enemigo directo que le ha cabido en suerte, el Alavés, y así obtener el preciado trofeo de seis puntos tras sendos duelos trascendentales. Pues pudiera ser que estos idus de marzo, de tan fatídica tradición clásica, vengan a proclamar el esperado cambio de suerte para los gaditanos y constituyan el punto de partida para alcanzar el final de temporada que todos deseamos.

Para que ello suceda el equipo no ha de bajar ni un ápice la guardia en cuanto a lucha, orden y generosidad se refiere , a lo que habrá de añadir un mayor índice de acierto en las labores ofensivas y de remate. Contenido despertar de optimismo que viene sugerido por la vuelta al once titular de Jonsson y José Mari , dupla de medios centros que, a medida que vayan recuperando el ritmo de juego, debe aportar alta dosis de estabilidad y el deseado equilibrio entre líneas.

Además, la apuesta de Cervera por Rubén Sobrino parece que va en serio , pues le ha otorgado la titularidad y no ha salido del césped desde que llegó. En los últimos minutos del reciente encuentro ya pudimos observarle una arrancada larga, plena de potencia, que quiso recordar al referente internacional aludido por el míster. Parece el fijo acompañante de un rejuvenecido Negredo, descomunal jugador éste cuyo rendimiento ha superado todas las expectativas.

Y, a la espera de que el polivalente Álex Fernández recupere su mejor forma , llama la atención la ocasional ausencia en el once de un jugador con la clase y el desequilibrio de Perea , único capaz de inventar algo diferente y de atraer contrarios con sus regates. No verlo sobre el campo es un lujo que el Cádiz no se puede permitir .

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