Cádiz Cf
Vuelta a los orígenes
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El cuadro de Gaizka Garitano puso en liza las cualidades futbolísticas que parecían olvidadas y que hicieron soñar durante un tramo de la temporada
Las notas del Cádiz - Sporting

Era el momento para cambiar la dinámica y el Cádiz CF lo hizo. Bajo un ambiente tenso por las protestas acaecidas antes del encuentro contra la gestión de la directiva, que se prolongaron durante el transcurso del partido, el conjunto amarillo volvió a presentar aquellas características que le convirtieron en un rival temible durante los primeros compases de 2025 y que llegaron a ilusionar a la parroquia cadista con la posibilidad de alcanzar los playoffs de ascenso. Señas de identidad que fue capaz de inculcar Gaizka Garitano y que, en mayor o menor medida, se perdieron a raíz de la derrota en Tenerife.
Son las derrotas las que suelen provocar una pequeña revolución en el once. Sin embargo, tras el empate en El Plantío hubo hasta cuatro modificaciones en la alineación del técnico vasco. Zaldua, Fali, Ontiveros y Roger Martí, premiado por anotar el tanto en tierras burgalesas, fueron de la partida en el duelo contra el Sporting de Gijón. Y el plan salió bien. En primer lugar, porque se recuperó la intensidad, el ritmo, las ganas y el saber estar sobre el terreno de juego. Ya lo dijo el otro Garitano, Asier, en rueda de prensa. «El Cádiz es un buen equipo que defiende bien y que gana muchos duelos. En los balones divididos ha sido más fuerte que nosotros».
Un equipo ordenado con inclinación hacia la portería de Rubén Yáñez, con profundidad y amplitud por parte de sus laterales y una buena función de equilibrio y posicionamiento desde el centro del campo en el que repetían Rubén Alcaraz y Álex Fernández. En el minuto 19, en el primer disparo a puerta del encuentro, llegó el golazo de Chris Ramos. Aparecía aquella efectividad que los amarillos no encontraban en las últimas jornadas. Una vez adelantado en el marcador, el guion del partido debía ser más favorable para el Cádiz CF, mucho más cómodo cuando posee la ventaja porque es capaz de gestionarla correctamente.
Y así lo hizo. Supo como manejar el partido para que no pasaran demasiadas cosas. Eso, sumado a una solidez defensiva importante y a un Sporting de Gijón que en el día de ayer no estuvo especialmente lúcido en ataque, permitieron que el Cádiz protegiera el electrónico sin apenas complicaciones en el tiempo restante. A destacar que la zaga volvió a presentarse como contundente y expeditiva. Fali, que no jugaba desde el pasado 2 de marzo cuando fue expulsado en el Carlos Belmonte, realizó un partido muy serio. En definitiva, una serie de características y rasgos futbolísticos que habían desaparecido y, una vez recuperados, crean una versión más fiable, sólida y reconocible de los amarillos más allá de la vistosidad o la espectacularidad ofensiva. Había que ganar y se ganó.