Y volvió Fali

Víctor Chust ha sido un futbolista inamovible en el eje de la zaga tanto para Paco López como para Gaizka Garitano. «Ha tenido problemas en la rodilla y una molestia en el isquio durante la semana», reconocía el técnico vasco después del partido. Por lo tanto, el central valenciano se perdía su segundo partido de la una temporada en la que ha disputado todos los minutos a excepción del encuentro en el Martínez Valero, la visita del Sporting al estadio gaditano y la segunda mitad del desastroso debut liguero en casa ante el Zaragoza.

Por lo tanto, Garitano tuvo que romper la pareja Kovacevic-Chust y buscar soluciones. Hace unas semanas, cuando el central serbio fue convocado por la sub21 de su país, el técnico apostó por Iker Recio en el Heliodoro Rodríguez López. No salió del todo bien porque, a pesar de que el defensor hiciera un partido correcto, el Cádiz acabó perdiendo y desaprovechando una oportunidad de oro para engancharse a la lucha por los playoffs de ascenso.

Así que, contra el Sporting de Gijón, Garitano alineó a Fali. El valenciano, pieza importante para entender el ascenso a Primera y las permanencias en la máxima categoría, ha vivido una temporada muy negativa. El bajo rendimiento deportivo, unido a la mala temporada colectiva y sus gestos hacia la afición en el choque contra el Oviedo, además del tira y afloja con el club en el tema de su renovación han provocado que el curso no haya sido de ensueño para el central.

Fali, que no disputaba ni un solo minuto desde el pasado 2 de marzo cuando fue expulsado en la derrota en el Carlos Belmonte, acompañó a Kovacevic en el eje de la zaga y mostró esa versión que todos quieren ver. Concentrado, serio y contundente. Liderando junto al serbio las tareas defensivas del equipo, que supo mantener la portería a cero para defender la ventaja que otorgó el tanto de Chris Ramos. El Fali que todos queremos.