Cádiz CF
Todo por hacer entre tanta incógnita
A día de hoy, el Cádiz CF carece de esos jugadores importantes que deben sujetar la estructura del once
Ya están todos

Es lógico y comprensible que esté todo por hacer. Es tan normal que, de hecho, aún no se ha llegado a la fecha donde expiran todos los contratos de los futbolistas profesionales, es decir, ese 30 de junio donde todo queda oficializado. Sin embargo, y a pesar de todo, la secretaría técnica del Cádiz CF que lidera Juan Cala ya lleva mucho trabajo realizado después de que el presidente Manuel Vizcaíno abriera el periodo de fichajes con la revolución de Suso.
Una vez que el ex del Sevilla oficializó su fichaje han llegado otros hombres que vienen con la vitola de ser importantes. Se trata de los mediocentros Sergio Ortuño y Joaquín González. Además, también se han conocido las renovaciones de Bojan Kovacevic (oficial) y la de Iza (oficiosa) y se está a la espera de que Álex Fernández dé el sí después de que el club le haya hecho una última oferta de renovación a la baja. Todo lo demás son incógnitas por resolver a medida que el mercado de verano se vaya encarrilando, algo que aún está muy lejos de concluirse dado que ninguno de los muchos retales que han de salir de la entidad lo han hecho.
El comienzo de la temporada 25/26 queda muy lejos; por quedar, queda lejos el comienzo de la pretemporada, prevista para dentro de dos semanas. Ahora mismo, como es normal, el frenesí se ha de vivir en los despachos del club cadista, ahí donde los ayudantes de Juan Cala no paran en peinar las diferentes ligas de donde sacar refuerzos para Gaizka Garitano, que disfruta de sus vacaciones en contacto directo con sus responsables en el área deportiva, comenzando por el presidente.
Lo cierto es que aventurarse ahora a dibujar un posible once recogido sobre otro posible sistema es todo un tiro al aire. No obstante, cualquier aficionado al fútbol verá que a este Cádiz CF 25/26 en ciernes le falta mucho por definirse. De entrada, el bloque que deberá conseguir Garitano aún no muestra una columna vertebral poderosa, algo transcendental para cualquier equipo con aspiraciones que se precie.
Porque, en efecto, hay buenos jugadores -sino los mejores de la categoría- pero a Suso y Ontiveros habrá que dotarlos de escuderos que soporten la volatilidad defensiva de un ataque que tiene a tantos cadistas ilusionados como cautelosos a la hora de imaginar la solidez defensiva. De momento, por idear, es difícil de idear un sistema para dar forma a los pensamientos de un entrenador que guarda como reglas de oro la velocidad y llegada por banda, los centros y la presión alta. Queda mucha tela por cortar y aunque se ha empezado la casa por el tejado se confía en que pronto la estructura del equipo pueda quedar bien sujeta.
Y para eso, para ordenar y equilibrar a un equipo con mucha libertad en ataque, es preciso dotarle de una columna vertebral que siga a pies juntillas las ideas del entrenador. Ya saben, desde el portero al delantero centro pasando por la sala de máquinas. Y, de momento, falta peso en dichas posiciones.
Todo empieza en la portería, donde no seguirá Caro y sí David Gil. Además, el canterano Víctor Aznar hará la pretemporada con el primer equipo y mucho tendrá que demostrar para conseguir el visto bueno de Garitano, que espera y desea la llegada de un portero de garantías que no tuvo el pasado año. A no ser que Aznar sea un portento, este Cádiz CF 25/26 necesita galones bajo palos para no adentrarse en la espiral de dudas en la que se ha metido desde la marcha de Ledesma. David Gil es una certeza en el banquillo, mientras que Víctor Aznar es un melón por abrir. Todo lo que no sea dar con un portero experimentado y con números serios en Segunda o procedente de Primera sería tirar la misma moneda al aire que se ha tirado este año.
La zona central de la defensa también necesita del mismo empujón que pide la portería. Esta semana pasada el Cádiz CF renovaba a una opción de futuro como es Bojan Kovacevic, un joven central serbio que pasó del ostracismo con Paco López a protagonismo con Garitano. Al balcánico se le une el irregular Víctor Chust, que haría bien en centrarse si quiere ser alguien importante en un equipo donde se le busca salida a Recio, Fali y Luis Hernández. Lógicamente, ha de llegar un central que dé esa consistencia necesaria que toda defensa exige.
Sí que se han hecho cosas en el centro del campo, donde han llegado Sergio Ortuño y Joaquín González y de donde hay que sacar a Rubén Alcaraz, Fede San Emeterio y Gonzalo Escalante. Tesituras aparte son los casos de Kouamé, que volvería en enero de Chicago, y Álex, que desoja la margarita entre quedarse o pegar el pelotazo de marcharse a ligas donde mandan los petrodólares. Quien sí sigue es Moussa Diakité. Como se ve, muchas incógnitas. Demasiadas para una sala de máquinas que debe ser el motor de un equipo con dos faros sin muchas sujeciones.
Queda la delantera, donde a día de hoy se desconoce si seguirá Chris Ramos, con querencia a irse a la MLS norteamericana con el permiso del Cádiz CF. También seguirá Roger Martí, un delantero top con muchos años y más lesiones. Está por ver lo que pase con Carlos Fernández, al que le queda un año de contrato con la Real que no cumplirá dado su mal año en la Tacita, un lugar donde ha hecho una pretemporada de un año con la esperanza de reconvertirse en el delantero que fue. Tendría sitio porque tiene compromiso.
Así andan las cosas por una columna vertebral cadista que a priori no se antoja con poderío, con tablas, con poso. Queda todo un verano por delante y mucho por hacer.