Cádiz CF
Lo suficiente para sobrevivir
Los pupilos de Garitano están contando con ese plus de suerte con unos rivales que no aparecen y en el campo hacen lo mínimo para no desaparecer
Que este acabe ya (2-2)

Por descontado que la temporada del Cádiz CF ya puede catalogarse como de fracaso absoluto, de lo más sonoro. Sin duda, un año después de haber desalojado por méritos propios la máxima categoría, el equipo amarillo incluso se está empeñando en abandonar incluso el fútbol profesional porque de no ser por la ridícula campaña protagonizada por los cuatros equipos que se van a Primera RFEF la entidad que preside Manuel Vizcaíno estaría en estos momentos con el agua al cuello. No lo está por varias razones.
La primera no es otra que la anteriormente citada y esa no es otra que la calamitosa marcha casi que desde el comienzo de Liga de Cartagena, Racing de Ferrol y CD Tenerife, tres equipos defenestrados desde hace mucho tiempo y que, salvando a los insulares desde la llegada del excadista Álvaro Cervera, no han hecho otra cosa que echarse piedras a los bolsillos mientras se adentraban en la profundidades de un pozo que los llevará a una categoría inferior donde el verde desaparece para convertirse en lodo.
De los cuatro que se van al cajón de la Primera RFEF falta uno que saldrá de una terna a la que no quiere ni acercarse el Cádiz CF, que 46 puntos y decimoquinto clasificado ve con algo de tranquilidad como Málaga (42) y Zaragoza (41) huyen de las llamas en las que se encuentra el Eldense de José Luis Oltra, que con 39 puntos sería el otro equipo que descendería a los infiernos. El conjunto alicantino perdía este fin de semana pasada una oportunidad de oro para haber abandonada esa posición de no haber perdido en A Malata ante el Racing de Ferrol, que con un tanto del excadista Álvaro Giménez daba la sorpresa y, de paso, le echaba el gran cable de la jornada al once de Gaizka Garitano y también a maños -goleados 5-2 por el Levante- y malagueños, que este lunes cierran la jornada en Ipurúa ante un Eibar en una situación parecida a la del Cádiz CF.
Pero no todo y durante todo el tiempo lo ha hecho mal el Cádiz CF, que gracias a una racha de partidos sin perder con la llegada de Garitano pudo meter una distancia considerable con los puestos de descenso mientras ilusionaba a la parroquia con alcanzar la orilla de los play off de ascenso. Sin embargo, no había ni equipo ni ideas para hacerlo tal y como se presenció en la segunda parte en Carranza ante un Castellón que empató cuando pudo haber ganado en una tarde en la que los cadistas quedaron retratados de hasta dónde podían llegar.
De entonces a ahora, el equipo amarillo se ha dedicado a gestionar sus carencias del modo en lo que mejor ha podido o le han dejado poder los rivales. Así, poco a poco, se fueron bajando los humos hasta incluso preocupar a una afición que veía como el once cadista se iba acercando peligrosamente a una línea roja que ahora tiene a siete puntos tras el importante empate del pasado sábado en Burgos.
En efecto, el encuentro en El Plantío no fue más que otro para archivar de los tantos y tantos bodrios que está firmando el Cádiz CF desde el año pasado en Primera División y con distintos entrenadores. La desafección con la grada, con la afición es notable, pero lo cierto es que el conjunto de Garitano no le perdió la cara al encuentro a pesar de las muchas facilidades dadas al Burgos, que por algo tiene cinco puntos más en la tabla que este deprimente colectivo de jugadores amparado por un presidente que no sabe cómo poder quitárselo de encima.
A pesar de todo, el Cádiz CF de Garitano está compitiendo. Compitió hace dos jornadas ante el líder Elche y ha competido en prácticamente todos los campos a excepción del Carlos Belmonte, donde hincó la rodilla para levantarla rápidamente en los derbis ganados a Málaga y Granada. Desde entonces, un empate ante el Eibar en casa y varias derrotas, todas por la mínima.
La gran preocupación de Garitano son esos momentos de desconexión que sufren los suyos. De hecho, a medida que iban pasando los minutos en Burgos el encuentro iba tomando el mismo cariz que otros tomaron y que acabaron con la derrota amarilla. Pasó ante el Elche, ante el Tenerife e iba pasando otra vez ante el conjunto burgalés. Sin embargo, esta vez, los amarillos sí supieron ir a por el empate y con justicia lo encontraron gracias a un charco que anteriormente privó del gol.
Quedan varias jornadas por delante y el descontento reinante es total, no obstante, el equipo sigue dando la cara y no son tiempos fáciles para ninguno de estos jugadores. Dentro de lo malo, los futbolistas no tienen pensado ni bajar los brazos ni dejar que la nave se acabe yendo a la deriva. Eso sí, deberán seguir remando por muy mal que lo hagan. Pueden estar tranquilos, por detrás hay rivales que no tienen ni remos.