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Cádiz CF

La revolución de los veteranos

Roger y Fali fueron de los mejores en la reacción del Cádiz en Córdoba y demostraron sacar coraje, vergüenza y garra cuando todo estaba perdido

Ya han jugado todos con Garitano

Roger y Fali calientan en el Arcángel. L. V.

Alfonso Carbonell

Cádiz

Le han dado palos de todos los colores, pero a la hora de la verdad saben cuando han de se sacar los galones para que el barco no termine de hundirse en mitad de un ridículo naufragio. Roger Martí y Fali han llegado a la titularidad a una recta final de Liga a la que se pueden agarrar para recuperar el crédito que tanto ellos como el colectivo llevan perdiendo desde que el año pasado sucumbieron en el iceberg de San Mamés, allí donde el barco comenzó a hundirse mientras Manuel Vizcaíno y Rafael Contreras escuchaban placenteramente a la orquesta tocar mientras bebían champán en lo alto la proa.

Desde entonces, el Cádiz CF ha ido sucumbiendo semana a semana y el resultado es el cadáver viviente que cada jornada el público presencia mientras come pipas. No obstante, dentro de esta quema hay algunos que están luchando por salvarse del juicio más que merecido que la afición hará en cuanto se acabe una temporada aciaga, la segunda consecutiva.

Es el momento para dar la cara, al menos en el campo ya que el club sigue escondiendo a sus jugadores tras las derrotas. Y eso que los medios de comunicación ya ni acompañan desde hace tiempo a su triste y desolador equipo. A pesar de tener a disposición los medios del club, sus micrófonos, sus periodistas del departamento de comunicación, sus preguntas y el relato que quieran construir para acercarse a su parroquia desde la directiva amarilla se prefiere el mutismo más absoluto. Y puede que hasta tengan razón dado que lo inexplicable es complicado de explicar.

Pero volviendo al equipo, hay jugadores con contrato ya entrados en años que saben que este verano puede ser calentito y que por mucho que tengan el futuro resuelto si Garitano -que tiene firmado hasta junio del 26- se pone serio y consigue convencer a Vizcaíno de la limpia que merece este vestuario hay muchos que verán revisados sus contratos. Por eso, no es nada baladí el rendimiento que se dé en estos últimos encuentros que marcarán o dejarán marcados a muchos para el próximo curso, en el caso de que sigan.

Roger Martí tiene un año de contrato por delante, mientras que Fali no cumple el suyo hasta, siéntese, ¡2028! Ambos han sido de lo más criticado en esta temporada y se le ha colocado la etiqueta de exfutbolistas por parte de muchos aficionados, sin embargo, en Córdoba estuvieron al frente de un nave que se hundía entre la mofa para salvar el expediente y recoger el escudo del suelo donde había caído tras unos lamentables 45 minutos.

La garra de Fali se pudo ver en cada acción en defensa y la rabia en cada protesta a un árbitro muy casero al que no hay que echarle la culpa de la derrota en absoluto. El defensa valenciano lleva dos encuentros muy serios y está recuperando esa versión que le hizo ser un ídolo del cadismo desde que llegó de Tarragona en el año del ascenso hasta el pasado curso, que comenzó a bajar preocupantemente su rendimiento. La cara de Fali, al final del partido, reflejaba la de un profesional enfadado por la derrota, por la imagen, por los penaltis ideados por el colegiado y, en definitiva, la de un jugador con vergüenza que sabe que su nombre está en entredicho tras los merecidos méritos que ha hecho para mancharlo. Le toca sacarle brillo de nuevo y ello está.

El otro caso es más espinoso porque si hay un jugador que lo ha pasado francamente mal con la elástica amarilla ese es Roger Martí, que no ha podido tener continuidad jamás debido a las lesiones, en especial, la que sufrió en noviembre del 24 en Las Palmas cuando se destrozó el peroné y que le ha seguido dando guerra hasta el llanto. Pero esto del fútbol es así y si no se está a pleno rendimiento, las críticas sobrevuelan la cabeza del más pintado. Y él, que ha perdido esa chispa, quedó retratado en un encuentro en Carranza donde solo ante el portero perdió velocidad hasta el punto de ser sobrepasado por un pesado central. Esa imagen, esa acción le ha hecho mucho daño y está en él y su físico responder. Y lo lleva haciendo. En Burgos marcó el gol del empate y este pasado viernes tiró de ese olfato de gol que no ha podido usar mucho en Cádiz para recortar distancia con un gol de '9' nato, lo que es. De hecho, todos los entrenadores que ha tenido en su estancia en Carranza han confiado en él, pero sus piernas no le han acompañado. Su celebración del tanto conseguido en El Arcángel refleja que está apto para el combate, que quiere seguir dando guerra y que está como loco de demostrar lo que no ha podido demostrar por las lesiones en su último año de contrato. Y en ello está.

La revolución en Córdoba la pusieron los veteranos. Saben que se la juegan.

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