La puerta se quedó cerrada

Es lo que tiene hacer las cosas bien y hacerlas mal y el pasado viernes, en el Arcángel de Córdoba, se pudo ver cómo un equipo, el recién descendido, va a llegar al final de Liga con el agua al cuello y como otro, el recién ascendido, lo hará más suelto, más libre, más desahogado, mejor.

Un ejemplo de las dos trayectorias y de cómo se están gestionando por sus entrenadores se pudo ver en los últimos minutos de un derbi que ya estaba herido de muerte en el descanso, pero que milagrosamente se vino arriba al comienzo de la reanudación para terminar de nuevo en manos del equipo que corría con un jugador más desde final de la primera mitad.

Con 4-2 en el electrónico, el entrenador local, el prometedor Iván Ania sacaba de l banquillo a los chavales del filial Tounkaran y Adrián Vázquez a diferencia de su colega en el otro bando Gaizka Garitano, que no tenía más remedio que dejar sentados a sus cachorros Ismael Álvarez y Marcos Denia, que fueron convocados por el entrenador vasco debido a las bajas por lesión de Chris Ramos, Brian Ocampo y Fede San Emeterio. Lo del uruguayo, en verdad, se desconoce si es por lesión o por bajo rendimiento. Poco importa.

Los canteranos Ismael Álvares y Marcos Denia presenciaron así, junto al tercer portero Víctor Aznar, cómo sus compañeros del otro equipo veían la posibilidad que ellos dudan mucho que vayan a tener por más que el primer equipo regale a su sufrida afición papelones como el del primer tiempo en Córdoba,

Por mucho que el seleccionador español sub'21 Santi Denia, padre de Marcos, estuviera en el palco del Arcángel, Gaizka Garitano ni siquiera puso a calentar a los chavales en un encuentro que se convirtió en un marrón que, eso sí, debían comerse exclusivamente los profesionales.

Además, y por lo dicho en ruedas de prensa previas al encuentro, no parece que Garitano vaya a abrir la puerta del primer equipo a los más jóvenes. «Sacaré a los mejores hombres», manifestó dejando pocas dudas sobre si accedería a dar minutos a unos canteranos que tampoco es que este año se hayan salido en su categoría tal y como se comprueba con el descenso del B a Tercera RFEF por culpa de una irresponsable política de cantera.

A falta de cuatro jornadas, y tras el numerito del pasado viernes, habrá que ver si Garitano medita su decisión y permite nuevas y más jóvenes caras en el primer equipo aunque sea, por lo menos, para darle a su afición motivos distintos a los que hay para ir al estadio a ver a un equipo muerto.