Previa Cádiz CF: Ganar para no depender de nadie

Una final cuando no ha acabado el mes de febrero. Sí, una final con todas las letras y no se trata de ningún tópico. El Cádiz CF se juega su continuidad en Primera a la hora del almuerzo. No matemáticamente, pero sí en el plano anímico y psicológico.

El encuentro que comienza a las 14.00 horas de este domingo ante el Celta significa para los cadistas seguir con vida o iniciar un largo funeral que daría con los huesos en Segunda. En el peor de estos casos se haría muy larga la temporada. Demasiado.

La friolera de 21 encuentros ligueros lleva ya sin ganar el equipo gaditano. Demasiados. Tantos que en condiciones normales prácticamente estaría desahuciado porque contar con 17 puntos en 25 encuentros es una cifra desalentadora. Sin embargo, buscar la permanencia más barata de Primera juega a su favor y por eso todavía tiene opciones de éxito.

Tan extraño es todo que ganando al Celta, y eso que no lo hace desde el lejano 1 de septiembre de 2023, el Cádiz CF saldrá de la zona de descenso a Segunda. ¡Frótense los ojos pero es así!

Y lo hará porque el adversario es el Celta, que a estas alturas tiene tres puntos más que los gaditanos a estas alturas de la competición. Por tanto, una victoria amarilla meterá a los vigueses de nuevo en el pozo después de varias semanas y hará que el Cádiz CF respire y afronta el futuro con optimismo. Y con el 'goal average' particular con los gallegos a favor, que también es importante.

Empatar dejaría una sensación un tanto amarga porque se prolongaría la racha sin ganar, el Cádiz CF continuaría en el pozo de la clasificación una semana más y, aunque el Celta seguiría estando a tiro de piedra, quedaría una sensación de haber perdido una oportunidad de oro para salir del bache. También se pensaría: ¿cuándo se podrá vencer?

La catástrofe sería caer derrotado. Ahí, aunque quedarían aún doce encuentros y 36 puntos en juego, anímicamente se vería a un Cádiz CF de Segunda y la temporada se podría hacer demasiado larga, con las miradas puestas en los jugadores que no han rendido y en el palco presidencial, ya que el banquillo ha sufrido un cambio hace apenas un mes. Y si relevar a Sergio González por Mauricio Pellegrino no fue la solución, claro quedaría que hay más responsables que ellos.

A fin de cuentas, seis puntos más el 'goal average' darían lugar a una notable ventaja a favor del Celta. Y eso también lo saben que Vigo, donde quieren atar buena parte de la permanencia en Primera. Así lo dejó entrever el capitán Iago Aspas, aunque su entrenador Rafa Benítez haya quitado un poco de hierro al asunto por aquello de rebajar la presión. «No creo que el partido ante el Cádiz CF sea un jaque mate. Quedan doce encuentros más», apunta el experimentado míster madrileño del equipo gallego.

Eso sí, pase lo que pase, habrá un margen mayor de maniobra que la temporada pasada. Entonces los dos equipos también se jugaban la vida en el mismo escenario, pero era la penúltima jornada. Un gol de Sobrino dio más de media salvación a un Cádiz CF que certificó el billete en Elche. El Celta, por su parte, se vio inmerso en problemas cuando casi creía que estaba salvado. Al final tuvo que sufrir en Balaídos ante el Barça. El asunto es que ambos consiguieron sus objetivos y por eso hoy se ven de nuevo las caras sobre el rectángulo de juego.

Razones hay de peso para arropar como sólo el cadismo sabe a su equipo. Por eso el Estadio Carranza será una caldera y en Vigo también lo saben. Aunque se trate de animar a los celestes, el color del Celta con el que saltará el Cádiz CF al césped. Eso de «¿por qué juega el Cádiz CF de celeste?», que diría Luca de la Torre.

Para la ocasión, Mauricio Pellegrino sólo tiene las bajas obligadas de los lesionados Fali y Roger Martí, y del sancionado Lucas Pires. En el Celta se caen por lesión cuatro jugadores: Aidoo, Ristic, Carlos Dotor y Miguel Rodríguez.

A priori, Conan Ledesma está en condiciones de continuar como titular pese al susto en el entrenamiento del miércoles, aunque tampoco sería descabellado ver a David Gil de inicio.

Mauricio Pellegrino, que tiene que hacer cambios obligados en la defensa, no da pistas y hasta se guarda la convocatoria hasta el último momento.

Y así, Iza y Zaldua pugnan por el lateral derecho, Jorge Meré y Ousou por un puesto en el centro de la defensa junto a Víctor Chust, y Javi Hernández como recambio del sancionado Lucas Pires.

Gonzalo Escalante, con el permiso de Samassékou, y Rubén Alcaraz aspiran a coger el mando en la medular, con Iván Alejo por la derecha y Robert Navarro en la izquierda. Arriba, Juanmi y Chris Ramos, con Sobrino, el héroe de la temporada pasada, esperando su oportunidad.

Desde el banquillo estarán esos jugadores que tenían que haber dado el salto de calidad al Cádiz CF de este año: Brian Ocampo (si entra en la lista de convocados), Darwin Machis o Maxi Gómez, quien fuese un ídolo en Balaídos y que ahora es la sombra de lo que fue. Ahora podría ser el mejor escenario posible para su reivindicación.

El Celta de Rafa Benítez viene de caer derrotado en los minutos finales ante Getafe y Barça en dos claros ejemplos de lo que ha sido su irregular curso. Eso sí, justo antes dio un zarpazo ante el Osasuna en El Sadar (0-3). Un celta con buenos argumentos arriba, pero demasiado frágil atrás.

En Cádiz su once titular podría ser el formado por Guaita; Renato Tapia, Unai Núñez, Carl Starfelt; Mingueza, Fran Beltrán , Luca de la Torre, Manu Sánchez; Tadeo Allende, Iago Aspas y Strand Larsen.

Lo que viene a ser una final con todas las letras. Y hay que ganarla.