Real Sociedad - Cádiz

(Previa) Sin el peso de la historia, pero con la responsabilidad del momento

El Cádiz visita un estadio maligno aunque con la diferencia contrastada de que esta vez nada es igual

Dónde y cuándo ver el partido

El equipo cadista, con el hijo del presidente Vizcaíno al frente, salió este miércoles hacia el País Vasco desde el aeropuerto de Jerez. Antonio Vázquez

Alfonso Carbonell

No se le da nada bien Anoeta al Cádiz, pero mira, ¿qué más da? Porque este Cádiz no es el mismo Cádiz. Este Cádiz fluye, juega a otra cosa. Intenta ser importante y no regala la pelota así por así. Ni cede terreno ni entrega la cuchara. Claro que por supuesto no es tonto. Por descontado que ahora igual que antes no se cree superior a la Real Sociedad ni a nadie, pero, y aquí es donde ha cambiado una enormidad, tampoco es que se tenga que sentir muy inferior a sus contrarios tal y como repetía una y otra vez el señor de las gafas. Tajantemente no. Este Cádiz es otro . Juega cuando puede y se refugia solo cuando debe. De ahí la victoria en Barcelona o el empate en el Pizjuán, dos territorios antes inexpugnables para el conjunto gaditano.

Este jueves toca otro campo maligno para los intereses cadistas . Sin la historia y tradición de los dos anteriormente citados, pero con un anfitrión de parecido renombre como es la Real Sociedad de San Sebastián.

Cuatro veces ha ido a jugar a Anoeta –ahora Reale Arena, la pasta es la pasta y aporta más en las arcas que la memoria histórica– y en ninguna de ellas ha ganado el Cádiz, que allí se ha presentado hasta con cuatro entrenadores. De esas cuatro veces que ha jugado el conjunto gaditano en el nuevo estadio donostiarra solo una vez consiguió puntuar y fue con el entrenador que menos carrera hizo en el banquillo cadista. El gaditano Antonio Calderón consiguió un 0-0 en la aciaga temporada 2007/08 que acabó con el trágico descenso a Segunda B en Alicante con un tal Julián Rubio al frente después de un año en el que también estuvieron García Remón (made in Baldasano) y Raúl Procopio (ya con Muñoz a la desesperada después de que Fernando Vázquez no pudiera firmar por problemas personales). Total, que se empató ese año en Anoeta pero se acabó bajando al infierno del que se salió con el siguiente entrenador que sufrió un escarmiento en Anoeta en la vuelta a Segunda. El navarro Javi Gracia , en la temporada 2009/10, recibía un severo correctivo (4-1) en Anoeta y era despedido ipso facto a primeros de enero para que volviese otro que había probado las hieles del frío campo txuriurdin, el uruguayo Víctor Espárrago , que si bien esa 09/10 no pudo salvar al Cádiz de un nuevo descenso a Segunda B años antes lo llevó a la gloria en Chapín. Ese ascenso dio derecho a estrenarse en Anoeta en la 2005/06 en la máxima categoría. Y no, el viejo charrúa no fue capaz de debutar en dicho campo con victoria. El Cádiz fue arrasado por una Real (2-0) que se encontró con un regalo en el comienzo del encuentro tras una cesión de Marc Bertrán a Armando que se quedó corta para regocijo de Gabilondo, que sorteó sin problemas al de Sopelana y casi que sentenció el encuentro en el 7’ de partido. Tuvo que llover mucho para que el Cádiz regresara a Anoeta para jugar en Primera. Y eso se consiguió gracias a Álvaro Cervera , que el año pasado veía a su equipo caer goleado (4-1) en la temporada de la pandemia y en un encuentro sin mucha historia más allá de la que se originó debido al VAR dirigido por Mateu Lahoz y que provocó la primera carta abierta a Luis Rubiales de Manuel Vizcaíno quejándose de los cambios de criterio a la hora de arbitrar al Cádiz con la nueva tecnología.

Basta este repaso por las actuaciones del Cádiz en Anoeta para hacer ver que se trata de un estadio que para nada se le ha dado bien a lo largo de la reciente y corta historia de un campo que sustituyó al añorado Atocha, ese en el que el Cádiz dorado de Irigoyen tampoco fue capaz de vencer nunca, que se dice pronto.

Un nuevo Cádiz

Pero lo pasado, pasado está y este Cádiz de Sergio ha dado razones más que de sobra para concienciar al cadismo de que se puede ir a Anoeta sin ese miedo escénico con el que muchos fueron a Barcelona o incluso al Sánchez Pizjuán. Y es que este once armado por el entrenador de Llobregat nunca ha dado un partido por perdido y, con realismo, nunca ha merecido una derrota a las claras . Tal vez el día del Mallorca, pero aquel arbitraje de chiste lo empañó tanto que hasta hizo olvidar el peor encuentro que jugaron los de amarillo desde que Sergio está al frente.

Por todo ello, y sin ese miedo atenazador con el que salía siempre esa última banda de Cervera, este jueves se presenta el Cádiz en Anoeta con la confianza de poder tutear a la Real a pesar del gran desnivel que sobre el papel puede haber. Los resultados de los de abajo siguen apretando y a pesar de la importantísima victoria ante el Elche el conjunto gaditano debe seguir remando con todas sus fuerzas para acercarse a la orilla y hacer pie. Ya le queda menos, casi nada, pero las dos olas ‘reales’ que le vienen antes de Mendizorroza pueden frenarles en seco en el peor momento.

Y para que esta primera ola no hunda mucho la fe de los cadistas, Sergio es posible que renueve un equipo titular en vista a distribuir los esfuerzos para el domingo ante los suplentes del Madrid. De ahí que pueda sacar un once parecido a este que empieza con Ledesma rezando bajo palos y ordenando a una defensa asentada con Akapo, Fali, Luis Hernández y el Pacha. Jonsson y José Mari puede que repitan en el doble pivote tal y como hicieron en el Nou Camp. Salvi y Arzamendia refrescarán las bandas y el Choco y Negredo serán las puntas de lanza de un equipo sin complejos antes de entrar en la cueva.

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