Atlético de Madrid - Cádiz CF

(4-0) La Primera se presentó en noviembre

Ni rastro de un Cádiz que sale vapuleado ante el Atlético en un partido sin mayor historia que un baño de realidad

Negredo saac de centro tras un gol del Atlético.

Alfonso Carbonell

La Primera se presentó en noviembre. Ya ha tardado, pero se ha presentado. Era lo normal cuando se trata de un recién ascendido que va al Wanda con la carita de corderito degollado. Pero la Primera ya ha llegado y coge al Cádiz CF con dos meses ya de adelanto. Cayó la primera goleada, esa que pone los pies en el suelo a un equipo que hasta ahora estaba en una nube dentro de una categoría a la que parecía haberle cogido la medida de manera increíble. Vaya por delante que la diferencia de plantilla y presupuesto es descomunal, pero era tanto lo que este Cádiz CF ha dado a su parroquia que incluso algún que otro fiel se figuraba un partido equilibrado en el Wanda. Pero ni por asomo.

El Atlético venció y goleó con facilidad . Más allá de los dos regalos que abrieron el marcador, lo cierto es que el conjunto gaditano fue superado desde los primeros segundos del partido. No se le puede achacar nada a los hombres de Cervera, al que se le vio saludar casi rendiendo pleitesía al Cholo en un gesto y un discurso muy distinto, radicalmente opuesto, al que mantuvo con el Madrid de Zidane. A Valdebebas se fue «a ganar, no a pedir camisetas», y por lo visto en el Wanda la cosa no fue igual. Sobra decir que no era el deseo de nadie pero la manera de vender un partido ante «un candidado a la Liga» no fue la misma con la que se vendió el asalto a Valdebebas. Y todo eso lo interiorizó un equipo que salió al verde del Metropolitano obnubilado y que no tardó mucho en ser rebajado de muralla a escombros.

Cervera no quiso cambiar demasiado ante la ausencia de José Mari por lesión y apostó como recambio del roteño por Augusto Fernández, un jugador de talla internacional que aún no ha demostrado gran cosa con la camiseta amarilla y al que se le presentaba una inmejorable ocasión para hacerlo. No lo hizo. Por lo demás, el técnico cadista mantuvo a los mismos hombres que dieron la campanada en Valdebebas y que luego empataron ante el Villarreal y volvieron a ganar en Eibar.

Demasiado rápido y con alternancias comenzó el encuentro en lo que era no más que un prólogo de lo que vendría a continuación . Tan rápido que en los primeros tres minutos Ledesma tuvo que participar dos veces ante en dos llegadas colchoneras. El Atlético salió con la lección muy bien aprendida y ya en los primeros cinco minutos se hizo con el balón cerrando en su campo a un desordenado once amarillo, que veía como su rival quería acabar la cosa por la vía rápida.

El dominio era total y debido a él llegaría el primero en el minuto 8 y tras una grosera falta de comunicación entre Ledesma y Fali, que no debió escuchar a su compañero, y del que sacó provecho Llorente, al que le cayó el balón después de que se le escapase al meta para centrar a la cabeza de Joao Felix, que cabeceaba a la red solo defendida por Negredo.

El gol no hizo más que descomponer un poco más a un Cádiz CF totalmente sometido y que cerca estuvo de ver como le caía el segundo tras un centro que tuvo que despejar Cala hacia su propia portería y casi se convierte en gol de no aparecer Ledesma, que esta vez sí se hacía con el balón.

Desaborlado por completo el Cádiz CF ante un Atlético que tocaba a la primera para mover y abrir grietas en la defensa cadista. no tardaría en llegar el segundo. En esta ocasión, Trippier era el encargado de ahondar en la herida amarilla por su banda, desde donde asistió a Mario Llorente, que se aprovechó de l poco rigor defensivo de Álex y la inmovidad de Ledesma para anotar el segundo

Era el minuto 22 y ante el Cádiz CF se cernía un horizonte muy desalentador por vez primera en esta categoría. Y es que el Atlético seguía imponiendo su ley y fruto de ella volvió a sacarle los colores a la defensa amarilla pero en esta ocasión el gol de Saúl no subía al marcador por claro fuera de juego de Trippier, que por enésima vez llegaba hasta la cocina, señal evidente del vendabal que le estaba cayendo a los hombres de Cervera.

Pasado el priemer gran chaparrón, el Cádiz CF comenzó a presentarse en el área atlética pasada la media hora aunque los acercamientos apenas hacían cosquillas a la zaga local. La prueba más evidente de ello es que Oblak se marchó al descanso con la indumentaria impoluta.

Quiso esperar Cervera para retocar su equipo y se decidió a hacerlo de una manera muy valiente ya que sentó a sus laterales (Akapo y Espino) para meter a Alcalá y dejar una defensa de tres e introducir también a Jairo desplazando a Álex al centro del campo. Esta modificación hizo que el Cádiz CF se estirara un poco más, lo que también le dio la posibilidad al Atlético de usar un arma que no le va nada mal, la contra. Y fue así como llegó el tercero tras un gran pase de Joao Félix a Luis Suárez que resolvió con eficacia el delantero charrúa en posición muy ajustada.

Con el partido ya sentenciado al comienzo de la segunda mitad, llegó el primer disparo del Cádiz CF con cierto peligro después de un disparo raso a la salida de un córner de Jairo que hizo estirarse a Oblak.

Cervera movía el banquillo de nuevo dando entrada a Perea y Pombo por Lozano y Augusto para intentar tener algo más el balón, algo que apenas había tenido en un partido dominado por el Atlético desde el principio. Bajo un 5-4-1, los hombres de Cervera comenzaron, ayudados por la relajación lógica de su rival, a tocar con mayor asiduidad. Gracias a ese relativa posición, Fali, con un mal centro, probó a Oblak, que concedió un saque de esquina sacado sin mayores noticias.

Como era obvio, el Atlético levantó el pie al tiempo que el Cádiz CF levantaba las manos en señal de rendición. Los minutos pasaban sin mayor trascendencia y tanto unos, fatigados por la Champions, como otros, lastimados por el resultado, guardaban sus reservas.

Garrido sustituía a Jonsson completando Cervera sus cinco cambios para dar descanso a los más utilizados. Pese a que el Atlético había bajado el listón en cuanto a intensidad ofensiva, Ledesma vio como le seguían llegando cada vez que, más que por inercia, el balón pasaba por las botas de Joao Felix.

Ya con el encuentro algo frío, llegó una buena jugada del Cádiz CF, que pudo conseguir el del honor después de un buen disparo desde fuera del área que fue repelido por Oblak.

Y así, al tran tran, llegaría el cuarto del Atlético, obra de Joao Felix tras un buen pase de Correa, que previamente había cogido muy bien la espalda a una defensa cadista que querrá pronto olvidar el encuentro en el Wanda.

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