Copa del Rey (Pontevedra - Cádiz)

Los penaltis lavan la cara a los suplentes (0-0)

David Gil se convierte en el salvador de un equipo que pasa ante el Pontevedra a la tercera ronda copera

david gil recibe las felicitaciones de sus compañeros.. lof

Alfonso Carbonell

Una parada, mejor dicho, dos, de David Gil ha metido al Cádiz CF en la tercera ronda de la Copa del Rey tras eliminar a un equipo de Segunda B que nada tiene que envidiar a los suplentes de Cervera, que no solo dejaron bien claro porque están en el banquillo sino que confirmaron el pésimo mercado de fichajes realizado por el club que preside Manuel Vizcaíno.

Primero, una magnífica parada de David Gil en la prórroga prolongaba la vida del Cádiz CF en los penaltis, donde sí tiraron con maestría y solvencia todos sus lanzadores (Malbasic, Pombo, Lozano, Akapo y Bobby Adekanye) para clasificarse en un torneo que no termina de convencer a Cervera, que bien pudo comprobar cómo su fondo de armario apenas le valdría para intentar ascender a Segunda.

La Copa es algo que no le gusta a Cervera un pelo, pero eso no quiere decir que le desencante usarla para probar cosas . Y en Pontevedra, lo primero que hizo es darle minutos a su favorito, José Mari, que salió de inicio formando parte de un triple pivote completado por Bodiger y Garrido. Tres hombres que salían con la misión de salvar a los muchachos de atrás , tres canteranos que completaban una defensa en la que Akapo era el único profesional.

Poco o nada le importaba a Cervera las eliminaciones un día antes de Atlético de Madrid (Cornellá), Ibiza (Celta) y Getafe (Córdoba) a manos de equipos de Segunda B, como el Pontevedra, porque lo que tenía pensado lo tenía de antes y debido a ello sacó a un once inédito y muy lejos de la calidad que se le presupone a un equipo de Primera. Y claro, con lo dispuesto por el entrenador, no resultó raro que fuera el Pontevedra el que intentase hacerse con la pelota a pesar de la diferencia de categorías.

Pasado el primer cuarto de hora podía darse como ganador a los puntos al once gallego , que dispuso de una ocasión abaratada por Saturday después de una carrera en la que le ganó la partida al joven Martín Diz, que se dejó caer ante la llegada del central cadista después de un pase que lo dejaba solo ante David Gil. La respuesta del Cádiz CF la puso Perea, que metió un buen pase a la espalda de la defensa rival para que Álvaro Giménez no pudiera concluir por culpa de un resbalón.

Poco a poco, y como presionados por lo que estaban sintiendo, los pesos pesados del Cádiz CF se fueron haciendo con la batuta del partido. Fue así como entre Perea y José Mari forzaron un saque de esquina que acabó siendo cabeceado por Garrido y con el que hizo esforzarse al meta Álvaro Cortés, que desviaba el peligro. Parecía por fin que serían los amarillos los que ya se irían haciendo con el control cuando en la siguiente fue el Pontevedra el que avisaba a David Gil. Una buena jugada de Álex González por banda derecha la acababa con un disparo centrado que el meta cadista dejaba el balón muerto que habría rematado a bocajarro Salva de no ser por la aparición contundente de Akapo, que salvaba al equipo.

Lesión de José Mari

Ambas ocasiones precedieron al infortunio de José Mari, que pedía el cambio en el partido de su regreso al notar molestias musculares producto de la inactividad. El lugar del roteño lo ocupaba Malbasic, que cambiaba el dibujo del equipo a un 4-4-2. El cambio trastocó no solo los planes mentales del equipo, también los tácticos , porque de nuevo el Pontevedra el que trató de hacerse con la manija.

Sin líder ni bandera, el Cádiz CF intentaba recolocarse a base de hacer algo más duraderas su posiciones. Gracias a una de ella en la que Alejo, Álvaro Giménez y Bodiger contemporizaron un poco el encuentro le llegó el balón a Marc Baró, que desde 30 metros se atrevió con un zurdazo que dio en la parte exterior del palo de la portería local.

Este ocasión dio paso a otra, esta de Perea, que fue sorteando rivales por el borde del área hasta encontrar un hueco por el que disparar y toparse con las manos de Álvaro Cortés.

Cuando más parecía mandar el Cádiz CF, más reaccionaba el conjunto local, que a diez para el descanso metió el miedo en el cuerpo a los cadistas tras un saque de esquina que se envenenó dentro del área pequeña para que finalmente la zaga amarilla alejase el peligro como buenamenta pudo.

Con tablas se llegó al descanso entre dos equipos muy parejos , no solo en el juego, también, por lo que se vio, sobre el césped, tanto en calidad como en físico.

Sin cambios salió el Cádiz CF en la segunda mitad y también sin las ideas necesarias para desnivelar la balanza, lo que quiso hacer con un poco de fútbol directo después de dos cabezazos blandos de Garrido y Álvaro Giménez. El que sí lo tenía claro era el entrenador local Jesús Ramos, que a los ocho minutos metió a su 'killer' Rufo a compartir el ataque con el veterano Charles. Dos perros viejos del área ante dos jóvenes que hasta el momento estaban cumpliendo sin demasiados sobresaltos.

Apretaba el Pontevedra según avanzaban los minutos, lo que aprovechaba Cervera para refrescar su ataque sentando a Iván Alejo y Marc Baró por Bobby Adekanye y Jairo. Pasaban y pasaban los minutos sin que nada sucediera , algo que hasta cierto punto se respeta en Primera al Cádiz CF, pero ante un 'Segunda B' la cosa comienza a escamar. Y es que los suplentes de Cervera no eran capaces no ya solo de crear ocasiones, sino que incluso les costaba una vida retener el balón.

Tuvo que ser una individualidad de Bobby con lo único que el Cádiz CF se acercó a la portería contraria, pero tras dejar a dos rivales atrás el disparo de Adekanye acabó despejado por un defensa cuando el balón buscaba la cepa del palo largo después de adentrarse en el área hábilmente.

El partido era un toma y daca en cuanto a ocasiones porque si Bobby no acertaba tampoco lo hizo después Charles, que tras un rechace disparaba fuerte pero centrado para que David Gil d

Lozano entró en la segunda parte. lof

etuviera sin problemas rodilla abajo.

A falta de un cuarto de hora, Cervera sacaba a Perea y Álvaro Giménez y metía más calidad con el Choco Lozano y en la banda con Pombo. Pero por mucha calidad que puedas buscar arriba, si en el centro del campo no la tienes de poco vale . Y eso era lo que le pasaba una y otra vez al Cádiz CF, que no era capaz de dar tres pases seguidos en la medular con Bodiger y Garrido intentando llevar el balón a la zona de peligro. Le bastó un balón a Lozano para sembrar peligro en el área grana, pero estuvo bien tapado por la zaga rival y acabó abriendo el balón a la otra banda, donde Pombo tampoco logró encontrar puerta.

Le molestaba tanto Bobby (¿cómo no estará Nano Mesa?) a Cervera, que lo retiró de la banda para dejarlo en la punta del ataque y que fuera Malbasic el que intentara sacar algo desde la derecha. Esa modificación apenas varió el panorama y ahí seguiría con la llegada de la prórroga, solo apta para lo más valientes.

Genialidad de Bobby Adekanye

Cuando más críticas se estaba ganando Bobby por su apatía llegó la mejor para el Cádiz CF en todo el partido y fue gracias a una genialidad suya al recibir en carrera un buen pase al espacio de Pombo con el que encaró y armó su pierna izquierda para sorprender con un taconazo y asistir a Lozano, que llegaba solo e incomprensiblemente disparaba con su zurda a las manos del meta.

El partido se rompía por momentos en la prórroga y al igual que llegaba una contra endiablada de Bobby, que falló en el último pase, llegaba un disparo lejano de Imanol que no sorprendía a David Gil, que veía cada vez más trabajo sobre sus dependencias.

Comenzaba la segunda parte de la prórroga con un susto importante para David Gil, que respiraba al ver como entre Saturday y Momo sacaban un balón peligroso dentro del área a la salida de un saque de esquina. El Cádiz CF afrontaba esta recta final con Jonsson en el centro del campo y Garrido ya en el banquillo.

David Gil, providencial

Lo seguía buscando el Pontevedra en un arranque espectacular . Primero fue Rufo el que llevaba una buena contra que culminaba Álex, pero el disparo del atacante tocó lo suficiente en Akapo para que no encontrase su destino. Si clara fue esa, más lo fue la siguiente y tras el saque de esquina en el que en el segundo palo Imano voleaba a bocajarro para que David Gil salvase con una pierna milagrosa lo que iba siendo el gol de la victoria gallega y que dejó el partido en tablas y camino de los once metros.

Le vino bien a David Gil entrar en calor en la prórroga porque llegó caliente a la tanda de penaltis, donde cerca estuvo de tocar un par de ellos antes de detener el último y definitivo de Víctor Vázquez y que metía en la tercera ronda a un Cádiz CF que debe replantearse qué quiere hacer con una Copa donde sus suplentes dejaron claro dónde tienen el nivel.

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