Mallorca - Cádiz

Esto se cae (1-0)

Nueva derrota del Cádiz en Mallorca tras 90 minutos de poco fútbol y menos ideas

Maffeo adelantó al Mallorca en la primera mitad.

Alfonso Carbonell

Los líos ya estaban sobre la mesa antes del partido ante el Mallorca, que venció con un gol de córner tras un fuera de juego ajustado de Muriqi en la jugada anterior. No hay excusas para explicar un nuevo mal partido de un equipo que ve como le visitan las lesiones y se le despide el fútbol. No lo tiene ahora mismo. Y eso se notó en un encuentro en el que se abusó desesperadamente de los centros a la olla sin obtener premio alguno. Hubo un momento de luz que trajo desde el banquillo Alcaraz y Bongonda, pero no fue suficiente para acercarse siquiera a un empate que se daba por bueno antes de salir y ya se sabe lo que le suele pasar al que negocia un resultado.

Y no. El Mallorca no quiso firmar las tablas y le valió sus primeros minutos de intensidad para derrotar a un equipo que se está cayendo en el peor momento posible de la temporada. Este viernes que viene hay otra final en Carranza ante el Valladolid. Muchas bolas de partido se está jugando el Cádiz, demasiadas para haberlo tenido algo más sencillo de lo complicado que se le ha vuelto a poner.

Se dejó de probaturas y hasta de injusticias y Sergio dio la titularidad a sus mejores hombres y a quienes se lo merecen . Por eso repitió en el once Alejo en detrimento de Bongonda y por eso también lo hicieron Ledesma e Iza. Los tres únicos que se comieron el marrón con los suplentes el día del Metropolitano donde la Unidad B quedó hecha trizas por completo. Y juno a este tridente, el técnico recuperó a sus mejores hombres para dar batalla nueve días después de no presentarse ante el segundo mejor equipo de la Liga.

Y con ese borrón y cuenta nueva comenzó el Cádiz a medirse a un Mallorca que no se lo pensó dos segundos para comenzar a crear segundas jugadas gracias al tanque Muriqi , al que se le presentó Fali con el primer encontronazo. Y de lanzamientos largos a un área a otra, en este caso la bermellona, allí donde corrió Guardiola para alcanzar un balón pasado de Fali del que sacó petróleo el ariete balear gaditano con un córner concedido por el meta local. Que tuvo que emplearse de nuevo a un disparo de Alejo que se iba alto y para amansar otro centrado de Guardiola.

Apenas habían pasado cinco minutos y ya había movimientos en las áreas. El césped estaba muy rápido y los resbalones se precipitaban ; además, las entregas no eran todo lo buenas que debían ser y pasado el cuarto de hora esta concatenación de errores se aliaron contra el Cádiz. Primero era el Pacha Espino el que daba un balón muy forzado a Escalante, que se esforzó desde el suelo para retrasarlo hacia atrás con tan mala suerte para Luis Hernández que resbalaba en su carrera y dejaba a Kang-In Lee conducir una contra que finalizó Muriqi, que de no ser por Ledesma hubiera adelantado al Mallorca. No lo hizo el kosovar ahí, pero sí Maffeo acto seguido tras un saque de esquina que cabeceó imperiosamente Baba tras ganar en el salto a Chris Ramos para que Conan volviera a evitar el gol, pero su palmeó se estrelló en el larguero para que Pablo Maffeo se antepusiera a Espino y rematase a gol el primero con el que se le complicaba la noche a los amarillos.

El gol encogió aún más a un Cádiz muy inferior en sensaciones a un Mallorca lanzado que, eso sí, fue bajando la intensidad a base de los balones en largo que la defensa gaditana enviaba a sus delanteros para alejarse de su territorio. Este avance por aire hizo que, poco a poco, los amarillos tuvieran varios córners a su favor de los que no sacaron apenas recompensa alguna.

Vivía el Cádiz entre el riesgo de jugarla en defensa y de los balones que Alejo servía a los delanteros con exquisitos centros que no eran bien rematados por los delanteros y en cambio eran muy bien defendidos por dos centrales infranqueables para Ramos, Guardiola y compañía.

Se llegaba al descanso con la sensación de que podrían pegarse un día entero centrando balones el Cádiz que al Mallorca le haría el mismo daño que un gatito a un león. Sin cambios salió el conjunto de Sergio, que volvía al campo con las mismas dinámicas de querer y no poder. Eso sí, entre el paso atrás de los locales y la querencia obligada al empate de los andaluces, el Cádiz se acercaba como podía a la portería rival. Y cerca estuvo de conseguir el empate tras un libre directo de Iza que se acercó al gol tras hacer la estatua Rajkovic.

Seguía el mismo camino de los centros el Cádiz, que por mediación de un centro del Pacha Espino cerca estuvo de peinar a gol un Chris Ramos que se imponía casi siempre en los duelos pero que no terminaba de afinar su puntería . No solo el gaditano lo intentaba por alto, también por bajo. Como en una acción en la que persiguió con fe un balón hasta arrebatárelo a Valjent y por lo que se le complicó a Rajkovic y del que por poco el Cádiz saca oro, pero al final la defensa alejó el peligro antes de que llegase Guardiola.

Esperó Sergio para meter a Alcaraz, Negredo y Bongonda por Alejo, San Emeterio y Guardiola. Y desde justo el momento en el que entró en el campo Alcaraz se hizo con la manija del encuentro para darle algo más de inventiva al previsible ataque amarillo. Poco a poco, los amarillos comenzaron engarzar jugadas largas y tras una de ella llegó una catapulta de Luis Hernández que acabó en el larguero tras peinarla sobrino y rematarla Negredo, aunque en fuera de juego.

A falta de veinte minutos, lo cierto es que los tres cambios le dieron un aire más creativo a un Cádiz que, ahora sí, comenzaba a merecer más. Continuaba faltando claridad pero a la intención ya se le sumaban las ganas. Sólo faltaba el acierto y un poco más de fútbol.

Tan desesperado tenía que estar Sergio que a diez para el final tiró de uno que abandonó el barco en enero para pensar en azu l. Pero puede que el golazo del Choco en el Metropolitano le inspirase confianza para meterlo en busca del empate que casi llegó tras la enésima catapulta de Luis Hernández, que veía como Rajkovic no desviaba del todo su bombita y le caía a Alcaraz para que este disparase sin portero para que Dani Rodríguez la sacase bajo palos.

A cinco del final tuvo la sentencia Muriqi, pero su testarazo se fue ligeramente desviado con Ledesma ya vencido y Luis Hernández derrotado. A lo loco se fue el once amarillo a por un empate que nunca llegó. Lo que llegó pudo ser el segundo del Mallorca, pero se le anuló por posición incorrecta cuando Ledesma estaba de delantero en el área rival. Valga esta imagen de desesperación para recordar una vez más, y van unas cuantas, la pésima gestión de unos últimos minutos que fueron a parar otra vez al desague.

Se cae esto, pero para evitarlo tiene Sergio una semana por delante para recomponer un equipo que está llegando con la lengua fuera y el cuerpo herido al final de una guerra que puede acabar en tragedia tras tantas batallas ganadas y tierras conquistadas. Sería una pena, pero sería la verdad.

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