Cádiz CF
A falta de la Unidad B, ¿estará la cantera?
Las lesiones, el bajo rendimiento y el agotamiento físico de los titulares abre la puerta a una posible irrupción del filial, que ya está de vacaciones tras salvar la pasada semana la temporada
A bote pronto no se les necesita. O no se les necesitaba así como recurso elemental Eso sí, no podrán o no deberían irse de vacaciones a pesar de que la pasada semana ya acabará la temporada para ellos. La camada de jugadores que hace unos días consiguiesen la permanencia en Segunda RFEF tras ganar en Antequera debe convertirse estas cuatro jornadas que restan para que el primer equipo agote su ejercicio en esa cuarta pata para que la mesa no se caiga . Y es que todas ellas ya cojean. La primera , la de los titulares de Sergio, que dan la sensación de estar llegando con la lengua fuera a este final de temporada. La segunda es la de ls suplentes, que ya se vio en el Metropolitano que no están para mucho. La tercera son aquellos jugadores que aún estando aptos no están para muchos trotes como pueden ser los casos de jugadores como Roger, Guardiola y alguno que otro más que están forzando semana tras semana para jugar. El equipo no se ha caído de manera definitiva, pero para que eso no ocurra no habrá otra que recurrir a una cuarta pata que estará formada por esos canteranos que ya han ido a alguna convocatoria con el primer equipo pero que no han tenido continuidad en ninguno de los casos más allá de unos minutos en algunos momentos no trascendentales de la temporada.
Sergio no ha sido mucho de contar con los más jóvenes . Y eso que tal y como empezó de mal la temporada, entre lesionados y falta de refuerzos, optó en las primeras jornadas por bajar la mirada hacia el filial de Alberto Cifuentes, que tampoco ha tenido una temporada brillante aunque sí al menos ha evitado jugar el play out por la permanencia tras enganchar el Cádiz CF B tres victorias consecutivas en las últimas tres jornadas.
El primero de los canteranos en aparecer por el once de los mayores fue el malí de 22 años Mamady Diarra . Y no lo hizo mal. Fue en el campo del Osasuna, donde el Cádiz CF perdía por segunda vez en Liga tras la primera jornada y en un encuentro en el que el canterano gozó de una buena ocasión que envió fuera. A pesar de ello, el extremo gustó y no se ha entendido en algunas ocasiones que no haya tenido más opciones dados los problemas que ha habido en una demarcación, las bandas, donde nunca ha habido una regularidad constante por parte de ninguno de los profesionales. Ocampo y Bongonda comenzaron perdidos y tanto Alejo como Sobrino han pasado por altibajos. Quien sabe que si debido ahora a la baja por sanción del pucelano se crea un hueco para la vuelta de un jugador que aporta desborde, velocidad y centro, algo muy complicado de encontrar en los perfiles que actualmente muestra el primer equipo.
Y de un extremo que debutó en el comienzo del curso a otro que lo ha hecho llegando al final. En este caso José Antonio de la Rosa , onubense que debutaba en los minutos de la basura del Metropolitano para que en su primer balón tocado se la pasase al Choco Lozano para que el catracho, casi que sin querer, se marcase un señor gol, el del honor frente al Atlético. A pesar de la decepcionante derrota y la falta de intensidad de un equipo muerto casi que desde el principio, De la Rosa ofreció ganas, viveza y esa electricidad que bien podría darle alguna renta a un equipo que necesita de frescura en sus zonas más ofensivas.
No solo necesita energía positiva el Cádiz CF en sus bandas, también en la sala de máquinas, donde cada vez Sergio cuenta con menos efectivos tras la lesión de Álex Fernández, la no presencia de José Mari, la nulidad de Youba Diarra y el cansancio lógico de San Emeterio. Que se sepa, tan solo están bien de físico Escalante y Alcaraz, dos hombres claves en la resurrección de un fútbol que el conjunto amarillo ha perdido. Y para eso, para crear, desde hace unos años se habla mucho de un jugador internacional español en las categorías inferiores y que Cervera usó más que lo que ha hecho Sergio, que tan solo lo puso a jugar en Copa del Rey su primer encuentro como cadista en El Molinón, donde Álvaro Bastida salió como titular de mediocentro organizador sin tampoco dear nada deslumbrante para el recuerdo. El chiclanero se ha estancado en un filial de Cifuentes donde tampoco ha sido importante pero no son pocos los que siguen confiando en un chaval que siempre ha aportado en el Cádiz CF B.
El once de Sergio tiembla en todas sus líneas. Por eso, mantener a los canteranos enchufados a lo que pueda pasar se antoja crucial. La defensa tampoco se salva de las lesiones. Víctor Chust se rompió y pasó por quirófano. Cala es historia desde enero, pero tuvo que serlo antes. Momo Mbaye es una lotería y en estos momentos el técnico solo confía al cien por cien en Luis Hernández, Fali y Meré, estos dos últimos con más molestias que partidos restan por jugarse. Por todo ello, canteranos como Lautaro o Carlos García - Die , ambos brillaron en esa especie de minipretemporada a mitad de temporada debido al Mundial. Y estos en cuanto al eje central de la zaga porque en los laterales, con Parra y Arzamendia en la reserva, lo mejor no será otra cosa que rezar mucho y tocar madera para que ni Iza ni Espino, con más partidos que vidas, no se lesionen.
En cuanto a la portería, se desconoce el estado de Ledesma y David Gil, pero no deben estar muy allá ya que la semana pasada el canterano Nando completó una convocatoria por la que también ha pasado alguna vez que otra Víctor Aznar . Sería lo que faltaba.
Por descontado, las categorías están para algo y la responsabilidad primera es para los profesionales, que son los que llevan forzando sus cuerpos con tal de no borrarse. Sin embargo, la juventud que irradia de todo canterano, las ganas y el coraje por estar a la altura podría ser un arma más para que Sergio responda a esos segundos tiempos que con los pocos cambios que le quedan, el cansancio y las temidas lesiones se pueden hacer eternos. Carranza debe animar como el que más y siempre que hay un canterano sobre el campo el abrigo ha de ser más grande si cabe.
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