Cádiz CF

Este Cádiz CF es una noria

Los hombres de Sergio acumulan tarde aciagas con otras estelares en un periodo muy corto de tiempo entre unas y otras

Yeray remató al Cádiz al filo del descanso.

Alfonso Carbonell

La clasificación lo dice todo. Los de Sergio llevan prácticamente toda la Liga en puestos de descenso y la irregularidad es la dinámica más habitual de un Cádiz CF que pese a todo sigue manteniendo intactas sus aspiraciones de salvación. Sin embargo, lo más preocupante que puede decirse del equipo amarillo a día de hoy es que no es fiable. Así lo demuestra sus dientes de sierra a lo largo de toda la primera vuelta. Una ida del campeonato que como es sabido comenzó de la peor manera posible. La mejoría llegó en la sexta jornada después de la victoria por la mínima en el campo del Valladolid.

Ese triunfo originó una cierta sostenibilidad que coincidió con cuatro empates consecutivos y lo más importante, el juego del equipo comenzó a ser más reconocible, más trabajado y algo parecido al que había cerrado con la permanencia el curso anterior. Costaba ganar, sí, pero el equipo ganó en fortaleza defensiva y también era difícil de batir. Todo parecía mejorar cuando de repente llegó la manita de Vallecas. Un nuevo diente de sierra que alarmaba a la afición, que tan solo una jornada después veía ganar al Atlético en un partido ya enmarcado en la historia del equipo gaditano. Ese encuentro dio paso a un más que serio empate en Getafe y a una digna derrota en el Bernabéu.

La vuelta a la Liga tras el Mundial comenzó con un decepcionante empate en casa ante elAlmería. Todo eran críticas al regreso de la competición cuando de nuevo llegaba otra heroica victoria en Mestalla para acallar todo el ruido generado y que volvería a agitarse tras el empate en Carranza ante el colista y el mal encuentro disputado en el Pizjuán, donde de nuevo se daba la de arena.Pero cuando peor eran las sensaciones la noria del Cádiz CF volvía a subirse en lo más alto tras una victoria cómoda en casa ante elMallorca. Una victoria convertida en espejismo en San Mamés, donde los de Sergio salían vapuleados una semana después de convencer a todos.

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