Cádiz - Valladolid

(0-0) Otro pasito para volver a caminar

Tablas sin goles en Carranza entre dos equipos que se citan para el final de Liga

espino y fali intentan parar a sergi guardiola. a. v.

Alfonso Carbonell

Cuando se ven las caras dos equipos con temores y en dinámica negativas, lo normal es que pase lo que ha ocurrido en Carranza entre dos bandos que muy probablemente y si la lógica se cumple deberán ser rivales directos a final de Liga para jugarse la permanencia. Dicho eso, lo más positivo para los de Cervera es la vuelta a puntuar, y ya son 19, cuatro más que su adversario de hoy, tan limitado como los cadistas.

El empate sin goles en Carranza debe ser aplaudido por un motivo muy importante: detener una dinamica negativa que podía minar la moral de un vestuario que en enero debe recibir la llegada de tres hombres que den energía a un equipo al que le sigue pesando demasiado los encuentros contra equipos de similar guerra.

Ante la acumulación continuada de derrotas (frente a Celta, Getafe y Betis), Cervera se hace fuerte en su idea y repetía a Fali en centro del campo en detrimento de Álex. La buena labor del valenciano ante el Betis, que marcó su gol de la victoria acto seguido que Fali se fuera al banquillo sustituido, convenció a su entrenador, que introdujo dos novedades; una esperada, la otra no. Y así el Choco Lozano regresaba al equipo para formar la dupla atacante junto a Nagredo mientras que Alejo relegaba a Salvi, con molestias.

No salió muy metido el Cádiz CF , que veía como en el primer minuto de juego y tras dos cabezazos seguidos dentro de su área Weisman estrellaba el balón en la madera. Los vallisoletanos pronto se hicieron con la pelota ante el asentimiento del conjunto amarillo, que con Fali y Jonsson en el centro del campo poco o nada protestarán ante esta tesitura,

Pero tampoco son cojos. De hecho, precisamente de las botas de Fali salió una gran asistencia medida a la perfección a la cabeza de Negredo y que terminó con el remate del madrileño que se fue por encima de la portería de Masip, ligeramente adelantado.

Muchas cosas estaban pasando en apenas diez minutos , algo que como todo el mundo sabe no le gusta ni mijita al señor de las gafas. Pero al menos esas que pasaban lo hacían en el área pucelana, donde Lozano, al filo del fuera de juego, controló con calidad un balón complicado para a la media vuelta disparar raso para comprobar la agilidad del cancerbero visitante, que resultó ser buena para lamento del hondureño.

Demasiado se movía el balón de un campo a otro y sí, y aunque pareciera broma con el Cádiz CF de Cervera de por medio, estaba siendo hasta cierto punto atractivo el duelo. Lo malo para los de amarillo era que el campo, cada vez más, se inclinaba hacia su propia portería.

Roque Mesa agarra a Choco Lozano. Antonio Vázquez

Muchas faltas estaba cometiendo el Cádiz CF a juicio del árbitro que dejó sin pitar una caída dentro del área de Lozano , al que le tocaron su pierna de apoyo en el momento de controlar un buen centro raso del Pacha Espino por la banda izquierda. El silbato del trencilla se cebaba con los jugadores cadistas, que eran advertidos por su banquillo para no centrar su ira en el canario Hernández Hernández.

El partido se fue templando de camino al descanso no sin que el Cádiz CF cometiera algunos errores en defensa que no sieron penalizados para alivio local. Se llegaba con tablas sin goles y no por Negredo y Lozano, que cada vez que tocaban un balón creaban situaciones incómodas a la defensa pucelana.

A la salida de vestuarios se presentaba el Cádiz CF con Álex, que ocuparía la plaza de Alejo. No varió mucho el decorado puesto que seguía siendo el Valladolid el más interesado en hacerse con el dominio del partido ante la pasividad de un Cádiz CF algo dormido.

Jonsson cabecea. A.V.

No salían las cosas y para colmo de males el Choco pedía el cambio con molestias tras un esprint. Aprovechaba este cambio Cervera para sentar también a Perea y meter a Álvaro Giménez y Jairo. El paso de los minutos no aceleró el encuentro, que cada vez más se amoldaba a los deseos de Cervera y su filosofía de que no sucedan muchos acontecimientos.

Que Fali fuera el mejor de los amarillos definía a las claras los métodos de un equipo que del empuje del valenciano hacía su santo y seña. Un robo suyo propició una ocasión de Negredo , al que se le quedó corta su vaselina tras recibir dentro del área.

Se rompió el partido unos minutos, algo que quedó demostrado que a ambos equipos no le gustaba un pelo un correcalles donde cualquiera podía salir perjudicado. Se aferraba el Cádiz CF a ese hipotético control de un partido en el que ganaba protagonismo Jairo, que con sus arrancadas por la izquierda alertaba al Valladolid aunque sin precisión en los centros.

Se abrió el Cádiz CF en busca del gol y eso fue aprovechado por su rival, que desperdició dos contras que desesperaron a Cervera, que remataba sus cambios a siete del final sentando a Negredo y Jonsson por Malbasic y Bodiger.

La última ocasión fue amarilla después de un lanzamiento de Espino que Masip desvió a un córner que el árbitro impidió sacar dando por finalizado un partido que sirve al Cádiz CF para cortar su sequía de puntos y volver a dejar su portería a cero, el primero de los objetivos para volver a caminar.

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