Cádiz - Real Madrid
(Previa) Ganar, por lo Real o por lo criminal
El Cádiz de Sergio debe sumar los tres puntos ante el mejor equipo del mundo si no quiere depender de terceros en la última jornada para salvarse del descenso
Dónde y cuándo ver el partido
Si un guiri que viviera en Cádiz se hubiera ido a su tierra hace una semana y hubiese vuelto ayer sin haberse enterado de nada de lo que ocurrió en el Pizjuán, primero, y Anoeta, después, no sé explicaría qué diantes ha sucedido en una ciudad que dejó instalada en una nube de euforia donde todo eran parabienes y que ve ahora el miedo, el temor, las dudas y el pesimismo donde antes había una sonrisa de ilusión. Y es lógico. El empate que sacaba el Mallorca en el campo del Sevilla ya golpeó un poco los maltrechos corazones cadistas que terminaron de fundirse el pasado jueves tras la goleada encajada en San Sebastián. Que sí, que el Cádiz lo tiene en sus manos. Que también, que sigue dependiendo exclusivamente de sí mismo, pero ¡qué demonios!, en Palma se las prometen más felices de lo que nos las prometemos por aquí.
Y en parte es normal. Los mallorquines se juegan las papas con el Rayo, que ya demostró la pasada jornada que han cambiado los tacos de sus botas por las chanclas de vacaciones. El 1-5 que encajó en Vallecas habla por sí solo de un equipo ya salvado que al descanso se iba 1-4 frente al otro submarino del fútbol español.
Pero hasta el rabo todo es toro y el Cádiz tiene que confiar. No le queda otra que hacerlo. No hay que mirar a otro lado. El presente manda y este indica que los muebles hay que comenzar a salvarlos ante el mejor equipo del mundo que, aunque llega sin nada en juego dado que es campeón desde hace varias jornadas, no deja de ser el todopoderoso Real Madrid.
Los de Ancelotti jugarán con un equipo plagado de unos suplentes que perfectamente podrían ser titulares en cualquier otro equipo. Con la final de la Champions a dos semanas vista, los que menos oportunidades tienen con Ancelotti no se lo querrán poner tan fácil a su entrenador y harán lo posible en Cádiz para presentar su candidatura al once que se juegue la orejona ante el Liverpool en Paris.
A Mateu ni nombrarlo
Lo que está claro es que por mucha final de Champions que tenga el Madrid por delante, los hombres de Sergio deben dejar muy clarito desde el principio que ellos se juegan mucho más que eso. De hecho, se juegan su vida y la de unos 25.000 seguidores que deberán dejarse la garganta para llevar en volandas a unos jugadores que se lo merecen todo. También será importante la labor de la grada, esa que también puede jugar y colaborar con el equipo. No sería muy rentable calentar a un árbitro con la experiencia de Mateu Lahoz. El trencilla valenciano no tiene nada que demostrar ya en el ocaso de su carrera y más vale guardarle respeto desde el principio que enfadarlo para que se venga arriba el día menos señalado. Ya frente al Celta pitó un penalti en contra del Cádiz, que por entonces ya estaba harto de los arbitrajes tras el desastroso que costó la dolorosa y mortal derrota en Son Moix ante el Mallorca.
Para este encuentro Sergio se dejará de pruebas como la equivocada que hizo con Alarcón en Anoeta y apostará con seguridad en una defensa que no debe ser muy distinta a la formada por Akapo, Fali, Luis Hernández y el Pacha Espino. Es probable que le ceda el bastón de mando a Alcaraz tras sus minutos en San Sebastián mientras que José Mari debería ser su acompañante. Sin Alejo por lesión, los más soñadores esperan ver al mejor Salvi por la banda derecha al tiempo que Idrissi se posicionará por la derecha. Y arriba, los tanques de Negredo y Lucas Pérez.
Tarde de transistores (ya móviles) y de nervios. Lo deseado sería no tener que mirar muy pronto a las Islas Baleares. Lo suyo sería no mirar nunca ya que eso supondría que el Cádiz de Sergio lo ha vuelto a hacer. Ojala que pase.
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