Cádiz CF
La metamorfosis de Cervera
El técnico cadista evoluciona en su idea de fútbol sin por ello menoscabar sus ideales
Pocos entrenadores tan encasillados en un estilo como Álvaro Cervera tienen tantas vertientes aperturistas como el entrenador del Cádiz CF. De ello, durante su época en Segunda con el conjunto amarillo ya dio razones suficientes para pensar que no se trataba de un técnico cabezón con sus postulados puesto que cada vez que en su equipo coincidían varios jugadores con capacidad de asociarse en un determinado partido que resultaba positivo, él era el primero en seguir probando.
Porque aunque pueda resultar contradictorio con las palabras que suele brindar en sus ruedas de prensa, pues sí, a Cervera también le gusta el fútbol vistoso, pero sabe que con ese su equipo se va a Segunda.
Dicho lo cual, Cervera vuelve a verse en la coyuntura de abrir la mano sin menoscabar por ello en sus ideas, que son las que han llevado al Cádiz a estar donde está.
Si la lucha no se negocia, el estilo y la convicción, tampoco. Pero eso no quita para que el Cádiz CF quiera tener mayor calidad y pegada en la zona donde hay que tener. Eso sí, por detrás de esos cuatro jugadores, que también deben contribuir en defensa como está mandado, tiene que haber seis con la escoba, el martillo, la maza o cualquier otro artículo que sirva para contener o destruir.
De hecho, el arranque liguero del Cádiz CF anunciaba unas curvas que luego se tomaron de maravilla a pesar del primer tropiezo en casa frente al Osasuna, donde Cervera apostaba por un centro del campo con el canterano Sergio González, Bodiger y José Mari y una delantera con Negredo arriba apoyado en bandas por Pombo y Salvi. Un once de lo más peculiar y que no resultó.
A la semana siguiente, el Cádiz CF comenzó a tomarle el pulso a la categoría en base a los prefectos que le hicieron triunfar en Segunda . Así, Cervera seguía cambiando la carta por la izquierda de Pombo por la de Perea, le entregaba la medular a Álex y la banda derecha a Salvi. Y atrás, el centro del campo formado por José Mari y Jonsson, que ya se hizo ese día con un puesto fijo en la sala de máquinas. Y ahora sí que la cosa funcionó. 0-2 con un guión marcado por Cervera en el que el balón era cosa del Huesca y los goles de Negredo y Pombo.
Poco a poco, Cervera iba amoldándose a la categoría con las mismas ideas del pasado pero con la perspectiva de dar entrada en breve a su delantero estrella, el Choco Lozano, que no comenzó la temporada muy en forma.
Ya en la tercera jornada, ante el Sevilla en casa, Cervera mantuvo intacto su ataque y las cosas no salieron en el resultado (1-3), aunque sí en lo que vio.
Debido a la carga de partidos y a la semana intersemanal, Cervera retocó su ataque en La Catedral, donde apareció Lozano para cambiar las cosas. Iza actuó de extremo, Augusto jugó para dar descanso a José Mari, Álex jugó por la derecha y ya comenzó a emplearse una dupla formada en este caso por el internacional hondureño y Malbasic, que debutaba como titular para dar descanso a Negredo, que entró desde el banquillo para ser expulsado al poco tiempo.
Poco a poco, Cervera se iba percatando de que ya el mediapunta no le servía tanto como en Segunda, donde sí se podía atrever a tocar más el balón en la zona ancha del rectángulo de juego. Comenzaba así la diáspora de Álex, que entre tantos cambios ha acabado acusándolo en su rendimiento en lo que es un daño colateral de l cambio de enfoque de su entrenador.
Sin embargo, el encuentro ante el Granada en Carranza (1-1) le sirve a Cervera para tomar notas después de un primer tiempo en el que el conjunto nazarí perdona al Cádiz CF, al que deja con vida. El ataque estuvo compuesto otra vez por Álex como medipunta, Pombo en la izquierda (último que jugó el maño como titular), Salvi en la derecha y Lozano arriba. Al descanso, Cervera retrasa a Álex para dar cabida a Perea y el equipo se recompone hasta el punto de empatar el encuentro y cambiar el signo del partido ya que acabó dominándolo.
Valdebebas, la muerte del mediapunta
Llega Valdebebas y con el Real Madrid, el entierro de la figura del mediapunta. Negreso ha cumplido su sanción y Lozano ya está a tope. El resultado es increíble, y no sólo por la victoria, sino por la fabulosa sociedad del gol que acaban de formar el español y el hondureño, que se entienden a la perfección a las primeras de cambio.
De ahí en adelante, Cervera comienza a tener claro que la figura del mediapunta le sobra en la mayoría de partidos y comienza a apostar, favorecido también por el gran rendimiento de la dupla Negredo-Lozano, por un juego directo en donde el balón no debe circular apenas por el centro del campo pero sí que debe buscar la profundidad de Salvi por la banda o las botas de Álex en según qué determinados sitios. Se llega así a once ideal de Cervera, con José Mari y Jonsson en centro del campo.
Pasan las jornadas y llegan las bajas, pero definitivamente Cervera tiene claro que su 4-2-3-1 con el que ascendió se ha transformado claramente en un 4-4-2, tanto estén o no Negredo y el Choco Lozano.
Y si le costó cinco jornadas convencerse de que la mediapunta debía dejarla aparcada, más le ha costado percatarse que igual tampoco debe jugar con las bandas, la razón de ser de su fútbol, qu
e no sus ideas, que no son otras que la defensa con dos líneas muy juntas y la solidaridad de todos y cada uno de los que vayan de amarillo.
El pasado domingo ante el Alavés el Cádiz CF redondeó su partido más completo y ante un adversario de los que se pueden sacar conclusiones. Cierto es que desniveló la balanza cuando los vitorianos ya estaban con un jugador menos, tan cierto que era el conjunto gaditano el que más estaba incidiendo en atacar. Y ese control del encuentro lo logró Cervera con una nueva ramificación de sus raíces. Ante la lesión de Salvi y la poca enjundia de Alejo y Jairo, Cervera abandonó su querencia al juego por banda y colocó el talento de Perea y Álex como interiores y la determinación del Choco Lozano y Negredo en la punta de ataque.
De momento, las cosas le están saliendo con un 4-4-2 sin bandas y concentrando a jugadores de corte defensivo como Jonsson y Fali en el centro del campo para dar mayor protagonismo al balón en lugares donde sí se puede 'juguetear' con él. Cervera no ha tenido problemas en explicar su metamorfosis tanto cuando le llegó el turno de hablar sobre la capitulación del mediapunta como ahora para explicar el motivo de la ausencia de bandas en su equipo. Y es que siempre y cuand0 todo se haga con un orden y la portería esté bien resguardada, a este enemigo del espectáculo también le gusta ganar con más participación de sus mejores 'showmans'.
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