Garrido se marcha cedido al Mirandés

Jon Ander Garrido es el siguiente en hacer las maletas en el Cádiz. El centrocampista vasco no ha podido jugar esta temporada debido a unos problemas físicos que no le han permitido estar a tiempo para participar junto a la primera plantilla amarilla. En busca de más minutos con los que reencontrarse con su mejor versión, el futbolista pondrá rumbo al CD Mirandés hasta final de temporada en calidad de cedido.

El conjunto burgalés no está en una situación tranquila en la clasificación de LaLiga SmartBank. Tras 24 jornadas disputadas, el cuadro dirigido por Lolo Escobar está fuera de la zona de descenso, pero equipos como el Fuenlabrada o el Amorebieta acechan, por lo que la relajación no está permitida. Garrido recalará en una plantilla tremendamente joven. El Mirandés tiene fama de ser un lugar seguro para jóvenes promesas de las canteras de equipos de primer nivel. En los últimos años, jugadores como Vivian, Víctor Gómez, Jon Guridi, Marcos André o Merquelanz, entre otros, han utilizado Anduva como un trampolín hacía Primera División.

Por lo tanto, la experiencia de Garrido será clave para nutrir y acompañar al vestuario. El centrocampista, nacido en Bilbao hace 32 años, necesita regularidad y continuidad para volver a sentirse futbolista. Será su segunda cesión como amarillo – militó en el Racing de Ferrol en la 15/16 - desde que fichará por el club gaditano en la temporada 2013/14. Es el único superviviente, junto a Salvi Sánchez, de la etapa amarilla en Segunda División B. Desde su aterrizaje en el Cádiz, Garrido ha disputado un total de 221 partidos, entre los que ha anotado ocho goles. Entre Segunda B, LaLiga SmartBank, LaLiga Santander y la Copa del Rey ha acumulado más de 16.400 minutos de amarillo.

El cariño de la afición cadista por el vasco es total . La cohesión y la unión que ha demostrado con la grada ha ido acompañada de su compromiso y brega innegociable sobre el terreno de juego. Sin su aportación no se entenderían las grandes campañas en Segunda, incluida la del ascenso, junto a José Mari en el doble pivote y Álvaro Cervera en el banquillo. Un jugador querido fuera y dentro del vestuario, y con una jerarquía importante en el mismo. Ahí estaba él, a pesar de no haber disputado ni un solo minuto este curso, dando la cara en rueda de prensa en uno de los días más difíciles de los últimos años en el Cádiz CF.