El día de la marmota en Carranza: Medié Jiménez obvió unas manos claras de Pape Gueye

P.V.

02/04/2023
Actualizado 03/04/2023 a las 14:31h.

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A estas alturas de la película a nadie sorprende que el Cádiz CF haya sido víctima de una decisión desfavorable. Ha ocurrido tantas veces a lo largo de la temporada, que el seno cadista tiene totalmente normalizado este tipo de sucesos. Ocurrió ante el Getafe, cuando el partido se fue a la ‘prórroga’ para acabar señalizando un penalti muy polémico y fuera de tiempo; en Almería, donde Gonzalo Escalante fue objeto de dos faltas merecedoras de roja directa en el reglamento actual; y sucedió ante el Elche, que fue la guinda del pastel debido a la negligencia arbitral cometida por Iglesias Villanueva desde el VAR. Y es que el aficionado amarillo está curado de espanto, y ya ni alza la voz ante las injusticas. Pero, ante el Sevilla, volvió a ocurrir.

Tan solo hicieron falta tres minutos de encuentro para que César Soto Grado desde el césped y Medié Jiménez, desde el videoarbitraje, demostraran que esta liga está repleta de decisiones totalmente desiguales y que, una vez más, el Cádiz iba a salir perjudicado de ellas. Porque si ante el Getafe, Hernández Hernández no dudó en señalar pena máxima al ver unas manos inocentes y sin incidencia en la jugada del ‘Pacha’, ante el Sevilla, en una situación mucho más clarividente, ni Soto Grado ni Medié Jiménez mediaron para aplicar el reglamento.

Corría el minuto 3 de choque cuando Luis Hernández, en uno de sus famosos saques de banda kilométricos, servía el balón al área hispalense. Pape Gueye, de forma involuntaria pero con el brazo claramente despegado del cuerpo y con un contacto en su brazo con el balón que desvió la trayectoria del mismo, cometía pena máxima. Para sorpresa de todos, el colegiado VAR no avisó a su colega de césped para que, al menos, revisara la jugada.

Fue la acción más polémica, aunque hubo alguna más. También en la primera mitad, ‘Pacha’ Espino fue pisado por Joan Jordán en el área defendida por Dmitrovic. Aunque es totalmente cierto que la acción genera dudas y que en un fútbol normal jamás sería penalti, en este deporte totalmente desvirtuado por la dichosa herramienta hemos visto como se han pitado castigos por estas acciones en decenas de ocasiones.

De hecho, el propio Espino, a pie de campo y para el micrófono de DAZN, declaraba que "no se puede hablar porque después nos sancionan a nosotros. ¿Qué es raro? Es raro". Una censura indirecta por parte de los distintos organismos a los futbolistas que, tras la ridícula y desproporcionada sanción a Canales, ha mandado un aviso a todos aquellos jugadores que hablen más de la cuenta o que, simplemente, ofrezcan su opinión.

También Sergio González tenía palabras para aquella acción en la rueda de prensa posterior al choque ante el Sevilla FC de José Luis Mendilibar. "La mano del Pacha contra el Getafe es menos que la de Gueye. Por la posición de la muñeca y es como mínimo igual que la que nos han pitado a nosotros. No siempre se pita igual", lamentaba el técnico.

En definitiva, un nuevo capítulo dentro de la desigualdad de criterios que está sufriendo el Cádiz. Si la balanza ha de caer hacia un lado, siempre lo hará perjudicando a los amarillos.

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