Cádiz CF

El Cádiz CF juega con fuego y la 'baraka' del presidente

A falta de dos semanas para el comienzo de la Liga Sergio no puede trabajar con un equipo que espera esos refuerzos necesarios para mejorar el colectivo

Manuel Vizcaíno y Rafael Contreras, presidente y vicepresidente del Cádiz CF. CCF

Alfonso Carbonell

Hay una cosa que es primordial en el fútbol y esa no es otra que acompañarse por la suerte, por la flor, esa que debe tener cualquier portero, presidente o entrenador. Ser un tipo con suerte puede ser hasta algo más fiable que estar preparado. Y, hoy por hoy, Vizcaíno es un hombre al que le ha acompañado la fortuna desde que se desligó de Quique Pina.

Sobra decir que su gestión es inmaculada en cuanto a resultados tanto deportivos como institucionales. La marca Cádiz CF sube como la espuma y ahí tiene al equipo, por tercer año en la competición máxima del fútbol nacional después de cogerlo no precisamente en una situación cómoda. De hecho, en sus dos primeros años se topó con el malfario que acompañaba al Cádiz CF en esos años interminales en Segunda B. Consoló a su afición en Hospitalet y volvió a consolarla tras los trompazos frente al Oviedo y Bilbao Athletic, momento en el que comenzó su guerra personal con Pina .

Fue al año siguiente en el que murciano y sevillano comenzaron de la mano para soltarse y volverse a unir tras el ascenso en Alicante. A eso de finales del mes de septiembre de 2015, Jorge Cordero dimite como director deportivo tras la enésima disputa entre Vizcaíno y Pina, entonces presidente del Granada y gran valedor del hermano de Juan Carlos. Era la primera vez que el sevillano se quedaba solo ante el peiigro. Y sale, vamos que si salió.

Lo primero que hace es ascender a secretario técnico a Enrique Ortiz para tapar la huida del pequeño de los Cordero, que hoy ha vuelto a colocarse por delante del de Azuaga en la dirección técnica de un club presidencialista. Y no es para menos que los sea porque Vizcaíno sabe lo que se hace. Eso sí, lo hace acompañado de lo que los moros denominan la 'baraka'. Y sí, desde ese año Vizcaíno parece bendecido.

Lo primero que se encontró fue un ridículo galáctico bien aprovechado por el Cádiz CF. El Madrid de Florentino Pérez incurría en alineación indebida y el Cádiz CF pasaba de ronda para asegurarse el ingreso de otra taquilla de Primera ante el Celta en tiempos muy difíciles en la administración Vizcaíno.

La suerte de que el bombo decidiera darle el premio del Madrid, junto a la clasificación a octavos de final ante el Celta hace que el club gaditano diera dos cuantiosas taquillas para poder reforzarse en aquel mercado de invierno con jugadores que aportarían en grado sumo al posterior ascenso. Migue González, David Sánchez, Isaac Nana, Ranko Despotovic o Carlos Calvo fueron algunos de los que llegaron. A estos, a falta de cuatro partidos para el final de la temporada regular, se les une nada más y nada menos que Álvaro Cervera. La historia ya es sabida. Ascenso tras un 'play off' de ensueño y fiesta conjunta en Murcia organizada por Pina, que hace las paces con Vizcaíno.

Al año siguiente, ya en Segunda, vuelven los problemas en los despachos pero el equipo, con la base hecha por Juan Carlos Cordero, hace una temporada magnífica y se queda a un paso de Primera tras caer en el 'play off' de ascenso en Tenerife. Siguen los problemas Pina-Vizcaíno mientras Juan Carlos Cordero sigue perfeccionando la plantilla a la vera de Cervera, un entrenador que sólo tuvo 'feeling' con el hoy director deportivo del CD Tenerife.

Pero las cosas con Pina, lejos de arreglarse, se terminan de complicar y Vuzcaíno usa la 'Operación Líbero' para comenzar a liberarse de todo lo que signifique el entorno del murciano. Así, echa del club a Pina alegando que no lo quiere como directivo porque puede afectar al Cádiz CF su implicación en la trama investigada judicialmente. Paulatinamente van cayendo hombres de Pina hasta que guillotina llega finalmente a Juan Carlos Cordero, quien es despedido.

Llega a la dirección deportiva Óscar Arias, ex del Sevilla. Y, otra vez aparece la 'baraka' deportiva de Vizcaíno , que ve como el equipo funciona a pesar de que la relación entre su entrenador y su director deportivo es insoportable. Pero las cosas funcionan a pesar de que el fútbol del equipo comienza a decaer de manera constante.

Así se llega a la temporada 19/20, la del más triste ascenso debido a la irrupción de la pandemia, un factor clave en el éxito final del Cádiz CF, que ve como el parón le viene de maravilla en la Liga para retomarla casi tres meses después en la que la irregularidad en todos sus rivales les hace ascender a Primera pese al mal juego del equipo, que llega aburriendo a Primera.

Sigue la 'baraka' de Vizcaíno en Primera.

El presidente del Cádiz CF apenas refuerza a un equipo en Primera a pesar de que muchos analistan lo sitúan como una plantilla de nivel medio para Segunda. Hombres como Pombo, Malbasic, Jairo Izquierdo, Álvaro Giménez, Marcos Mauro o Fali figuran por esa plantilla que da la cara de manera extraordinaria en un año en el que el Cádiz CF de Cervera consigue la mejor clasificación histórica en Primera a base de un fútbol rácano pero de lo más eficiente para un equipo cogido con alfileres.

Una vez más, el Vizcaíno más suertudo se beneficia de una gestión más rácana que el fútbol de su equipo -solo llegaron Negredo, Ledesma o Jonsson como potenciales titulares-. Total, que riza el rizo de lo inverosímil.

Pero toda esa política conservadora, tarde o temprano, tenía que caerse por su propio peso. Y llegó esta pasada campaña. Para colmo, Cervera pierde esa conexión tan clave con su banda y el equipo -al que de nuevo apenas se le refuerza- comienza a caerse casi que a las primeras de cambio. La situación se va complicando tanto fuera del vestuario como dentro y tiene que llegar enero y una sórdida derrota en Pamplona para que Vizcaíno vuelva de nuevo a la arena y deba coger él mismo al toro por los cuernos. Se juega el tipo con la destitucion del ídolo Cervera y las cosas le vuelven a salir a pedir de boca. Acierta de pleno con la llegada al banquillo de Sergio, al que dota además con jugadores que se hacen importantes desde que ponen el pie en la Tacita (Lucas Pérez, Alcaraz, San Emeterio, Luis Hernández o Idrissi). Vizcaíno vuelve a vencer. Y lo hace, años después, de nuevo solo ante el peligro.

Y así están las cosas. El presidente del Cádiz CF vuelve a fumar su puro con tranquilidad en un tórrido verano en el que observa como sus rivales se van reforzando mientras deja a su equipo prácticamente tal y como estaba. Solo la llegada de un desconocido internacional australiano, más las renovaciones de los ya conocidos Chust y Alcaraz, además del refuerzo de Zaldua, hacen en estos momentos del Cádiz CF 22/23 un nuevo juego de azar.

Quedan dos semanas para el comienzo de la Liga y casi un mes para que acabe el mercado de invierno. Todo un mundo, sí, pero el hecho de que el Cádiz CF vuelva a jugar con fuego una temporada más no ayuda a la consolidación de un proyecto que de no seguir reforzándose puede irse al traste a las primeras de cambio.

Poco o nada se ha escuchado a Sergio hasta el momento. El técnico catalán haría mal en caer en el mismo error en el que tropezara su antecesor Cervera, al que se le vio satisfecho hace un año con los fichajes que le trajeron Enrique y Jorge Cordero a pesar de que los Arzamendia, Alarcón y compañía apenas contaron en líneas generales.

El Cádiz CF vuelve a jugar con fuego un verano más para preocupación de una afición que tiene este jueves una cita con su equipo en el Trofeo Ramón de Carranza ante el Atlético de Madrid. Tanto es así que hay muchos aficionados que no verían con malos ojos que su Cádiz CF recibiera un soberano correctivo ahora con balas de fogueo antes que llegen las de plomo. Una mala imagen ahora bien podría agilizar los trámites para que llegasen esos jugadores que deben darle un impulso a un equipo que de momento apenas se ha reforzado. Y es que la 'baraka' de Vizcaíno no es el mejor recurso para tentar, nunca mejor dicho, a la suerte un año más.

Sergio sigue trabajando con un grupo en donde hay muchos futbolistas que no cuentan . Para colmo, no está pudiendo ensayar con el que debe ser un once tipo para este año. Esta semana es la penúltima de pretemporada y sería todo un tiro al aire comenzar la temporada con un equipo en ciernes debido a que no hay nada más peligroso para el discurrir de cualquier competición que comenzar esta en los puestos de abajo nada más escucharse el pistoletazo de salida.

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