Cádiz CF
Iñaki Zurimendi: «Garrido supo aprovechar su segunda oportunidad en el Cádiz CF»
«No me ha sorprendido el anuncio de la retirada de Garrido. Poco se puede hacer cuando hay lesiones de ese calibre», señala el que fue técnico del mediocentro en el Barakaldo
«Garrido es un jugador hecho a sí mismo que ha triunfado en el fútbol profesional. Por eso es un referente en el fútbol vasco», apunta
«Juan Carlos Cordero sabía lo que hacía cuando le dio el toque de atención a Garrido, que supo recoger el guante. Fue un punto de inflexión», asegura
Entrevista a Jon Ander Garrido
El mutismo médico es por el bien del Cádiz CF
La retirada está cada vez más cerca. Fue Manuel Vizcaíno quien hace menos de una semana adelantó que Jon Ander Garrido (1989) estaba a punto de colgar las botas por su lesión de rodilla. Era un secreto a voces, pues quien fuese líder indiscutible de la medular cadista durante la etapa de Álvaro Cervera en Segunda, no terminaba de recuperarse.
Tanto que se ha vuelto a quedar sin ficha este curso después de un paso efímero por el Mirandés en la categoría de plata.
Así pondrá fin a una trayectoria curtida a base de trabajo y tesón, labrándose su futuro en los campos modestos del norte hasta que despuntó en Barakaldo y llamó la atención del Cádiz CF, que lo reclutó e incluso le dio una segunda oportunidad años después. Y la supo aprovechar con creces.
En aquella época en el club aurinegro (2013/2014) estaba como entrenador Iñaki Zurimendi, un experto del fútbol vizcaíno que supo sacar lo mejor de Garrido, con el que sigue guardando una buena relación.
Ahora, a muchos kilómetros de distancia, al de Alonsotegi no le sorprende la retirada de su expupilo porque lo sigue. Como ha seguido toda su trayectoria desde que se fue del Nuevo Lasesarre en pleno mercado de invierno.
Hoy, casi una década después, Iñaki Zurimendi, que fue una pieza importante en la Margen Izquierda (por ahí también pasaron futbolistas de la talla de Aitor Fernández, René, Unai Medina, Tyronne, Serantes, Odei, Unai Expósito, Son, Iddrisu Baba, Sergio Buenacasa o Antonio Sánchez) recuerda todo con pelos y señales gracias a su memoria prodigiosa. Una virtud que le hace recordar cada éxito y cada acierto de Garrido en su carrera.
Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz CF, ha anunciado que próximamente llega el momento del adiós de Jon Ander Garrido al fútbol en activo. ¿Le sorprende la retirada del centrocampista?
Tengo mucha relación con Jon Ander Garrido y no me ha extrañado. Cuando me llegó algo hace unos meses, sí me sorprendió, pero contra una lesión así no se puede lucha r. La condición física marca, es una de las taras de este deporte. Se puede acabar la carrera y ha pasado. Y mira que con sus condiciones físicas es una pena que la rodilla le limite, ya que habría dado algunos años más de fútbol. Llegados a este punto, que haya disfrutado mucho del fútbol es lo principal.
¿Qué puede destacar de Garrido?
Aquí Garrido es un referente. Es un jugador hecho a sí mismo porque no tiene una base importante de equipo de formación. Los que llegan a Primera, suelen tener base de Athletic, Real Sociedad, Alavés o Eibar, y él no. Fue otra línea, se formó en el barro y es muy querido en el fútbol vizcaíno. Y también en el sur. Es muy generoso y cautiva por su naturalidad.
¿Qué recuerda de aquel futbolista que despuntaba en el Barakaldo cuando usted entrenaba?
Pues recuerdo que Garrido vino de Regional. Ascendimos un año antes desde Tercera y tuvimos mucho acierto en la captación. Era un equipo francamente bueno con Aitor Fernández, René, Unai Medina, Tyronne, Garrido, aunque falló el entrenador (risas). En aquella etapa nos quedamos cerca de dar el paso alguna temporada a Segunda. De hecho nos cruzamos con el Lleida de Miramón, Imaz, Mata, Pere Milla...
En resumidas cuentas, puedo señalar que fueron dos o tres años muy bonitos, también con otros jugadores como Serantes, Odei, Unai Expósito, Quintanilla... Mis últimos años como entrenador porque luego fui director deportivo. Por mi trabajo no podía mudarme de aquí.
Se puede decir que nadie le regaló nada.
Efectivamente. Garrido vino de Regional y era un diamante en bruto. En los primeros partidos costaba situarle sobre el césped, pero fue ganando poso con el paso del tiempo. Él iba a todas partes y estaba en todos sitios menos en el centro. Esa fue la tarea, hacerle ver que si asumía unas funciones determinadas, crecería.
También puedo decir que Garrido era un futbolista muy intenso, concentrado, ganador de duelos y que destacaba por su físico. Su crecimiento fue exponencial. Él fue eligiendo mejor y se fue haciendo más jugador. Hasta hizo goles en la estrategia ofensiva. Era un todoterreno.
«Garrido fue eligiendo mejor y se fue haciendo más jugador. Era un todoterreno»
Tenía un gran cartel en Lasesarre, ¿verdad?
Y tanto. En Águilas nos da el ascenso a Segunda B en el año 2012. Era determinante en las áreas e incombustible los 90 minutos. Solo le quedaba pulir la toma de decisiones porque, además, técnicamente iba creciendo.
Y se asentó, despuntó y entonces llegó el Cádiz CF...
Era un Barakaldo con poco dinero, un Barakaldo 'low cost', pero la apuesta salió muy bien. La oportunidad de fichar por el Cádiz CF era idílica para él al dar el salto y para el club al ser una inyección económica. En definitiva, una pequeña recompensa.
¿Usted cómo se lo tomó en pleno mercado de invierno?
A mí como entrenador me tocó la parte egoísta... El día que se cerraron las cosas yo estaba entrenando y sabía que perdía una pieza importante. ¡Cómo no lo iba a notar! Pero es lo que había porque era beneficio para el jugador, que se iba a un histórico como el Cádiz CF (aunque estuviera en Segunda B), y económicamente para el club.
Lo noté tanto que el Barakaldo llevaba un año y medio sin perder fuera en Segunda B. Entonces se fue Garrido al Cádiz CF, perdimos en la primera salida en Leganés, también en la segunda y en la tercera ante el Peña Sport... Buffff, me costó dar con la tecla y tuve que cambiar la idea del equipo. Y así hasta que dimos con la tecla. Sobre todo fuera de casa. En casa sí ganamos al Toledo que era líder, a la UD Las Palmas que también era líder...
¿Cómo ha visto a Garrido desde la distancia?
Muy valorado en Cádiz. Además fui un día en directo contra el Numancia, aprovechando que andaba por Zahara de los Atunes, y lo comprobé en primera persona. Ese día jugaron Aitor Fernández y Unai Medina en el Numancia, y Garrido en el Cádiz CF. Y Garrido marcó ese día.
Un tirón de orejas decisivo
Eso sí, no lo tuvo fácil en La Tacita de Plata. De hecho tuvo que salir al Racing de Ferrol y luego volver tras una cesión. Y Juan Carlos Cordero incluso le dio u tirón de prejas que dio bastante resultado...
Garrido llega joven a Cádiz, no viene del fútbol profesional, era otra cosa... En el Barakaldo no era díscolo, pero también me contaban los compañeros que ahí Juan Carlos Cordero trabaja muy bien y sabía lo que hacía. Había talento futuro y acertó con ese toque de atención. Fue un punto inflexión. Garrido supo recoger el guante, decidió cambiar. Venía de abajo y no podía desperdiciar esa oportunidad.
No todos aprovechan una segunda oportunidad, ¿verdad?
Así es. Para mí es un orgullo su evolución. Lo conocí de los 21 a los 24 años de edad y era un chico sensacional. Ahora que se retira puedo decir que ha triunfado.
¿Tuvo mucho que ver Álvaro Cervera?
Totalmente porque Álvaro Cervera es el que más rendimiento le ha sacado a nivel profesional.
«Álvaro Cervera es el que más rendimiento le ha sacado a Garrido a nivel profesional»
Hasta llegó a jugar en San Mamés en Primera con el Cádiz CF. Jugar allí es un reto para cualquier vizcaíno.
Al jugar en Primera en San Mamés hablé con él. Es un regalo del fútbol. Ha sido muy feliz en Cádiz. Ha sido un afortunado.
Y ahora que llega la hora de la retirada, Garrido dejó caer en alguna ocasión que le gustaría ser bombero.
La rodilla le puede limitar para ser bombero. Yo digo que no veo a Garrido como entrenador. Aquí he convivido con Carles Marc (ahora está de segundo entrenador en el Cádiz CF Mirandilla) y se le veía sesgo de entrenador desde el primer día, aunque también me he llevado alguna sorpresilla.
Se retira un futbolista que siempre lo dio todo. Ahí, en Euskadi, siempre apuestan por los de la zona.
Aquí es vital que se apueste por la cantera. Es un factor motivacional, se ve más cerca y real llegar. Culturalmente genera arraigo y es un valor añadido. Por filosofía, sobre todo en el Athletic, se optimiza mucho. Luego hay generaciones y generaciones, pero siempre hay competitividad.
Mande un mensaje a Jon Ander Garrido.
Le digo que estoy muy orgulloso de su trayectoria futbolística y seguro que ha disfrutado de todos estos años. Se lo merece porque siempre ha querido mejorar.
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