Cádiz CF

El Cádiz CF ya va de frente

Manuel Vizcaíno deja vacante la dirección deportiva, un cargo en el que nunca creyó

El presidente sevillano se queda solo en una gestión donde gana peso el entrenador

Manuel vizcaíno y álvaro cervera. ccf

Alfonso Carbonell

El Cádiz CF no empleará a ningún director deportivo en sustitucion de Óscar Arias, que fue apartado en el pasado mes de enero y poco antes de que comenzase el mercado de fichajes de invierno. ¿Para qué contratar a otro? Ya no hace falta engañar a nadie . Este club es presidencialista y le está yendo bien así que no se entendería cubrir un cargo que, con Arias en él, jamás tuvo sentido ya que hasta el propio presidente ha ninguneado y ningunea al que fue en teoría, y sólo en teoría, artífice de la plantilla del ascenso y el de la permanencia. Sólo así se entiende que en sus últimas intervenciones el directivo sevillano despreciara el trabajo de Arias en la contratación de Sobrino o de Jens Jonsson. Vizcaíno nunca ha creído ni en Arias ni en la parcela deportiva y de ahí vinieron los primeros roces con Quique Pina.

Arias vino a reemplazar a Cordero, con el que Cervera se llevaba de gran categoría y al que de pronto se lo quitaron para que comenzase lo que ahora se ha convertido en un culebrón producido y creado por Vizcaíno , que ahora ha terminado de usar al que fue su elegido para hacer y deshacer la plantilla y hasta para incordiar al intocable entrenador al que no ha tenido más remedio que plegarse a él dado sus éxitos al frente del banquillo.

Vizcaíno sabe manejar los tiempos y pone y quita peones como le gusta hacer a cualquier mandatario sin escrúpulos. Y antes va el cargo que la persona, y si hace falta dejar tirado a un amigo, pues se deja. Claro que sí. Lo hizo San Pedro, cómo no lo va a hacer cualquier otro. El presidente cadista no ha dudado en negar a Arias ahora que está fuera del club, pero la realidad es que lo puso negándolo de voz y hasta de voto. Por eso, que ahora venga el otro a llorar el trato permitido por su presidente causa asombro.

Ahora bien, es un hecho que este régimen tan personal (muchos lo comparan, salvando distancias, al que impera en el Real Madrid de Florentino Pérez) está recaudando éxitos y no se explicaría que ahora Vizcaíno cambiase de estilo. El sevillano siempre ha querido dirigir al club en todos los sentidos. Las tuvo tiesas con Pina cuando el murciano llevaba la parte deportiva y él sólo la institucional pero la 'Operación Líbero' le puso en bandeja echar al que todavía es su socio. Se quedó Juan Carlos Cordero, con el que comenzó bien pero acabó litigando (y pagando). Una vez despedido de manera improcedente, Vizcaíno se trajo a un director deportivo que conocía del Sevilla para manejarlo a su antojo hasta que la relación de Arias con Cervera fue «insostenible» y hubo que abrirle la puerta de salida.

Se quedaba así el Cádiz CF sin director deportivo y en pleno mercado de invierno. Pero poco o nada le importó a Vizcaíno, que sabe moverse bien entre aguas turbulentas y se volvió a acordar de Enrique Ortiz para cubrir el expediente. No era la primera vez que lo hacía...

... Porque sí, el primer gran éxito de Vizcaíno fue a su estilo. Jorge Cordero abandonaba la nave en plena I Guerra Pina-Vizcaíno. El ahora jefe de los ojeadores del Cádiz CF fue en su día (la temporada 2015/16) el director deportivo del conjunto gaditano, al que dejó en el mes de septiembre debido a la desavenencias entre sus dos jefes, aunque él venía de la mano del murciano. Entonces, Vizcaíno se quedó solo ante el peligro y con Claudio en el banquillo. Optó por darle su sitio -que no el cargo- a Enrique Ortiz, al que subrayó como secretario técnico de una entidad que ese invierno se reforzaba con jugadores como Isaac Nana, David Fernández o Migue González. Entre medias, al Cádiz CF le toca la lotería con la eliminación en Carranza del Madrid de Rafa Benítez por alineación indebida y el club recibe un soplo de aire económico que le da a Vizcaíno la posibilidad de acabar la temporada sin agobios financieros al no estar Pina en el barco.

La trayectoria del equipo es desoladora a pesar de que los 'play off' de ascenso están encarrilados. Por eso mismo, se destituye a Claudio Barragán a cuatro jornadas del final de la Liga regular y llega Álvro Cervera en lo que ha sido el gran acierto de la era Vizcaíno. El resto ya se conoce.

El ascenso trae la paz entre Pina y el sevillano y se vuelve a apostar por el tándem en la dirección del club. Llega Cordero como director deportivo. Se consigue el 'play off' para ascender a Primera y toda va bien hasta que llega la II Guerra Pina-Vizcaíno y el desenlace también se conoce.

Años después de todos esos embrollos, Vizcaíno vuelve a tener al club como él desea y quiere y en unas condiciones no tan sombrías como en 2016 y con el club en Segunda B. Ha dado muestras de que sabe llevar deportivamente el club y que le vale con una gerencia deportiva dirigida por Enrique Ortiz y (¡qué cosas!) y Jorge Cordero como segundo de abordo.

Hoy por hoy, este Cádiz CF ha dejado de ser un club al uso. Sin director deportivo, todo se reduce a lo que tiene en la cabeza Álvaro Cervera, un entrenador que como él bien dice puede irse a la calle en cuanto pierda cinco o seis partidos seguidos. Por tanto, el proyecto es el que es: resultadista pero efectivo, que no está nada mal. Y por otro lado está Vizcaíno, que como no puede ser de otra forma mira más por el club y a largo plazo. La gestión que vende es esa: vender. Y no le va mal.

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