Cádiz CF
Cinco salidas que tampoco importan tanto
Acostumbrada a la mano de Cervera, la afición apenas se inquieta con los que siguen siendo descartes
La pretemporada ha mejorado ostensiblemente después de lo visto en los dos últimos amistosos ante Atlético y Burnley . Tan bien aparentemente se ve al equipo que hasta se ha olvidado un poco en la afición que aún queda mucho trabajo en la secretaría técnica. Pero las cosas como son, de ahí a preocuparse hay mucho y la afición no lo está. Al menos, hasta el momento. Entre otras cosas porque son jugadores (a excepción de uno) con los que ya el año pasado Cervera consiguió sacar petróleo en un solar.
Esta misma película ya la vio el año pasado el cadismo . Y entonces si que había preocupación con el desastre que tenía montado Óscar Arias, al que se le agolpaba en la mesa los papeles de los jugadores con los que su entrenador no contaba. Eran tantos que muchos de ellos tuvieron dorsal y hasta minutos. Y no pocos. El resultado es por todos conocidos. Permanencia sobrada con el carrito del pescao formando parte de una plantilla en la que muy pocos confiaban, comenzando desde el propio club.
Pero el fútbol de hoy, con la pandemia en ciernes y el mercado tan parado como pobre , es lo que tiene. No es un mal único del Cádiz CF, sino que es endémico. De hecho, sería injusto no reconocer el laborioso y temprano trabajo por el club gaditano, puesto que puede decirse que es de los equipos que más fichajes ha hecho y por lo que se ve ha acertado en sus decisiones sobre el papel. Poco o nada se le puede decir a Enrique y Jorge Cordero, casi tan poco como se le tuvo que decir a Arias, que se encontró un mercsdo muchisimo más tieso y estático. Al César lo que es del César.
Sin embargo, todo eso no quita para recordar que en la actual plantilla sobre, sigue sobrando, gente. El nombre de cuatro salen rápido, pero también se encuentra un quinto al que se le ha buscado salida en cantidad de ocasiones pero que finalmente se ha quedado. Y ojo, se ha quedado arrimando el hombro y dando puntos. Este último es Iván Alejo. Los anteriores no son otros que Nano Mesa, Malbasic, Álvaro Giménez y Pombo.
Si Alejo ha contado más para Cervera que sus compañeros en la pasada campaña y en la actual pretemporada es porque se trata de un jugador más del perfil del entrenador y el que hasta cierto punto le da cosas al equipo que los otros no. Eso no quita para destacar el buen comienzo de Liga que tuvo -ahora va a hacer un año- Jorge Pombo, así como las actuaciones más o menos acertadas de Malbasic o Álvaro Giménez, quien contribuyó a empatar un encuentro en Elche y empujar un balón a gol frente al Barcelona en casa. En Segunda, ambos llegaron como fichajes de invierno y dieron casi que lo mismo. Aquel ascenso les hizo renovar automáticamente y ahora mismo no son más que una china en el zapato de la secretaría técnica del Cádiz CF. El caso de Nano Mesa merece capítulo aparte porque no hay quien lo entienda a no ser que el que lo explique sea el presidente Manuel Vizcaíno, que tantos y tantos compromisos ha sellado con el escudo del Cádiz CF. Unos les ha salido bien y otros mal. Cosas de este negocio del balón.
No desterrarlos
Se aproxima la Liga y todos ellos saben que el club no cuenta con ellos en mayor o menor medida. Siendo consciente Cervera de ello, no tiene otra que -como ya le pasó el año pasado- tirar de ellos por obligaciones del guión. Sólo así se entiende la aparición de Nano Mesa ante el Atlético o las titularidades de Alejo y Álvaro Giménez en el encuentro celebrado en Inglaterra a una semana del comienzo liguero y en el que también Pombo tomó algo de protagonismo en los minutos finales.
Estas cosas pasan y antes que caigan como una mala sorpresa, Cervera prefiere darles la importancia acorde a las circunstancias y sabedor de que no es nada sencillo aprobar o finiquitar la salida de cualquier jugador con un contrato importante como son los que ahora mismo parten la cabeza a Enrique y Jorge Cordero, que esperan dar algunas de estas salidas para poder acoger a los dos fichajes que quedan por firmar.
El verano no es una cuestión baladí para Cervera, que ya se vio el oro que le dio al Cádiz CF cuando sacó del cajón del filial a Manu Vallejo aquel verano en el que ni Alvarito (que se fue al Rayo de Primera) ni Salvi (que se quedó finalmente) jugaban por precaución y ante un posible salida. De hecho, la pasada semana el entrenador nacido en Guinea ya comentó que hay pretemporadas en las que cambia de opinión tanto para bien como para mal. «Hay veranos que algunos jugadores me sorprenden para bien y lo contrario», dijo en una posible alusión a jugadores con los que en un principio no cuenta pero le acaban ganando su confianza (como Pombo el año pasado que empezó titular en Liga para ir desapareciendo) y al revés (como igual puede ser el caso de Alejo, al que el club le busca salida ante la llegada en breve de Álvaro Jiménez procedente del Albacete).
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