(Previa) Pues con todo este poco sale el Cádiz

Un año más el Cádiz sale cojo de la casilla de salida . Venga, antes que nada, habrá que decir también que este equipo hasta hace nada estaba sobreviviendo en el lodo de la Segunda B y todo eso. Bla, bla, bla... Ok. Dicho eso, tras tres años en la elite, el cadismo parece abocado a lo que ha sido su historia, su biblia, su memoria, su adn. Sufrir. ‘Chapó’, señores. ‘Chapó’.

Ahora bien, si todo esto fuese así porque al frente del navío hay una persona que vende humildad, milagros y supervivencia todo sería comunión pero cuando al frente del chiringuito hay un ser que osa decir que no hay que celebrar ninguna permanencia pues la cosa empieza a tambalearse. Entre otras cosas porque lo uno no va con lo otro. Sin sentido común no hay nada, solo vergüenza. Porque cuando Antonio Muñoz o Manuel de Irigoyen te decía una cosa pues, para bien o para mal, te la tenías que creer. Pero cuando don Manuel Vizcaíno te suelta otra pues... como que no. Allá quién se la crea, claro. Libertad ante todo.De pensamiento, de obra y omisión. Sólo faltaría.

Es verdad que el empresario sevillano está empeñado en dar un paso adelante. Ahí está el ejemplo de Sergio Camello, por el que puso sobre la mesa seis millones de euros. Bien.Así, sí. Así es creíble.Pero al final, por unas cosas u otras, el muchacho no ha querido venir tal y como se ha conocido gracias a un comunicado emitido por un club despechado que a día de hoy se intercambian psiquiatras para tratar de entenderlo y averiguar una tesis de tamaño mayor. El despecho es malo. Aquí y en todos lados.Incluso en una selva llena de depredadores como es el fútbol.

El Cádiz CF de Vizcaíno quiere invertir en jugadores y se supone que está en ello pero a día de hoy vuelve a debutar en Liga con un equipo muy, muy, muy parecido al que echó el telón el pasado curso. La entidad vende que ha fichado a tropecientosmil jugadores pero la realidad es que sólo han venido tres caras nuevas y una ya era conocida gracias a Quique Pina (Machís, el mejor pero con peros..). Y el caso es que en la conciencia de cada aficionado neutral se verá que el Cádiz CF se estanca, no progresa, no avanza, se encona.

No. El equipo se ha reforzado lo mínimo y cursa su cuarto año consecutivo jugando con el mismo fuego al que lleva domando desde su entrada en la elite. No pasa nada, el cadismo perdona todo y cómo no perdonar al encargado, a medias, de poner al Cádiz de nuevo en la primera línea del orden en el panorama nacional.

El tema es que el Cádiz no ha aprendido de los errores y mientras el Mallorca, un club de su liga pero con mayor estirpe, refuerza a base de bien a su equipo, el Cádiz vuelve a caer en la piedra de siempre y se sustenta en la misma columna vertebral que acabó rota por sus cuatro costados aunque cumpliendo. Darwin Machís y Javi Hernández son los dos únicos fichajes que han entrando con fuerza en el once. Y ya está.

Una cosa buena tiene a su favor este año el Cádiz, el calendario. Eso sí, tan bueno que puede ser hasta malo si no se consiguen una serie de puntos en unas primeras jornadas más que propicias para no salir del pelotón de los últimos.

Con lo poco que le han dado, Sergio tiene claro su once ante un Alavés que, sobre el papel, es carne de descenso. El rebelde y contentado Ledesma será el portero. Iza,Fali, Meré y Javi Hernándes completan la defensa. Alcaraz y San Emeterio serán los encargados de hacer jugar a un equipo con Alejo por la derecha y el indómito Machis por la izquierda. Y arriba, Roger y Chris Ramos. Un 4-4-2 al uso que deberá regar de ilusiones a una afición que hasta final de mes estará esperando a esos jugadores que terminen de dar el salto de nivel que se han ganado.