Barcelona - Cádiz

Dos minutos matan al Cádiz (2-0)

Los de Sergio pierden con injusticia en el Nou Camp tras encajar dos goles en la recta final del primer tiempo

Gavi conduce el balón ante la oposición de Fali.

Alfonso Carbonell

Dos minutos, dos. Los suficientes para desconectarse del partido y acabar muertos poco antes del descanso. Al margen de eso, que no es baladí, lo cierto es que el Cádiz mereció mucho más en su visita al campo del líder. Dos goles anulados, dos disparos a la madera y dos goles encajados en el peor momento para levantarse por eso de la psicología hundieron a los de Sergio, que pese a la derrota regresan con mucha dignidad a la Tacita tras un nuevo encuentro más que aceptable en una de las plazas más complicadas de la Liga.

En cinco minutos ya había pisado el Barcelona en tres ocasiones el área de Ledesma, que si bien vio como salió el rival tampoco tuvo que emplearse gracias a que ni los remates llegaron a puerta ni Eric García cabeceó con puntería. El dominio era blaugrana pero el Cádiz no parecía mal plantado en un inicio en el que Gavi, a la media vuelta, pudo tenerla pero fue bien tapado por Fali. Minutos después era Ansu Fati el que no acertaba a rematar una buena asistencia de Balde para alivio de la defensa amarilla.

Aguantaba estos primeros arreones el Cádiz, que al cuarto de hora avisaba y de lo lindo tras un cambio de juego de banda a banda de Arzamendia que Iza bajaba al suelo asistiendo a Bongonda para que el congoleño disparase al primer toque con firme intención de hacer daño si no llega a ser por la aparición salvadora de Christensen.

La reacción azulgrana no tardó en llegar y los de Xavi volvían a plantarse en casa de Ledesma tras una buena conducción de Gavi que resolvió con un pase en profundidad a Ferran y que este, en su intento de meter el pase de la muerte, desperdició entregando el balón a Iza, que alejó el peligro como buenamente pudo.

A poco de llegar al minuto 20 Roger adelantaba al Cádiz pero en posición incorrecta tras pase de Bongonda. El banderín del linier despertaba rápidamente del sueño a los cadistas, que al menos veían como su equipo daba señales de vida en la parcela ofensiva.

Y de un área a otra y por culpa de Brian Ocampo, que se permitió el lujo de sacar el balón desde su área con un taconazo que acabó en los pies de Ferra, que se deshacía de Arzamendia y Fali para chutar desviado con la izquierda.

Movía el balón el Barça de banda a banda sin olvidarse del centro, por donde Eric filtraba un pase a Ansu Fati que puso en apuros al equipo amarillo de no ser, otra vez, por la aparición estelar de Iza, que se multiplicaba en este comienzo del partido para apagar fuego tras fuego.

No contento con la anterior perdida, repetía el error otra vez Ocampo, del que se benficiaba el Barcelona por mediación de Sergi Roberto, que culminaba la jugada disparando al cuerpo de Ledesma. El rechace lo medio alejó de nuevo Iza, pero lo recogía Balde para volver a intentarlo pero esta vez sin encontrar puerta para que el Cádiz cogiera aire.

Pasada la media hora el Cádiz seguía amarrado pero no por ello se ahogaba en su campo sino que se atrevía en algunas ocasiones a estirarse para buscarle las cosquillas a un Barcelona superior en la posesión pero sin mucha pegada.

Todo iba bien hasta que llegaron los últimos cinco minutos de la primera parte que castigaron doblemente al Cádiz, que vio su castillo de arena desmoronarse ante la llegada de dos jarros de agua fría.

El primero en avisar fue Lewandowski después de la enésima perdida en defensa de Ocampo ante Ferram, que puso un centro de gol al polaco para que este se viera sorprendido por Iza, que hacía lo suficiente para molestar el remate del pichichi culé.

Pero si no fue en el 41', lo fue en el 43' tras una magistral jugada por su banda de Ferran, que fue driblando rivales en su camino al área (Arzamendia, Alcaraz y Fali) para finalizar centrando desde la línea de fondo a Lewandowski. El cabezazo del polaco lo sacaba sober la línea Iza , que ya desde el suelo poco o nada pudo hacer para salvar el remate de Sergi Roberto con el que el Barcelona castigaba al Cádiz a dos del descanso.

Ya en el añadido llegaría el estocazo final con un disparo desde la frontal del área de Lewandowski, que resolvía a la perfección chutando entre las piernas de Fali y batiendo a un Ledesma mal colocado.

Sin cambios salieron ambos equipos a un segundo tiempo donde los amarillos dieron la sensación de salir abatidos, tristes, desilusionados por los dos mazazos recibidos al filo del descanso. A pesar de ello, los amarillos siguieron en el partido más por calma azulgrana que por iniciativa propia.

Pudo meterse de lleno en el 58 después del segundo gol anulado a Roger por falta previa en el salto de Fali sobre Ter Stegen al saque de un córner. Fue una pena, pero también falta según los códigos de los más antiguos.

Lozano, Alejo y Sobrino entraban en el 62' y se iban Escalante, Ocampo y Bongonda. Poco después, reforzaba el centro del campo con San Emeterio para dar descanso a Alcaraz. Ya en el 74', Chris Ramos entraba en sustitución de Roger. Por su parte, Xavi refrescaba también a su equipo dentro de un partido mucho más calmado en comparación con el que se jugó durante la primera mitad.

Y en esa tónica de pachorra pudo el Cádiz acortar distancias a un cuarto de hora del final tras un cabezazo de San Emeterio a la salida de un córner que detuvo Ter Stegen en dos tiempos. Tuvo más trabajo el arquero alemán tras detener un punterazo de Chris Ramos, que había dejado atrás a toda la línea defensiva culé. Poco después, otra vez el delantero gaditano pudo marcar pero su cabezazo a centro de Álex se iba alto tras imponerse en el salto al meta local.

Entraba en los últimos diez minutos el Cádiz con ganas de discutir el resultado y casi lo consigue en el 85' el Choco Lozano, que peinaba un balón centrado por Luis Hernández lo justo para salvar la estirada de Ter Stegen pero lo suficiente para encontrarse la madera. La jugada siguió y de nuevo Chris Ramos cabeceaba un centro de Sobrino, pero esta vez muy desviado y sin encontrar ni la potencia necesaria ni la dirección correcta. Lo siguió intentando con denuedo el Cádiz, que cerca estuvo otra vez de marcar pero el cabezazo de Fali salió desviado después de un error de Ferran con el que el valenciano no contaba.

Se llegaba al final con amargura por no poder batir a Ter Stegen y la curiosidad de qué podría haber pasado con varios minutos a un gol del empate. Sin duda, los dos minutos letales de la primera mitad pasan una factura muy costosa a un equipo que volvió a caer en la misma trampa en la que pecó en San Mamés. Sin concentración en la Liga, acabas muerto. Mejor será que tomen nota para que no vuelva a ocurrir.

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