Cádiz CF
Dos fichajes con tres recados
La llegada de Ortuño y Joaquín González dejan a las claras la falta de sitio para centrocampistas con contrato
El aval se sella en Sanlúcar

Los dos primeros fichajes mundanos del Cádiz CF mandan un recado más que serio para otros futbolistas que tienen contrato pero que no cuentan para la temporada que viene. La entrada en la plantilla 25/26 de los recién firmados Sergio Ortuño y Joaquín González dejan a las claras que hombres como Gonzalo Escalante, Rubén Alcaraz o Fede San Emeterio deben hacer lo posible -con ayuda de su actual club- por buscar una salida si no quieren comerse toda una temporada en la grada. Está salvado Moussa Diakité, el único -junto a Álex- con el que Garitano dice querer seguir contando. Antes ya salieron Tomás Alarcón y Rominigue Kouamé, que volverá en el mes de enero coincidiendo con el final de la cesión al Chicago Fire.
De los anteriores, solo Álex, que está sin contrato, tiene la oportunidad de decir que sí a un año más que le ha ofertado -a la baja- el Cádiz CF. De momento, el madrileño busca una salida ventajosa y solo en el caso de no e encontrarla podría entablar conversaciones en un club que le dará el tiempo que se ha ganado después de tantos años de compromiso con la entidad.
Lo que queda claro es que el trío formado por San Emeterio, Escalante y Alcaraz no lo tendrá nada fácil seguir de amarillo a pesar de que todos ellos tienen contrato en vigor hasta 2026.

Como ya es sabido, esto es fútbol y en este mundo lo que hoy es negro mañana puede ser azul, pero en un principio la entidad cadista ya le ha comunicado a los tres centrocampistas que no cuentan y que deberán buscar una salida, de lo contrario habrá que llegar a un acuerdo para rescindir un contrato sino se quiere acabar donde han acabado tantos otros, en los tribunales, donde suele pagar el club de turno, en este caso el Cádiz.
Dos fichajes para el centro del campo y tres recados. Tanto Rubén Alcaraz como San Emeterio y Escalante deben darse por aludidos con la llegada de Joaquín González y Sergio Ortuño, nueva maquinaria para agilizar una sala de máquinas que anda más que oxidada.