Caro quiere verse jugando

José Antonio Caro llegó hace un año a Cádiz con la ilusión por bandera pero en nada que se puso bajo palos se la quitaron de un plumazo. Bueno, en realidad, de cuatro, que fueron los goles con los que inauguró la portería en la primera jornada de Liga en Carranza ante un Zaragoza de Víctor Fernández que se lo explicaba a las primeras de cambio al recién descendido equipo amarillo en manos de un Paco López tan desnortado como perdido.

Los platos rotos de esa primera derrota los pagó el portero de La Palma del Condado, que veía como en el siguiente encuentro ante el Levante en Valencia David Gil le sentaba para el resto de la temporada. Bueno, en realidad, hasta que fue expulsado en el encuentro de la 38ª jornada ante el Córdoba dejando la portería libre para lo poco que quedaba de Liga. Pero ni por esas porque Caro apenas jugó lo que restó del encuentro en el Arcángel y los dos siguientes ante Almería y Racing de Ferrol en A Malata, donde con una derrota ante un ya equipo descendido cerraba su último encuentro defendiendo el escudo de Hércules y los dos leones. Y es que Garitano, se decantaba en las dos últimas jornadas por subir al canterano Víctor Aznar.

Es muy posible que el encuentro en tierras gallegas fuera el último de Caro como cadista. A pesar de que el onubense cumple contrato el año que viene, lo cierto es que el arquero no está dispuesto a pasarse uno más calentando banquillo cortando así la gran trayectoria que realizó en el Burgos, equipo donde destacó y por lo que firmó con una entidad que acababa de despedir a Conan Ledesma.

El Cádiz CF le ha pasado por encima y aunque Caro no ha demostrado ni más ni menos que su competencia (David Gil), lo más lógico es que Garitano siga confiando en el mismo portero que ya utilizó hasta su expulsión en Córdoba y su posterior operación del menisco aprovechando el final de una temporada aciaga en todos los sentidos.

La planificación de la plantilla 25/26 debería contemplar la contratación de otro arquero que venga no ya a rivalizar con David Gil, sino a sentarlo por el bien del incremento de calidad en la portería. Además, está por ver en qué estado llegado a la pretemporada el meta getafense tras su intervención de la rodilla en el mes de mayo pasado.

La esperanza de la directiva amarilla se centra en el italo-brasileño Víctor Aznar, un prometedor cancerbero que ha ostentado la portería del filial de Segunda RFEF hasta su paso al primer equipo en las jornadas finales de la campaña finalizada. Sin embargo, no deja de ser un tiro al aire depositar toda la credibilidad en un profesional que hasta el día de ayer era un canterano. Como no puede ser de otro modo, Aznar hará la pretemporada con Garitano con la fe de ganarse la confianza del mismo entrenador que le hizo debutar en el fútbol profesional.

Y si dudas tiene que haber con Aznar, menos hay con su colega Caro, que ya conoce que no entra en los planes del cuerpo técnico tal y como muchos de sus compañeros. Sin duda, el meta onubense es un daño colateral directo de un mal año que no ha perdonado a nadie. Y menos, a él.

Caro sigue teniendo cartel en muchos clubes de Segunda y la idea es que encuentre un destino más pronto que tarde para comenzar a ganarse el puesto en su futuro equipo desde el primer día de la pretemporada.