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El Cádiz CF, tras los pasos de Jon Rahm
Mauricio Pellegrino invitó al coach del golfista vasco para preparar mentalmente al equipo de cara al duelo ante el Celta de la pasada jornada
Es un problema mental. Algo así debieron concluir tras una profunda charla conjunta los integrantes del cuerpo técnico que encabeza Mauricio Pellegrino, al que le cuesta entender el bloqueo mental de sus jugadores durante este tiempo que lleva trabajando de sol a sombra en el Cádiz CF. Indiscutiblemente, sus métodos no están surgiendo efecto tal y como se advierte en una serie de resultados que solo han arrojado tres puntos de quince jugados. Una suma que no daría en absoluto para conseguir la permanencia en Primera División.
El aspecto psicológico está haciendo mella en un equipo que no gana desde el pasado 1 de septiembre del 2023. Y aunque pueda resultar baladí, el hecho de que se repita esa fecha como un mantra negativo y se le recuerde también la cantidad de partidos consecutivos que llevan sin vencer, 25, aún pueden sucumbir más en lo moral un grupo de futbolistas que están tocados mentalmente más que físicamente. Que ya es decir.
Algo de eso lleva viendo Pellegrino desde que llegó. Y eso que el argentino es un entrenador que está apretando las tuercas en El Rosal mientras en las ruedas de prensa mima a sus jugadores con frases más o menos motivadoras. Eso sí, el ex de Alavés o Leganés, a sus formas, también ha hecho mella en la fragilidad de las cabezas de sus jugadores con expresiones cercanas a decir que esto le está pasando a él ya venía de lejos. Unos términos o declaraciones que en nada ayudan a sus hombres a limpiar sus cabezas.
Su comparecencia tras el 2-0 encajado en El Sadar ante el Osasuna es una buena prueba de ello. O incluso la rueda de prensa previa a ese choque en Pamplona, donde antes que mirar al futuro se centró en un pasado negro. «Todo lo que ha pasado hasta el momento influye y algunos jugadores con un sentido de responsabilidad importante pueden decepcionar más. Todos queremos ganar desde hace 20 partidos», dijo de forma machacona antes del duelo en Navarra. Sin duda, poco optimismo vendió de cara a un duelo donde el equipo volvió a dar la de arena.
Consciente o no, el caso es que las declaraciones más que sinceras de Pellegrino no representan un halo de alegría y esperanza sino que a veces parece todo lo contrario. También pasó una vez el Cádiz CF perdía ante el conjunto rojillo que entrena Jagoba Arrasate. En ese momento, alicaído, Pellegrino volvió a tirar de pasado como para recordar que los errores vienen de lejos. «Estamos en un momento en el que las cosas no nos salen y los goles que recibimos nos cuestan derrotas», comenzó diciendo antes de rematar: . «Lo importante es mirarnos el ombligo como institución, como equipo y grupo humano», destacó extrapolando los problemas deportivos a todo un colectivo de factores.
Sabedor de ello o no, Pellegrino no arroja la toalla y puede que hasta él necesite mensajes positivos para confiar en lo que se está trabajando día tras días en los entrenamientos a pesar de que cuando llega la jornada de turno no aflora esa labor. El aspecto mental se antoja crucial en un equipo que no puede ser tan malo como dicen sus resultados.
Por todo ello, la semana pasada comenzaba con una rueda de prensa de un presidente pidiendo a la unidad que, por otro lado, siempre suele haber en el cadismo cuando vienen mal dadas. Al margen de las palabras de Manuel Vizcaíno, en el cuartel general del equipo hacía entrada un motivador nato y que Pellegrino conocía de sus tiempos en Vitoria. Su nombre: Joseba del Carmen. Su dedicación: Coach de Jon Rahm, prestigioso golfista vasco que ha roto el mercado yéndose a jugar al circuito saudí.
Pues bien, la pasada jornada y con vistas a un encuentro a vida o muerte ante el Celta, los jugadores del Cádiz CF conocieron y se nutrieron de la experiencia y el conocimiento de un coach motivacional para despejar todas las dudas que deben revolotear por un vestuario que despertó ante el conjunto vigués a pesar de lo mal que se puso el encuentro y el ambiente.
De hecho, el puerta grande o enfermería no se dio tras el término del encuentro y eso que la sangre se dejó ver cuando en los primeros minutos Aspas adelantaba a los suyos o cuando ya en la segunda parte el Celta parecía liquidar a los amarillos con un segundo gol con el que se propagaron los gritos contra el equipo y el presidente. Sin embargo, y cuando peor estaba el escenario, los de Pellegrino supieron reaccionar hasta terminar de enganchar a la afición con el empate 'in extremis' producto de un golazo de Machis.
Más allá de las creencias que cada cual tenga en estas técnicas de 'coaching', el caso es que algo nuevo se vio en el equipo. Al Cádiz CF regresaron las ganas, la vergüenza torera y el arrojo para no salirse del partido en cuanto recibiesen un gol en contra, que en este caso fueron dos. Se desconoce si el 'clip' del empate servirá para regenerar la fe del equipo tanto como lo haría una victoria para derribar esa barrera mental que Joseba del Carmen ha intentado ayudar a tirar con charlas motivaciones esta semana pasada.
Joseba Del Carmen es coach deportivo, ejecutivo y de equipos y maneja la presión de uno de los mejores golfistas del mundo. También ha estado trabajando para el Baskonia, equipo de baloncesto de Vitoria, donde coincidió con Mauricio Pellegrino, un amante también de charlar individualmente con cada uno de sus futbolistas para conocer y adentrarse también en el aspecto emocional de cada uno de sus jugadores.
Entre las curiosidades de Joseba del Carmen está haber sido desactivador de explosivos para la Ertzaintza. Cómo no, el Alavés, Maverick Viñales o Marc Roca también han pasado por sus manos. Jon Rahm, con el que trabaja desde que era amateur, ha conquistado el Masters de Augusta.
En la actualidad, queda claro que a los futbolistas del Cádiz CF les genera muchísima ansiedad la situación que atraviesan de estar tanto tiempo sin ganar. Al margen de que ante el Celta le echasen casta y coraje se pudo ver hasta en tres claras ocasiones falladas como de mal manejaron aspectos técnicos a la hora de rematar tres balones claros. Los remates ante el portero de Alcaraz, Juanmi o Guardiola son claro ejemplo de unas tomas de decisiones que no fueron las mejores y seguramente estén ligadas a un proceso mental de ansiedad que les maniata para golpear de prisa y sin valorar otras opciones como controlar, chutar de rosca o tener más calma.
¿Cómo manejar esa presión según el coach vasco? Pues a una entrevista en la Cadena Ser del 2021 contestaba de la siguiente manera. «Cada uno se lo afronta la presión de una manera, y tiene que entrenarse a gestionarla. La gestión se simula mediante ejercicios. Por ejemplo: puede ser meter un número determinado de bolas seguidas a una distancia en concreto. La presión es que el resultado tiene que ser seguido, constante. Cuando llega el 10º golpe, al final tú mismo te vas metiendo una presión para conseguir el golpe y que entre. Así se simula esa presión para continuar con el entrenamiento», contestó refiriéndose al gol pero que puede trasladarse al fútbol tranquilamente.
Y eso de no ganar, ¿cómo se lleva desde un prisma motivacional? Del Carmen contesta: «Cada uno vive la frustración de forma diferente: miedo, rabia o tristeza. Primero hay que saber cómo se vive, y luego darle una solución. La mente no se conforma con un pensamiento, tiene que haber una fortaleza. Usar herramientas para que la mente no entre en juego. Usar la respiración, el cuerpo, para que la mente no entre en acción. Cada uno tiene que desarrollar esas técnicas, aunque no sea fácil».
De momento, tanto a Pellegrino como Del Carmen les queda mucho camino por recorrer pero estaría bien que el vestuario se esforzara en creer que el primer pasito se dio ante el Celta el pasado domingo y en un escenario nada fácil para sobreponerse.
