La madre de Trayvon Martin muestra el camino a los Brown

En medio del duelo por la muerte de Michael Brown, una mujer ha tratado de reconfortar a sus padres y de advertirles del duro viaje que emprenden. No es una mujer cualquiera, es la madre de Trayvon Martin, Sybrina Fulton, que pasó por ese amargo momento en febrero de 2012.

Su hijo de 17 años fue abatido por un vigilante voluntario, George Zimmerman, y se presentaron cargos casi dos meses más tarde en medio del revuelo social. El año pasado fue declarado no culpable de asesinato en segundo grado por un jurado. «Ninguna de sus vidas será en vano. Las acciones de nuestra comunidad deben continuar más allá de la tragedia», dice a los Brown en una carta abierta publicada en la revista 'Time', en la que también pide a los legisladores que actúen y hagan los cambios necesarios para evitar que mueran más hijos.

Fulton lamenta que se hayan sumado al «exclusivo y creciente grupo de padres y familiares que han perdido a sus seres queridos por la violencia sin sentido de las armas». Esta es la segunda causa que provoca más muertes entre los niños de uno a 19 años, apunta a partir de los datos de una fundación de defensa de los niños. Desde que perdió a su hijo, Fulton se ha volcado con la Fundación Trayvon Martin, que ayuda a padres en situaciones parecidas. «Os apoyaré en la búsqueda de justicia para Michael y los incontables Michael y Trayvon de nuestro país», subraya, antes de repasar una lista de nombres «demasiado larga para mencionarlos a todos».

También señala que el de Michael es más que un caso policial de violencia por armas de fuego, como hace dos años lo fue el de Trayvon. «Cuando alguno de nuestros hijos -negros, blancos, marrones, amarillos o rojos- nos son arrebatados innecesariamente, provoca un dolor incesante diferente que nunca podía imaginar». Por eso les prepara para que sean fuertes y se preparen a escuchar mitos e historias sobre su hijo. «Mi consejo es que os rodeéis de apoyo probado y de confianza», les recomienda antes de referirse a su pequeños círculo de amigos y familia, además de la fe.

Los paralelismos entre los dos casos son evidentes. El de Michael ha provocado un estallido social en Ferguson (Missouri) que está retumbando en otras ciudades con el foco puesto en las tensiones raciales en el país, el uso de armas y también los abusos policiales. Una espiral que también se vivió hace dos años con la muerte de Martin. Fulton, sin embargo, apunta una diferencia. Para los Brown, tiene que ser más doloroso porque a la pérdida se une que «el asesino está de baja administrativa pagada».