El humor negro de Rubalcaba

Tras el fallo sobre la denominada Doctrina Parot por el Tribunal de Estrasburgo, ha dicho Rubalcaba que, dado el dolor que esto les supondrá a las víctimas del terrorismo, ahora lo que tienen que hacer el Estado y las fuerzas políticas es estar junto a ellas. Curiosas palabras, porque precisamente dicha Doctrina fue una chapuza jurídica que se activó para impedir que los asesinos y terroristas más sanguinarios salieran a la calle tras ridículos cumplimientos de condenas, comparados con la gravedad de sus crímenes. Y todo ello como consecuencia de la aplicación de las excesivamente humanitarias normas del Código Penal de 1973, hechas para otra sociedad y otro tipo de delincuentes; pero que el PSOE se negó a modificar en esta concreta materia, desde ese pretendido «buenismo» que siempre acaba beneficiando a los más malos.

Por eso, las palabras de Rubalcaba suenan más a un irrespetuoso ejercicio de humor negro que a otra cosa, influenciado quizás por la cercanía de la fiestecita esa tan tradicionalmente nuestra del 'Jálogüin'. Ahora solo falta que otra lumbrera proponga la creación de un Observatorio de las Víctimas, para apreciar más de cerca los padecimientos y la burla que recibirán tras cada nueva liberación de un asesino. Y con tal invento, lo mismo alguien podría llevarse una pasta a costa de las víctimas. Qué pena, qué vergüenza y qué asco provoca todo esto.