Los servicios de playas mantuvieron ayer la alerta. :: VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

«Algunos bañistas no eran conscientes del peligro»

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Fue cuestión de minutos. Nadie estaba avisado, y en la práctica totalidad de las playas gaditanas ondeaba la bandera verde. Pero pasadas las cuatro de la tarde del martes, la situación era de emergencia absoluta. Un helicóptero de la Guardia Civil prestaba apoyo en Chiclana por si era necesario realizar alguna evacuación. Se llamó a los socorristas de descanso. Más de 300 profesionales de Cruz Roja, Protección Civil y socorro hicieron su trabajo de forma veloz y eficiente. Pero no era suficiente. En algunas playas como las calas de Roche, El Palmar o Las Tres Piedras de Chipiona, los aficionados al surf que esperaban las olas para disfrutar de su deporte favorito tuvieron que convertirse en improvisados socorristas. Así lo explica Carmen, gerente de Venturi Tres Piedras, quien critica que «la lancha de Protección Civil no tenía gasolina y no pudo salir», y reconoce que en cuestión de veinte minutos «se salvaron al menos quince personas de ahogarse».

La vieja expresión de que el agua 'chupa para dentro' se hizo realidad en muchas playas. Aunque no hubo que lamentar ningún herido grave, se contabilizaron varios ataques de ansiedad y traumatismos por los revolcones de las olas. «Hubo mucha gente que nos hizo caso y se dio cuenta de la gravedad de lo que ocurría, pero otros muchos hasta discutían con los efectivos de salvamento», recuerda Nicolás Amaya, jefe de Protección Civil de Conil.

En términos similares se pronuncian desde Cruz Roja Chiclana, donde se emitieron avisos de emergencia por la megafonía. También hay quien piensa que en playas como Cortadura en la capital debió prohibirse el baño, algo que finalmente no se hizo ni el martes ni el miércoles. «El pánico ha sido grande». Pero por suerte solo ha sido un gran susto, un susto de olas.