Una foto de la Soledad del Santo Entierro anuncia la Semana Santa de la Magna

No había carteles anunciadores, ni pregoneros que pusieran palabras a las vísperas. Ni siquiera había vísperas, al menos como las conocemos hoy. Pero hay cosas que nunca cambian y más en el ámbito cofrade. Porque en aquel 1812 sí había hermandades, Cuaresma, Semana Santa e incluso Virgen de la Soledad del Santo Entierro. Con ese espejo de trasfondo en el que mirarse transcurrió la presentación del cartel de la Semana Santa del Bicentenario. Una fotografía con sabor añejo que protagonizará la titular mariana de una de las cofradías decanas de la ciudad, la Virgen de la Soledad del Santo Entierro.

En concreto, la instantánea recoge la salida de la corporación de la iglesia de Santa Cruz, a su bajada por José María Rancés. Precisamente, la obra de Sergio Román elegida recoge a una de las hermandades del Sábado Santo y que serán de las grandes protagonistas de la Semana Mayor venidera. Y es que a la Virgen de la Soledad le corresponderá cerrar un cortejo de 22 pasos de la Magna del Bicentenario.

Estos nexos con el Cádiz de las Cortes y su Bicentenario estuvieron bien presentes en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y los discursos de los presentes. De ellos, el propio presidente del Consejo de Hermandades, Martín José García, hizo referencia en varias ocasiones a los fastos. «Este momento del cartel atestigua y da fe solemne de la religiosidad de un pueblo que, al igual que supo combatir el absolutismo imperante en 1812, sabe y entiende hoy, que su fe es compatible con la libertad, pues la verdadera libertad procede del amor de Cristo», exaltó García.

Pero hubo más referencias al Doce, las del presentador del acto, el periodista de Canal Sur, Juan Manzorro, y las del pregonero José Blas Fernández que no se olvidaron de exaltar «un año muy importante». Y es que el propio teniente de Alcaldía fue presentado oficialmente durante la noche de ayer. En sus palabras previas a las que pronunciará el día 25 de marzo sobre las tablas del Gran Teatro Falla, Fernández pidió «comprensión». «Espero que me perdonéis las faltas que pueda tener», matizó, no sin referir su intención de desligar su versión política de su faceta más cofrade como hermano de La Piedad.

«Ser pregonero es un honor y lo hago con humildad», confesó. El pregonero tuvo palabras para «la crisis de valores que vive la sociedad» para dejar entrever la línea «actual» de su pregón. Incluso se atrevió a cerrar su intervención con unos versos a la Virgen del Rosario: «Se tu mi capitana, defiende a este Cádiz del alma y este acontecimiento sea seña y guía del mañana».

El Salón de Plenos lució repleto en una noche en la que no faltó la mayor parte de los hermanos mayores. También hubo una amplia representación del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento, el director espiritual del Consejo, Aquiles López y la alcaldesa, Teófila Martínez. Ella fue la encargada de cerrar el acto con unas palabras cariñosas en torno a su compañero en el Ayuntamiento. No sin antes defender la doble condición de pregonero y político de Fernández. «Los políticos no tenemos que ocultarnos para ser políticamente correctos», terció.