Interior de la Bolsa de Madrid. / Chema Moya (Efe)
MERCADOS | MADRID

La guerra marca la agenda

El Ibex cierra su tercera sesión consecutiva en verde y se queda a las puertas de los 8.500 puntos

MADRID Actualizado: Guardar
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En los mercados se deja sentir la amenaza bélica, ahora mucho más próxima, puesto que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, parece haberse asegurado el apoyo de los principales líderes republicanos en el Congreso, aunque no de todo el Partido Demócrata, que es el suyo. Se espera que la próxima semana el Congreso vote el ataque a Siria, tal y como reclamó el presidente el sábado pasado. De momento, ayer, al cierre de los mercados europeos, el Senado estaba a punto de dar su respaldo a un ataque que tenga una duración de dos meses prorrogables durante otros treinta días, aunque prohíbe expresamente el envío de tropas en tierra.

Pero los caminos de la política son inescrutables y una votación que se daba por seguro que se produciría ayer podría retrasarse por las dudas manifestadas por algún senador republicano entre los que se encontraba el influyente John McCain: no están muy contentos con la redacción del texto. Un jarro de agua fría para las aspiraciones belicistas de la Administración Obama cuando incluso Rusia parecía haber dado un golpe de timón al advertir de que si se prueba que el régimen de Al Assad es el responsable del uso de armas químicas contra civiles, podría apoyar el ataque siempre y cuando la ONU lo respalde.

De todas maneras, el petróleo no subió. El barril de Brent, de referencia en Europa, cayó algo más de medio punto porcentual, hasta los 115 dólares, mientras que el barril de West Texas se enfrió un 0,96%, para colocarse en los 107 dólares. Con más fuerza corrigieron los metales, especialmente la plata, pero también el cobre y el oro: el precio de la onza terminó la sesión de nuevo por debajo de los 1.400 dólares.

En el mercado de divisas, el euro subió contra el dólar, para superar de nuevo la barrera de 1,32 dólares. Al cierre, se cambiaba por 1,3213 unidades de billete verde.

Wall Street hace posible el avance en Europa

La Bolsa americana comenzó la sesión al alza. Pero durante la mayor parte de la jornada los índices europeos estuvieron a la baja. Al cierre, en cambio, la mayoría terminaron al alza. Entre todos, el mejor fue el Ibex-35, que ganó un 0,53%, hasta los 8.490,30 puntos, prácticamente los máximos de la sesión. Para hacernos una idea de cómo evolucionó la sesión, el selectivo marcó los mínimos del día en los 8.365 puntos a las doce de la mañana. Aunque a partir de ahí comenzó a remontar, no fue hasta la apertura de la Bolsa de Nueva York cuando el verde se aseguró en el parqué madrileño. Wall Street reanimó a Europa. Tranquilizó a los inversores de este lado del Atlántico que los de Nueva York no estuvieran muy nerviosos por el próximo ataque a Siria. O quizás lo que tranquilizó fue el posible aplazamiento de la votación de los planes bélicos en el Senado, lo que puede adelantar también complicaciones en el Congreso y que el inicio del ataque a Siria se retrase.

El resto de índices en positivo registraron avances mínimos. Así, el PSI-20 de Lisboa ganó un 0,21%, el Dax alemán, un 0,19%, mientras que el Cac 40 francés se apuntó un 0,16% y el Ftse 100 británico, un 0,10%. En negativo, el peor y prácticamente el único que terminó con números rojos fue el Ftse Mib de Milán, que se dejó un 1,35%.

En el índice español, Bankinter lideró los avances, con una revalorización del 2,15%, hasta los 3,56 euros. Ello se produce coincidiendo con la venta de la participación del 7,6% que conservaba Crédit Agricole. Colocó los títulos a 3,39 euros, es decir, sólo diez céntimos por encima del precio de cierre de la sesión anterior, de manera que la transacción se saldó por 224 millones de euros. Les pareció bien a los inversores.

A continuación, Inditex, que subió un 1,60%. OHL, Repsol y Enagás fueron los otros valores que subieron más de un punto porcentual. Entre los grandes, también destacó BBVA, que se apuntó un 0,90%. El Santander ganó algo más de medio punto porcentual, mientras que Iberdrola subió un 0,32%, y Telefónica, un 0,19%. No sólo cerraron en verde Bankinter y los grandes bancos. También lo hicieron el resto de los bancos medianos. De este modo, CaixaBank se apuntó un 0,63%, mientras el Popular avanzó cerca de medio punto porcentual, y el Sabadell, un 0,17%.

En negativo, el peor fue Acciona, que retrocedió un 1,13% y le siguió IAG, que se dejó un 0,72%. En general, todo el sector de las aerolíneas cerró la sesión con pérdidas, contaminado por el "profit warning" (alerta sobre los beneficios) de la "low cost" Ryanair. Este problema se une al de la amenaza bélica de Siria y el riesgo de subida de precios del crudo y que, por tanto, los márgenes de estas compañías sufran mayor presión a la baja.

Tras IAG, FCC, Gas Natural y Ferrovial, que se dejaron algo más de un 0,6%. Completaron la lista de valores en rojo Indra, BME, Ebro, Grifols, Viscofán, Amadeus y ACS. En el Mercado Continuo, Nicolás Correa lideró los ascensos, con una revalorización del 5,78%. A continuación, Uralita, que subió un 4,87%. En negativo, el peor fue Aperam, con un descenso del 9,31%, seguido de San José y de Tavex, que retrocedieron más de un 4%.

Los datos, en segundo plano

Ayer pareció que los datos quedaran en segundo plano. En el mercado americano conocimos el ISM de Nueva York, que mejoró en agosto. También el resultado del comercio internacional: el déficit exterior aumentó en julio más de lo previsto por los analistas.

En la agenda económica europea contamos con la revisión del PIB de la zona euro en el segundo trimestre. En comparación trimestral, el crecimiento fue de un 0,3%, de acuerdo con lo esperado por los analistas, mientras que en comparación interanual se revisó al alza hasta el -0,5% desde el -0,7%. Las ventas minoristas del mes de julio se comportaron peor de lo previsto: en comparación interanual, se hundieron un 1,3%, cuando los analistas esperaban que tan sólo se contrajeran un 0,4%.

También conocimos los índices de gestores de compras del sector servicios europeo. Se colocó levemente por debajo de lo esperado: en los 50,7 puntos frente a los 51 estimados por los analistas. Pero España volvió a batir previsiones, al situarse en los 50,4 puntos desde los 50 estimados. Francia continúa por debajo de la barrera de los 50 puntos que es la que marca la diferencia entre la contracción y la expansión. Y Alemania batió expectativas al situarse en los 52,8 puntos, cuatro décimas por encima de lo esperado.

Lo más interesante de lo que ocurrirá el jueves en los mercados tendrá que ver con los datos económicos europeos que se han ido publicando en las últimas semanas, porque los evaluará el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, después de la reunión ordinaria de política monetaria que celebrará la entidad. No se espera que haga nada de relevancia: mantendrá los tipos de interés en el 0,5%. En Estados Unidos, tendremos que estar pendientes de la publicación del informe de empleo privado que elabora la ADP y que será preludio de los datos oficiales que se harán públicos el viernes.

En el mercado de deuda, poco movimiento. La prima de riesgo de España subió tres puntos básicos hasta los 257 puntos, mientras que la prima de riesgo de Italia se amplió seis puntos, hasta los 248. La que peor se comportó fue la griega, que se amplió en más de 20, hasta los 860 puntos básicos. La rentabilidad de la deuda alemana no se movió: todo fue "culpa" del comportamiento de las deudas periféricas. Así, la rentabilidad del bono español a diez años escaló por encima del 4,5%.