Messi más Cesc igual a un Barça mejor

No fue el mejor partido de Messi ni de lejos, pero el argentino ya ha aprendido a ser decisivo hasta en sus días más humanos. El Barça conquistó la Supercopa de Europa, la segunda de la 'era Guardiola' y la cuarta de la historia azulgrana, gracias a un gol de pillo del '10' azulgrana y a una asistencia suya que Cesc Fàbregas aprovechó para sentenciar el título y confirmar que su fichaje simplemente va a hacer mejor al Barça. El equipo azulgrana no sólo consigue su segundo título de la temporada tras la Supercopa de España ante el Madrid, también se coloca a la cabeza del ránking de clubs con más trofeos europeos (17) por encima del Milan.

No solo el Barça hizo historia ante el Oporto en un sentido colectivo, también entraron en la leyenda Xavi, jugador más laureado en los más cien años de vida del Barça con 18 galardones, y Pep Guardiola, que ya supera a Cruyff, su maestro, con doce títulos. Definitivamente, es un equipo de ensueño dispuesto a marcar una época con letras de oro.

Y eso que no fue un encuentro tan fácil como parece indicar el 0-2 final. El Barça acusó las bajas en el centro de la zaga de Piqué y Puyol, especialmente en lo referente a la salida del balón desde atrás. Con Mascherano y Abidal reciclados como centrales, igual que en la ida de la Supercopa española en el Bernabéu, el equipo azulgrana regaló muchos balones en el inicio del partido ante la presión de un Porto valiente, pero algo inocente sin la pegada de Falcao, ya en el Atlético de Madrid. Pero superado el nerviosismo de los primeros minutos, Xavi e Iniesta comenzaron a mandar y Pedro y Villa intensificaron su labor de desgaste en espera de la aparición de Messi. Y Leo estaba ahí. Aparentemente dormido, sin la chispa de otros días, de un defecto hizo una virtud, Se quedó en fuera de juego, sin ningún ánimo de presionar a la defensa rival porque a estas alturas de pretemporada y con tan pocos entrenamientos tiene permiso para tomarse algún respiro, pero se encontró con un balón que Souza había cedido a su guardameta y despertó para enviarlo a la red antes del descanso.

En la segunda parte, con un Oporto más agresivo en busca del gol del empate, creció la figura de Keita, siempre alabado por Guardiola y ayer sorpresa en la alineación en sustitución de Sergio Busquets. El de Mali corrigió en un alarde de concentración y de facultades físicas los errores de coordinación de un Barça imperfecto. Salió al corte en varias situaciones de peligro y dio vida al conjunto azulgrana para que en los últimos minutos, ya con Alexis y Cesc en el campo, sentenciara la victoria. Para entonces el Oporto, que acabó con nueve por la última roja a Guarín, ya jugaba con nueve por la expulsión de Rolando, impotente para detener a Messi, que firmó una asistencia de lujo que Cesc Fàbregas resolvió con maestría. Es el segundo título del ex 'gunner' en el Barça en seis días, el mismo número que logró en el Arsenal en ocho años. Pero ahora juega en un equipo ganador que tiene al mejor del mundo: Leo Messi.