El eje Sevilla-Málaga no para en Cádiz

Es apenas un gesto, una idea. Nadie ha descubierto América ni ha dado con la fórmula para que la inversión pública y privada llame a la puerta de pronto por el simple hecho de que dos capitales de provincia hayan decidido colaborar juntas. Quizá ese debió de ser el punto de partida desde un principio, cuando se planteaban las primeras estrategias de industrialización y desarrollo turístico o se trazaban las redes logísticas. Sevilla y Málaga dicen ahora que irán de la mano para conseguir objetivos comunes. Alrededor de esta alianza, de este eje regional surge de pronto una fundación ligada a las universidades y un lobby empresarial que empieza a acumular nombres de relevancia.

Los alcaldes de ambas ciudades, Juan Espadas (PSOE) y Francisco de la Torre (PP), firmaban el pasado miércoles los primeros documentos de esta colaboración que ahora abren a otras capitales.

Lo llamativo no es que dos responsables públicos se sienten para trabajar juntos, sino que lo hagan dejando a un lado las rivalidades territoriales y hasta políticas, que irremediablemente son más difíciles de ignorar.

La iniciativa la ofrecen ahora a otras ciudades y en ese discurso integrador el regidor malagueño mencionaba a Granada y Córdoba, gobernadas también por fuerzas de distinto color político. Pero nadie se acuerda de Cádiz. Está ubicada en el mismo ámbito territorial, cuenta con infraestructuras suficientes para garantizar la comunicación y dispone de las capacidades necesarias para generar sinergias con las ciudades impulsoras de este eje. Pero no ha habido invitación ni sugerencia alguna para formar parte de la alianza estratégica. Ni una mínima mención, al menos por cortesía.

Cádiz se queda fuera de cualquier debate para conseguir acuerdos y ni un solo representante público se plantea siquiera el motivo. Quizá por el tamaño de la ciudad, por su tasa de paro o por el cambio político. El equipo de Gobierno y la oposición siguen enfrascados en la denuncia por la asamblea ciudadana o los cambios en el Carnaval.

«La colaboración entre territorios es necesaria dentro y fuera de la provincia. Tal vez no se trata de buscar ejes artificiales ni de estar por estar», señala el presidente de la patronal gaditana, Javier Sánchez Rojas. Él ha sido uno de los grandes defensores de la unidad de territorios y de esa necesidad histórica de hacer provincia que a Cádiz le cuesta.

Lo que tiene claro es que «no hay que entrar en el juego victimista, ni negativo, ni de la baja autoestima». Considera que «un movimiento entre Sevilla y Málaga nos tiene que servir de estímulo», un estímulo que ha de venir a fortalecer nuestras propias conexiones, el eje Jerez-Los Barrios. «A partir de ahí analicemos qué nos conviene», dice.

Sobre el acuerdo que comenzó a tomar forma el pasado miércoles entre las dos capitales asegura que «es una declaración de intenciones que hay que alabar y apoyar». El presidente de los empresarios gaditanos no pasa por alto el hecho de que este pacto se haya dado entre alcaldes de distinto signo político, un esfuerzo que valora y que «debería de ser más habitual de lo que es».

El espectador

El Ayuntamiento de la ciudad asiste como un mero espectador a este movimiento de colaboración sin que ninguno de los interlocutores les haya hecho invitación alguna. Mientras tanto, el equipo de Gobierno dice prestar oídos a cualquier oferta que pueda reportar riqueza y futuro a Cádiz. «Propugnamos ir de la mano de todo el mundo, buscando el consenso y la iniciativa grupal», señala el concejal de Economía y Hacienda, David Navarro, que ha ejercido como portavoz para este reportaje.

El edil defiende la potencialidad de la capital gaditana y pone en el escaparate su poderío industrial, con unos astilleros que son referencia mundial, el tirón turístico y el patrimonio histórico que está muy lejos de ser puesto en valor. Si bien es cierto que Cádiz tiene una gran limitación territorial y un volumen de población muy inferior a las dos grandes capitales andaluzas, cuenta con recursos suficientes para generar esas sinergias y tender los lazos que se plasman en el acuerdo.

Muchos lazos ya tiene tendidos con ambas ciudades la Autoridad Portuaria de la Bahía. Su presidente José Luis Blanco, pone sobre la mesa los programas de coordinación y colaboración entre los puertos andaluces, especialmente Málaga, con el que viene compartiendo expositor en varias ferias y citas comerciales. Esa estrecha relación se fomenta desde el ámbito empresarial, pues lospropios operadores están en varios puertos a la vez, con lo que se hace de la cooperación una necesidad.

Blanco se muestra convencido de que la ciudad debe de estar en la construcción de esos ejes. «Es importante para Cádiz trabajar en la creación de sinergias con otras ciudades y provincias, porque sería beneficios para todos y favorecería a todos los sectores», indica. También dice confiar en que el hecho de que la capital no esté «sea algo temporal» y que «nuestros interlocutores muestren interés y trabajen por hacer posible esa alianza».

Una alianza que a día de hoy es simplemente una denominación, casi un producto de marketing. El asunto lo abordaba el pasado viernes el responsable provincial de la patronal hostelera Antonio de María con diputados de la Comisión del Turismo del Parlamento andaluz. «Estas dos capitales se dan ahora cuenta de que hay que complementar», asegura este empresario. Mucho más que la firma del convenio destaca el cambio de actitud al vencer los localismos. «Que Cádiz tenga que estar o no dentro de esa iniciativa está aún por ver y habría que analizarlo, pero sí es necesario aprovechar las sinergias», indica.

En lo que al turismo se refiere, De María hace hincapié en que «Sevilla y Málaga pueden complementarse», pero para Cádiz habría que conocer a fondo el tipo de alianza, porque lo que vale para unos no necesariamente ha de valer para todos. Sin embargo, sí le resulta llamativo que al fin se logren derribar los localismos, una cuestión que desde el ámbito empresarial parece superada. Que eso sea posible también con nuevos partidos como Podemos está por ver. El portavoz de Horeca muestra su confianza en que «haya entendimiento». Sin embargo, razona que «cualquier sensación de inestabilidad ahuyenta las alianzas, la colaboración y las inversiones».

Mucho más crítica se muestra la secretaria provincial de Comisiones Obreras, Lola Rodríguez, que lamenta esa exclusividad de las grandes ciudades. Dice no entender «cómo se podría trazar un eje desde la capital gaditana sin tener en cuenta al resto de localidades». Más aún en una provincia como Cádiz donde hay otras dos ciudades con mayor peso poblacional.

La portavoz sindical no ve con buenos ojos ese «modelo excluyente», que a su juicio «no tiene en cuenta la cohesión social y el modelo territorial vigente. El buen entendimiento entre los dos alcaldes no convence a Rodríguez, que sigue percibiendo esa tendencia al localismo, aunque en este caso se hayan cruzado las fronteras provinciales.