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ONCE CLAVES PARA 2010

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Once son las claves que van a marcar 2010. De su evolución a lo largo del año dependerá, aunque no nos resulte evidente a primera vista, nuestra economía en los próximos años: hipotecas, impuestos y servicios que recibiremos. Por eso, es interesante que estemos pendientes estas claves.

Valdrán menos nuestras casas? Según la revista inglesa 'Economist', valdrán la mitad el año que acabamos de iniciar. Concretamente, dice que están sobrevaloradas en un 55%. La ratio que utilizan para medir la sobrevaloración es correcta: rentabilidad sobre la inversión, el dinero que se gana alquilando un inmueble sobre lo que se ha pagado por él. Es cierto que los alquileres, comparados con los precios de los inmuebles, son inusualmente bajos en España. Aunque eso está cambiando. Pero también es cierto que el tema de la propiedad en España es muy racial, todos queremos ser propietarios de nuestras casas y coches, más allá de la rentabilidad que nos dé. Y como esto no es lógico, las ratios no funcionan. Veremos a ver que pasa.

Ayuntamientos en quiebra ¿quién pagará las nóminas? Muchos ayuntamientos españoles pasarán este año verdaderos apuros para pagar las nóminas. Han crecido inconscientemente al albor del clientelismo y la burbuja inmobiliaria. Seguros de que los buenos tiempos nunca terminarían y acostumbrados a pagar nóminas, no con los impuestos recaudados, sino con los beneficios inmobiliarios que obtenían. Ahora, pasados los tiempos de bonanza, se han encontrado con una administración municipal elefántica, compuesta de un montón de gente con los brazos cruzados y cuyas nóminas no pueden pagar. No tenemos que irnos muy lejos para poner ejemplos. De hecho son, para nuestra vergüenza, precisamente los municipios gaditanos los que acumulan más del 50% de las deudas que todos los municipios españoles mantienen con la Seguridad Social. Encabeza esta proeza épica el ayuntamiento de Los Barrios -debe casi 30 millones- seguido de cerca por Tarifa, Barbate, Manilva y Jerez. (Este último, gracias al cielo, ha conseguido 'in extremis' negociar el pago por lo que no perderá las ayudas del Plan E). La situación es simplemente insostenible y va a poner a los alcaldes entre las cuerdas del siguiente dilema: o despedir gente de los ayuntamientos, o no pagar sus nóminas.

Menos dinero para los bancos y más competencia. 2010 será el año en que la banca española se pondrá a nivel europeo: quebrarán los que ya tenían que haber quebrado. ¿No le parece extraño que en el país de la burbuja inmobiliaria por excelencia no haya cerrado ningún banco o caja, de los gordos, a pesar de no conseguir fondos, a pesar de la morosidad disparada, a pesar de todas las casas que se han tenido que quedar? Quebrarán bancos o cajas y el no haber hechos los deberes en su momento nos va a traer un perjuicio adicional: seremos el foco de atención en Europa y erosionaremos la poca confianza que aún tengan los mercados en España.

Otro año entre la telebasura y el pánico. Pathos domina a Ethos. El año 2010 será un año de tragedias, pandemias y terremotos. Antes, una persona tenía noticia de una crisis mundial una vez en la vida. Ahora tenemos tres al año. Y no porque vivamos peor. Es que la televisión se alimenta de tragedias y hace que cada una de ellas tenga una reacción global. A veces esto es positivo. Pero la mayoría, no. Haití, la Gripe A, la crisis económica. Más vale que nos vayamos acostumbrando a los ataques de pánico globales: a que la gente quiera retirar fondos de los bancos de la noche a la mañana, a que lo obliguen a peregrinar descalzo y en pelotas por los aeropuertos, a ver gente usando mascarilla como si la calle fuese un quirófano o a lavarse las manos más que Poncio Pilatos ¿Cuál será la próxima? Lo sabremos pronto.

Seremos 5 millones de parados. Ya somos cuatro millones y pico y llegaremos a cinco. Tenemos un sistema que hace que los trabajadores no quieren trabajar y los empresarios no quieren contratarlos. La gente no quiere trabajar, no por ser vagos, sino porque estar en el paro no significa estar parado. Tenemos una Seguridad Social que incentiva a continuar en el paro y a vivir haciendo «chapucillas». Incluso nuestro célebre ministro Corbacho ya se ha atrevido a decir públicamente que la economía sumergida es el 20% del PIB. Y por parte de los empresarios, peor. Cuando un empresario tiene que cerrar una empresa o despedir a la mitad de su plantilla, tiene que vérselas con pagar como pueda indemnizaciones de 45 días por año y terminar con deudas enormes con la Seguridad Social. Un empresario que se ha visto en esa situación, hará todo lo posible por no contratar nueva gente hasta que no cambien estas condiciones. Y eso es lo que está pasando. En pocas palabras, ni hay ganas de contratar ni de ser contratado.

Desencuentro empresarial. El drama de la crisis española es que se sabe como salir de la crisis, pero no se puede. Es de libro. Pero para ello resulta totalmente necesario que sindicatos y empresarios se pongan de acuerdo sobre una única cosa: cómo flexibilizar el trabajo en España para llegar a niveles europeos occidentales. Y esto incluye cuatro cosas: 1.- Reducción de los costes de la Seguridad Social 2.- Reducción de los costes de los despidos 3.- Incentivación de las contrataciones Junior. 4.- Control del absentismo. Los sindicatos están cambiando su postura y estarían dispuestos a hacer alguna concesión. Históricamente viene pasando esto cada vez que se dispara el número de despidos de trabajadores fijos. Este sería el momento que la CEOE debería aprovechar para conseguir imponer sus tesis ¿Lo hará? No sé, pero su reacción es clave. De momento, empieza el año tumbada en la lona con el árbitro contando a KO. Esperemos que no llegue a 10.

El dios de la diplomacia llora sobre España. Nos crecen los enanos bajo los brotes verdes. No damos una. En el plano militar, que si el secuestro del 'Alakrana', que si la huelga de hambre de Haidar, que si los secuestros en Mauritania, que si más tropas para Afganistan. Y en el plano ecónomico, se chuflean de nosotros: la foto de Mr. Bean en la página web del parlamento europeo, 'Wall Street Journal' dice que Zapatero ha encontrado la solución de la crisis: prohibirla ¿Qué está pasando estas últimas semanas? Nuestros enemigos están aprovechando la presidencia europea de España para tomarse la revancha. No hace tanto tiempo que nos pavoneábamos por el mundo comprando bancos y aeropuertos. Esa nos la tienen guardada y nos están haciendo pagar. «Los cerdos no vuelan» -cerdos en inglés por 'pigs': Portugal, Italy, Greece y Spain-, proclamaba encantado un periódico inglés cuando empezaron nuestros problemas no hace tanto tiempo. En definitiva el descrédito es dinero y este año nos va a costar caro.

Cádiz: ¿cuál es el peor problema que tiene Cádiz? ¿El paro?, ¿Las deudas de los ayuntamientos? No, el peor problema que tenemos es la mala fama. Cría fama y échate a dormir, dicen. Y nosotros, es triste decirlo, hemos estado acumulando mala fama y nos está pasando factura. Piénselo: ¿Por qué ninguna empresa extranjera importante se plantea instalarse en Cádiz en el futuro cercano? Es imposible meter en el buscador de fotos de Google las palabras economía y Cádiz sin que te empiecen a saltar fotos de manifestantes, pancartas y puentes cortados. En estas condiciones, es muy difícil que demos confianza a nadie. Yo creo que la solución en este caso empieza por respetarse a uno mismo. Hasta que no aprendamos que una empresa es un diamante y que hay que cuidarla como la fuente de riqueza que es y no proscribirla como si los empresarios fuesen delincuentes, hasta que no consigamos ensalzar a nuestras propias empresas y dignificar a nuestros empresarios, no conseguiremos que nadie de fuera quiera instalarse en Cádiz.

Una, grande y libre, o, muchas, pequeñas y arruinadas. Las comunidades autónomas nos están, simplemente, arruinando. Tenemos que pagar por lo mismo tres veces: Estado, Comunidad y Ayuntamiento. Y luego lo que conseguimos es un mercado compartimentado y poco eficiente. Un ejemplo: los planes de ayudas para los coches. Antes un coche valía lo mismo en toda España, ahora, dependiendo de donde seas, cuesta más o menos. Dado que el Estado no tiene suficiente dinero para soportar este exceso, este año veremos crujir y chirriar las cuadernas del sistema y probablemente se produzca algo razonable: que haya comunidades autónomas que, al no poder pagarlas, devuelvan sus competencias al Estado central. O eso, o la deuda española nos terminará poniendo a los niveles de Grecia.

Los mercados castigarán la deuda española. Nuestras administraciones gastan demasiado y este déficit sólo se puede pagar emitiendo deuda pública. Esa deuda hay que colocarla luego en los mercados internacionales para buscar la necesaria financiación. El tipo de interés que hay que pagar por esa financiación depende de la confianza que tengan los mercados en el país emisor. Y aquí empiezan los problemas. Los mercados han castigado la falta de seriedad y control de Grecia y la han condenado a un diferencial del 3% con Alemania. Una catástrofe. El siguiente país en la lista negra es Portugal, que ya tiene diferenciales de más del 1% y le sigue España, que puntualmente también ya ha empezado a cotizar por encima del 1% de diferencial. Tenemos una administración gigante, no hemos hecho los deberes y los mercados nos van a castigar.

Obama, de Nobel de la paz a Nobel de la guerra. Durante este año Obama va a tener que hacer méritos por todos los premios que le han dado. El año pasado ha sido para él poco más que un ego-tour en el que ha repartido sonrisas, palabras y buenas intenciones. Pero los problemas siguen ahí y su sonrisa no los está solucionando. Las relaciones con Rusia, el problema de Oriente Medio, Irán y la supuesta salida de la guerra de Afganistan, darán la cara este año. Lo mismo que el pulso que está manteniendo con la banca y la apuesta por la sanidad en USA. Muchos problemas para Obama, por muy Nobel que sea.