Las playas de Cádiz llevan nueve años sin recibir recargas de arena

Las playas de Cádiz necesitan una transfusión. La combinación de los temporales con la barrera arquitectónica de los edificios del Paseo Marítimo provocan una pérdida crónica de arena (más acusada en Santa María del Mar por otras cuestiones técnicas).

El Ayuntamiento de Cádiz ha recordado esta semana un dato llamativo. Esa recarga imprescindible, que debe ser periódica, lleva nueve años sin producirse. La última vez que La Victoria recibió un transporte de alivio fue en la primavera de 2001. Dentro de 15 meses, por tanto, se cumplirá una década sin recibir ese imprescindible elemento que las mayores orillas de la capital gaditana necesitan cada cierto tiempo.

El Gobierno local de Cádiz ha recordado la extensión de ese periodo porque «nunca ha pasado tanto tiempo entre una recarga de arena y otra». A través de Teófila Martínez, la Alcaldía ha reclamado celeridad en las actuaciones de Costas porque «de lo contrario, las playas presentarán un mal estado en primavera, en la campaña de Semana Santa». La regidora, además, recordó que su reclamación no es nueva. Aunque las condiciones climatológicas la hayan convertido en urgente, asegura que «el Ayuntamiento ha pedido actuaciones hace años, de forma reiterada».

Ahora, esa advertencia se vuelve más necesaria que nunca. A los problemas crónicos de las playas gaditanas, gravemente afectadas por la mano del hombre, se ha unido la peor serie de temporales vivida en 15 años. Ayer, la cadena de tormentas tuvo un nuevo episodio que agravó algo más el daño causado, especialmente, en la última semana de diciembre.

Esos desperfectos se ceban, además, con los equipamientos y los módulos de servicios. En total, los técnicos municipales cifraron el coste de los daños en un total de 208.080 euros hasta el pasado 10 de enero. De las cuatro playas gaditanas, la única que no ha sufrido ningún daño es la de La Caleta, especialmente protegida por su configuración geográfica. El resto, presenta el mayor desnivel de arena que los gaditanos han conocido en lo que va de siglo.

La Demarcación de Costas ha admitido la necesidad de actuar pero solicita paciencia ante la necesidad de estudios técnicos, la dificultad logística del proceso y las limitaciones presupuestarias.