'Vanity Fair' desnuda a Woods pero no le arranca palabra

Tiger Woods va a necesitar lo que se haya embolsado por esta portada y mucho más. El golfista caído en desgracia tras descubrirse el listado de amantes que ha 'coleccionado' en los últimos años ilustra la portada del número de febrero de la prestigiosa revista 'Vanity fair'. Con un torso desnudo que muchas reconocerán, Woods sólo se 'tapa' con un gorrito de lana negro y levanta unas pesas para lucir musculito. Las instantáneas son obra de la célebre fotógrafa Annie Leibovitz, que quería capturar «al atleta intensamente competitivo». Fueron hechas antes de que Tiger estrellara su coche contra un árbol y el extraño accidente destapase el pastel posterior, y llegan en un momento en que el deportista se enfrenta a un divorcio millonario y los patrocinios se esfuman. La revista sorprende a los lectores con un amplio reportaje gráfico pero Tiger no hace declaraciones. En su lugar, un perfil de Woods escrito con la fina pluma de Buzz Bissinger, ganador de un Pulitzer, que descubre su vida 'antes' y 'después de'.