Tribuna

Para cruz de verdad, la laica de ZP

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Menuda cruz la que padecemos a diario los españoles. Sufrimos la crisis desde junio de 2007 como si fuera todo un vía crucis, laico desde luego. Y a éste paso, vaticino el calvario, laico también, para casi cinco millones de compatriotas que lo sufrirán en sus carnes, que es el desempleo que azota el mercado de trabajo. Mientras Jesús cargó con la cruz a cuestas camino del Calvario, llamado vía crucis, desde que fue aprehendido hasta su cruxifición y sepultura, nosotros 2010 años después rememoramos la expresión usada también comúnmente para expresar todo tipo de dificultades que se presentan en la vida cuando se quieren alcanzar ciertos objetivos. Resulta ahora que la dificultad más importante y apremiante que tenemos, nuestro particular vía crucis, es la retirada del crucifijo de las escuelas y demás centros públicos. En este caso, los socialistas y sus socios, no sólo han topado con los obispos, lo han hecho con una gran parte de la población española. Como diría Don Quijote, «con la iglesia hemos dado Sancho». En realidad habían dado con los muros de la iglesia del Toboso y no con las paredes de la casa de Dulcinea, que era lo que buscaban con ansiedad. Así es que con la iglesia hemos topado. Yo sí sé lo que buscan aquellos, dar por la baticola a una gran mayoría del pueblo español, que no sólo se ha criado y mamado de las esencias históricas del cristianismo, sino que manifiesta dicha condición como parte inquebrantable de la historia del pueblo español. Cualquier día de éstos, propondrán que retiren del Museo del Prado todo objeto artístico con reminiscencias cualesquiera que sea de la fe cristiana, es decir, a la hoguera el 90 % de las obras. Incluso, vaticino que con esta oleada de laicidad, exigirán la retirada de los símbolos católicos de las propias iglesias, dada su condición de lugares públicos. Lo digo por lo siguiente a la vista de que la pretensión era también quitar los crucifijos de los colegios religiosos concertados o privados, cuando estos son partes indivisibles de sus propias congregaciones como tales. Son la extensión en las aulas no sólo de sus creencias, sino de de las propias paredes de sus monasterios.

Pero, a Dios rogando y con el mazo dando. Hablemos de economía, de la vida real, del vía crucis laico que se hace interminable y sobre el que deambulamos desde mediados de 2007. Después de dos años y pico y ante una situación insostenible, el Gobierno presenta un Anteproyecto de Ley que no podrá sostener lo que a todas luces es imposible. La Ley de Economía Sostenible, es sin duda un bonito nombre, una ocurrencia más, un mar de confusiones, una alusión a Alicia en el país de las maravillas, en fin, es humo, nada más que humo, pero del que seguro no contamina, no es desde luego humo de chimenea industrial, que es el nos falta en España. Alguien que pretende promulgar una parida semejante, es que no quiere ver la realidad de la economía española. Así, el déficit público a finales de 2009 alcanzará según la UE el 11,2 % del PIB, y no una cifra por debajo del 10%. Además, el aumento de la deuda se complica. En 2007 ésta alcanzaba el 36,1 % del PIB, previéndose alcance este año el 54 %, para situarse según predicciones en 2011 en el 74 %. A este paso el Gobierno se verá impedido para tomar decisiones acertadas para llegar a las cifras exigidas en el Pacto de Estabilidad Presupuestarias. ¿Cual será el camino elegido por el Gobierno para en 2013 justificar un déficit público por debajo del 3 %? Sí nos atenemos al signo de las políticas actualmente dispuestas por el Gobierno, esto es, incremento de la fiscalidad, ya les digo que es el camino equivocado. La única opción viable es la reducción del gasto sobre la base del 'presupuesto base cero' y siguiendo a rajatabla el concepto que el diccionario otorga al término de austeridad, es decir, reduciendo las necesidades a lo justo, imprescindible y necesario.

¿Por qué lo pretendidamente sostenible deviene en insostenible?

1º. Porque vuelve a proteger al ladrillo y a la banca al unísono. El Gobierno modificará la Ley de Suelo para que no bajen (contablemente) el valor de los terrenos y así evitar que los bancos y cajas, auténticas inmobiliarias en estos momentos, no tengan que reflejar la depreciación del valor de los inmuebles, posponiendo de esa forma la obligación de dotar las provisiones correspondientes y el consabido impacto en la cuenta de pérdidas y ganancias.

2º. Porque al no contemplar medida alguna efectiva que reforme el mercado de trabajo, que posibilite de verdad la creación de empleo, se producirá un efecto desánimo en el mercado de trabajo, de tal forma que se reducirá el número de desempleados que buscarán activamente empleo, dadas las dificultades, pasando a la consideración a los efectos estadísticos como personas que pudiendo trabajar no quieren, quedando de esa forma fuera de las listas del INEM como demandantes de empleo.

3º. Porque con el dinero público se subvencionan a los sindicatos (también a la patronal) y aquellos parece ser, van a utilizarlo en pagar dietas y gastos de locomoción a los que se manifiesten, no contra el gobierno, sino contra los empresarios.

4º. Porque el tópico se hace realidad una vez más, cuando se dice que los niños dicen siempre la verdad, si no que se lo pregunten a Javier cuando le tocó leer el otro día el artículo 28 de la Constitución en el Congreso de los Diputados, precisamente sobre el derecho de huelga y los sindicatos.

Hay muchos más 'por qué', pero quizás la patronal dio en el clavo el otro día, reclamando las reformas necesarias haya o no acuerdo social. Así es que Zapatero a tus zapatos. Legisle de una vez, anteponga su condición de presidente del Gobierno a la de afiliado sindical y arregle de una puñetera vez este país, que como decía D. Alfonso, a la sazón hermano de Juan, con nosotros en el poder, a España no la va a reconocer ni la madre que la parió. Así es, nunca fue reconocida con casi cinco millones de parados.