El presidente Bush comparece tras la reunión del G7 en Washington para tratar de encontrar soluciones a la crisis e inyectar confianza en los mercados./ REUTERS
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Bush: «Estamos juntos en esto, y saldremos juntos de esto»

El presidente estadounidense lanza su enésimo mensaje de la semana para calmar a los inversores después de la reunión del G7

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El presidente estadounidense, George W. Bush, ha realizado esta mañana el enésimo llamamiento a la calma de esta semana para intentar tranquilizar a los mercados tras la reunión mantenida con los principales responsables del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo en Washington, a los que ha pedido un plan de acción coordinado para combatir la crisis financiera.

En un intento por demostrar la unidad entre las diferentes potencias mundiales afectadas para salvar la crisis, el presidente estadounidense se ha mostrado tajante: "Estamos juntos en esto, y saldremos juntos de esto".

Bush ha insistido en el que el paquete de rescate aprobado por el Congreso estadounidense hace una semana es una medida apropiada para solucionar los problemas económicos, pero que necesita tiempo para dar sus frutos. los resultados de las medidas adoptadas no se verán "de la noche a la mañana".

Acompañado por los ministros de Economía del G7 y de sus hombres de confianza en estos momentos complicados, entre ellos el secretario del Tesoro, Henry Paulson, Bush ha afirmado que "estos esfuerzos extraordinarios están siendo puestos en marcha lo más rápido y eficazmente posible" porque "todos nosotros nos estamos dando cuenta de que estamos ante una crisis global seria, que por lo tanto requiere de una respuesta global seria".

"Cuando estas medidas tengan efecto..."

No obstante, Bush se ha mostrado confiado en que "las principales economías del mundo podrán superar los desafíos" a los que se enfrentan y Estados Unidos empleará todas las herramientas a su disposición para combatir la crisis económica.

Pero Bush ha querido dejar claro, y ha hecho hincapié en ello, que los graves problemas financieros de la actualidad tardarán tiempo en solucionarse: "Los beneficios no se percibirán de la noche a la mañana, pero cuando estas medidas tengan efecto, contribuirán a restaurar la estabilidad en nuestros mercados, y la confianza en nuestras instituciones financieras".

Bush ha instado al Grupo de los Siete a seguir actuando para coordinar los esfuerzos a la hora de descongelar los mercados de crédito, y ha destacado el descenso de los tipos de interés como un buen ejemplo de estas medidas. "Debemos asegurarnos de que tomamos unas medidas coordindas, mientras nuestras naciones se enfrentan a desafíos únicos para cada sistema financiero individual". "Hay que asegurarse de que las acciones de un país no contradicen o afectan negativamente las acciones de otro país. Estamos en esto juntos, y saldremos de esto juntos".

Una inyección de confianza

La de hoy es la vigésimoprimera intervención pública de Bush acerca de la crisis desde que el pasado 15 de septiembre el anuncio de la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers lanzó los mercados al caos. Hasta el momento, sus declaraciones han tenido escaso éxito a la hora de tranquilizar al público. El viernes, durante una alocución similar a la de hoy, el índice Dow Jones precipitó su caída mientras el presidente hablaba.

En la de esta mañana, Bush -que repitió su mensaje poco más tarde en su alocución radiofónica de los sábados- ha afirmado que se han dado "pasos valientes" para atajar la situación "lo más rápido posible". Entre las medidas adoptadas, ha recordado el plan de rescate para el sistema financiero y que la Comisión de Valores investigará cualquier sospecha de fraude o prácticas abusivas en Bolsa y las agencias correspondientes han aumentado hasta los 250.000 dólares el monto garantizado en los depósitos bancarios.

Además, varios de los principales bancos centrales, entre ellos la Reserva Federal, anunciaron el miércoles una bajada coordinada de los tipos de interés, en un intento de contribuir a controlar la crisis crediticia. El Departamento del Tesoro planea comprar acciones de las instituciones financieras para permitirles una mayor liquidez y mejorar sus balances, permitiendo así que vuelva a fluir el crédito.

El colapso del sistema crediticio, motivado por una falta de confianza, es la clave del problema actual y los ministros del G7, que se reunieron también la pasada noche en Washington en paralelo a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, han tratado de presentar soluciones. En un plan de cinco puntos presentado la pasada noche, el G7 se compromete a tomar acciones para que los bancos se recapitalicen con fondos públicos y privados. No menciona, sin embargo, una de las opciones sobre la mesa respaldada por el Gobierno británico: la de garantizar toda la deuda interbancaria a nivel mundial.