ESPAÑA

La Audiencia culpa a un error del fiscal de que dos etarras estén 15 años menos en prisión

La Audiencia Nacional indicó ayer en una sentencia que dos etarras, Asier Mardones y Josune Oña, estarán 15 años menos en la cárcel -cumplirán un máximo de 25 en vez de 40- por un error de la Fiscalía al calificar los delitos que cometieron. La Sección Primera les ha condenado a 74 y 69 años de cárcel, respectivamente, por preparar el 14 de septiembre de 2003 una emboscada en el Alto de Herrera (Álava) a una patrulla de la Ertzaintza en la que resultaron heridos graves durante el tiroteo dos agentes y murió el terrorista Arkaitz Otazua.

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El tribunal les condena por sendos delitos de atentado con resultado de lesiones a 20 años de cárcel por cada uno, además de por otros de sustracción de vehículo, detención ilegal, y de tenencia ilícita de armas. Los magistrados señalan que si la fiscal se lo hubiese pedido les habrían condenado por homicidio terrorista frustrado, con lo que la pena sería superior a 20 años de cárcel.

El matiz es muy importante porque cuando terminen los juicios contra ellos y se realice la acumulación de sus penas para saber cuántos años reales cumplirán en la cárcel, si tienen penas superiores a 20 años pueden permanecer en prisión, según la ley, hasta un máximo de 40 años. En cambio, aunque tengan decenas de años de condena, si la pena más grave no supera los 20 la estancia máxima en prisión es de 25 años. La Audiencia Nacional condenó ayer a la etarra Dolores López Resina, 'Lola', a 101 años de cárcel por su participación, el 22 de febrero de 1992, en un atentado con coche-bomba en Santander en el que murieron tres peatones y resultaron heridas otras veinte personas. El tribunal considera probada su complicidad con el comando etarra que hizo estallar un coche cargado con 25 kilos de explosivo y abundante metralla en la avenida de los Deportes, al paso de un furgón de la Policía Nacional que salía de una comisaría próxima. La explosión, provocada mediante un mando a distancia, no alcanzó de lleno al furgón, pero sí que segó la vida a tres ciudadanos que paseaban por la zona.

La onda expansiva provocó, además, heridas graves a los dos policías que iban en la patrulla y a más de una decena de ciudadanos. El resto de los miembros del comando que cometió el triple crimen ya están condenados en juicios anteriores.