ESPAÑA

El atentado de Torremolinos siembra dudas entre las fuerzas de seguridad

Más dudas que certezas. Tres días después de que ETA hiciera estallar una bomba en la playa de La Carihuela de Torremolinos, las fuerzas de seguridad apenas tienen pistas de quién pudo colocar el artefacto o si los autores del atentado pertenecían a un comando itinerante que pudo abandonar Andalucía al sentirse acosado. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se hizo eco ayer de esas incertidumbres. El máximo responsable de la lucha antiterrorista reconoció que en el atentado hay «aspectos raros» que aún no se han podido «aclarar», lo que hace pensar a la Policía que pudo tratarse de una «decisión autónoma».

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Entre esos aspectos aún turbios para los investigadores del atentado está saber qué razones llevaron al comando etarra a abandonar un arma, material para fabricar artefactos y documentación falsa el lunes por la tarde, instantes después de que colocaran la pequeña bomba que estalló bajo el puente peatonal de La Carihuela ya en la madrugada del martes.

Los expertos de Interior todavía no han podido determinar si el material encontrado en la escombrera cercana a las obras de la carretera de circunvalación era una entrega o se trata simplemente de que los etarras se deshicieron de los efectos que pudieran relacionarles con la banda tras decidir emprender una apresurada huida.

Los analistas de las fuerzas de seguridad tampoco se atreven a vaticinar por qué ETA, después de acometer el esfuerzo de mandar un comando al sur de la Península, sólo ha perpetrado un atentado hasta el momento, cuando todas las campañas de verano incluyen varios ataques en días consecutivos antes de que el 'talde' regrese a su base en el País Vasco o en el sur de Francia.

Igualmente desconocen si el comando pudo dejar más artefactos temporizados o si la causa de su aparente huida es que este grupo estaba relacionado con el desarticulado 'complejo Vizcaya' y sus planes de atentar también en Andalucía en agosto. También desconcierta a los expertos el hecho de que la bomba de ETA no fuera precedida de un aviso previo, ya que es la primera vez que la banda no alerta de un ataque en una playa.