Ramón Rabanera, en marzo de este año, por las calles de Vitoria. /ARCHIVO
según el auto judicial de garzón

El 'comando Vizcaya' recababa información para asesinar al senador alavés del PP Ramón Rabanera

ETA también quería atacar el cuartel de la Guardia Civil y el Museo Militar de Burgos, sedes de 'populares' y socialistas vascos y varias comisarías de la Ertzaintza

MADRID Actualizado: Guardar
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La desarticulación del 'comando Vizcaya' ha evitado una larga campaña de atentados y asesinatos que la banda terrorista ETA tenía pensado perpetrar en los próximos meses. Entre ellos, el del ex diputado general de Álava y senador del Partido Popular (PP), Ramón Rabanera, según se desprende del auto del juez Baltasar Garzón, en el que decreta prisión para siete de los diez detenidos en la operación contra este 'complejo'.

El presunto cabecilla del 'Vizcaya', Arkaitz Goikoetxea, había encargado a Iñigo Gutiérrez, detenido en Getxo el pasado martes, realizar los seguimientos para acabar con la vida del político vasco. No es la primera vez que ETA se fija en Rabanera, pues en el año 2000, el grupo 'Iturren' preparó un coche-bomba para hacerlo explotar al paso del entonces diputado general alavés, cosa que no sucedió gracias a un fallo en el circuito eléctrico del artefacto.

Nada más conocer la noticia, Rabanera ha asegurado que continuará actuando como ahora y defendiendo sus ideas de siempre. El ex diputado general de Álava ha precisado que es "casi una satisfacción" para él que ETA le tenga entre sus objetivos porque significa que "algún mal les estaré haciendo a estos que son unos auténticos mafias".

'Campaña de verano' en Andalucía

Asimismo, Gutiérrez tenía orden de recabar información sobre varias empresas vinculadas al Tren de Alta Velocidad (TAV), el cuartel de la Guardia Civil de Burgos y el Museo Militar de esta ciudad como presumibles objetivos de la banda.

De la misma forma, el también miembro del comando Aitor Cotano recabó datos sobre las Casas del Pueblo del PSE-EE en las localidades vizcaínas de Sopelana y Leioa; de la sede del PP en Getxo, donde también se pretendía atentar próximamente contra una furgoneta de la Ertzaintza; de las comisarías de la Policía Autonómica Vasca en Bermeo, Plencia y Santurce (Vizcaya) y de los Juzgados de Balmaseda (Vizcaya).

Del auto de Garzón se desprende también que la banda terrorista planeaba además una cadena de atentados en lugares de ocio, centros comerciales y hoteles de Andalucía a partir del próximo mes de agosto. De hecho, el presunto jefe de comandos de ETA, Garikoitz Aspiazu 'Txeroki', iba a reunirse el próximo 15 de agosto en Granada con Arkaitz Goikoetxea, y a Asier Borrero -un nuevo 'liberado' del grupo que se encuentra huido-, al objeto de recibir las instrucciones para comenzar dichas acciones terroristas.

Atutxa y Marlaska, objetivos principales

A estos futuros atentados se suman los ya conocidos de secuestrar y asesinar al concejal socialista de Eibar Benjamin Atutxa o matar al juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. Sobre el primero, el auto detalla cómo el edil fue vigilado entre octubre de 2007 y abril de 2008 por Olga Comes, detenida en Francia el pasado viernes junto a Asier Eceiza, y cuya vivienda en el país vecino ha sido registrada hoy. Así como que las jeringuillas y los sedantes hallados en el zulo de Pazuengos eran para mantenerlo sedado durante su secuestro, antes de acabar con su vida.

En cuanto al frustrado atentado contra su compañero Grande-Marlaska, Garzón explica que 'Txeroki' ordenó a Goikoetxea y Martitegi que cometieran el atentado en Ezcaray, donde el juez posee una casa. La banda pensaba asesinarlo en agosto de 2007 utilizando una bomba accionada por cable para burlar los inhibidores, pero desistieron puesto que el juez casi nunca aparecía por su casa de la localidad riojana.

El 'comando Vizcaya' -para la banda 'Askatasun Haizea', "viento de libertad" en euskera- se creó en febrero de 2007 por orden de 'Txeroki'. En un principio estaba formado por Goikoetxea y Martitegi, a los que se unió en abril Olga Comes. Alrededor de este núcleo se fueron moviendo el resto de los miembros y colaboradores del comando que, o bien participaban directamente en los atentados, como los huidos Asier Borrero y Aitor Artetxe, o ayudaban en su realización y daban cobertura al grupo, como era el caso de las detenidas Maialen Zuazo y Ana Isabel Prieto, quienes acogieron en su piso al líder del comando.

Los intengrantes del 'complejo' habían estudiado la posibilidad de establecer una infraestructura estable en Portugal y para ello, habían viajado al país vecino por orden expresa de la dirección de la banda terrorista.