A la plantilla ya no le quedan excusas

Ni Baldasano, ni Muñoz, ni García Remón, ni Calderón... Nadie. A la plantilla ya no le queda nada a qué echarle la culpa. Se le acabaron las excusas. Han tenido que ver como abandonaba el vestuario el segundo técnico de la temporada para comenzar a asimilar que sólo son ellos los verdaderos culpables de esta crisis.

Ayer lo dejaban así de claro dos de los pesos pesados del equipo como son César y Bezares, dos jugadores que se caracterizan por su ardor guerrero en el campo. «Siempre he dicho que las excusas son para los mediocres», comentaba el linense en alusión a las continuas pegas que se han escuchado este año salir del vestuario. «Si ahora pensamos en lo del nuevo entrenador sería como poner otra piedrecilla en el camino...». Y la verdad, es que ya van unas cuantas. «Ya hablamos de Arturo Baldasano, ahora del entrenador... ya no nos quedan más excusas. Sabemos que todas las miradas están puestas en nosotros, y ahora más que nunca hay que dar la cara», dijo el cadista.

No quiso escudarse en los nervios para explicar la imagen dada en Chapín aunque intento hacer comprender el comportamiento de su equipo. «Aunque desde fuera no se ve, el futbolista está atenazado porque las cosas no salen y aunque es un profesional también sufre». No obstante, reconoció que la «verdad es que tenemos que apretar el culo pero aunque lo ponga todo hay veces que no sale».

En la misma tónica se mostró César Caneda. El vasco proclamó a los cuatro vientos que «¿ya vale de excusas!» y siguió comentando que «ya han sonado demasiadas. Han cesado a dos entrenadores y la gran parte de la culpa es de nosotros. Somos conscientes de que somos los culpables y debemos reaccionar ya», manifestó de forma rotunda. Asimismo, prefirió no mandar mensaje alguno a la afición porque «no es el momento para ello sino que es el momento para trabajar y demostrar que estamos capacitados para salir de esta situación».

Tampoco quiere remover mucho el partido de Chapín pero aseguró que, al menos por su parte, «no existió pasotismo, simplemente se hizo un partido malo aunque sabemos el enfado de la afición por tratarse de un derbi».

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